𝐄𝐒𝐂Ú𝐂𝐇𝐀𝐌𝐄 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

17.

Capítulo 17.

Niall.

Si no fuera porque prometí llevarla temprano a casa, le pediría que se quedara toda la noche aquí conmigo. Las mantas, el café y los bocadillos serían suficientes, pero no puedo romper la promesa que le hice a su padre. Intento incorporarme pero Alessandra rodea mi cintura mientras su rostro está escondido en mi cuello, su respiración es suave, me causa escalofríos.

-Debo llevarte a casa. —Susurro mientras acaricio su cabello. Ella se queja, sacándome una sonrisa. —Si queremos tener más salidas, debemos cumplir el horario.

-Quiero quedarme aquí, contigo.

Yo también nena, yo también.

-Puedo quedarme un tiempo más contigo cuando lleguemos a tu casa. —Le sugiero. —Me escapare de las garras de Janne.

Ella sonríe.

-Mamá ya debió enviarla a la cama. —Me dice. —Quizás podríamos escuchar música en mi habitación... —Agrega y por una extraña razón mi mente me envía imágenes que debo descartar inmediatamente.

-Claro. —Debo aclararme la garganta. —Me encantaría.

Ella deshace sus brazos y se levanta con estusiasmo al saber que puedo estar con ella un poco más. Mi sonrisa se ensancha también mientras comienzo a tomar nuestras cosas.
Después de dejar todo en el maletero, volvemos a la ciudad.
Las luces de su casa están encendidas cuando aparcamos.

-Gracias, fue muy bonito estar allí contigo. —Me dice con timidez mientras un rubor cruza sus mejillas.

-Gracias a ti por una noche agradable. —Respondo y acaricio su suave mejilla con mi dedo pulgar.

-Lo que dije era verdad. —Me dice.

Debo rebobinar en mi cerebro para saber cuál de todas sus palabras fueron dichas con honestidad.

-¿Qué puedo entrar y podemos escuchar música en tu habitación? —Ella se ríe de mí. Claramente fallé.

-Cuando dije que te quiero, Niall. —Vuelve a susurrar.

Mi sonrisa se hace mucho más grande.

-No he dudado de ti, yo también te quiero.

Sus ojos se iluminan y una sonrisa adorna su precioso rostro, quiero besarla, abrazarla, quiero... Joder. Cálmate.

-Te has ruborizado. —Me dice con diversión. —Está bien, yo también soy tímida cuando debo admitir mis sentimientos.

Lo único que puedo hacer es asentir. A pesar de que me he sentido cohibido bajo su mirada, no me avergüenza decirle que la quiero. Mi rubor se debe a los sucios pensamientos que mi mente está creando.
No debería, maldición realmente detesto pensar así cuando ella es tan inocente.

-Bien, vamos adentro. —Le digo, pero antes de salir del coche tomo su rostro entre mis manos y la beso. Mi lengua busca con desesperación la suya, la envuelve, juega con ella y puedo sentir un pequeño suspiro de su parte cuando nos alejamos.

Bien, quizás no es tan inocente como creí.

Cuando cruzamos la puerta de su casa, me detengo abruptamente al ver a mi hermano aquí. Él sostiene un mando de consola mientras que Dennis sostiene el otro. Al verme su rostro palidece y suelta el control dejándolo sobre el sofá.

-Ey. —Me saluda con nerviosismo.

-Hola Sam. —Digo acercándome. —¿Qué haces aquí?

-Yo lo invité. —Responde Dennis.