40.

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Capítulo 40.

Lucas está dándole los últimos detalles a mi tatuaje mientras Niall me observa. Su mano sostiene la mía y me acaricia suavemente mientras siento la aguja en mi piel. Es doloroso, pero puedo manejarlo. Es un dolor que solo durará unos minutos y luego se terminará.
Ojalá fuera así dentro de mi, un dolor que pudiera apagar y no volver a sentir otra vez.
Pero sus sutiles dedos deslizándose por la palma de mi mano es mi anestesia. Es mi terapia contra el dolor que crece dentro de mi.

-¿Estás bien? —Me pregunta Lucas.

No.

-Sí. —Respondo.

-¿Fue muy doloroso? —Continúa preguntándome.

-Al principio sí, pero ahora estoy bien.

-Eres valiente, esta zona suele ser bastante dolorosa. He conocido a chicos que se van a casa llorando. —Me cuenta con diversión.

Quiero decirle que he vivido momentos más dolorosos en mi vida que una aguja incrustándose en mi piel. Un dolor que está consumiéndome por dentro, un dolor constante que está ramificándose dentro de mi, lenta y dolorosamente. Pero en vez de eso, le sonrío.

-¿Ya está listo? —Le pregunto.

-Sí. Hemos terminado. Ven a verlo. —Me pide.

Niall me ayuda a ponerme de pie y luego camino hasta el espejo de cuerpo completo. Su letra y apellido resaltan en mi piel pálida. Toda la zona está enrojecida por lo que tendremos que esperar para ver el resultado final, pero eso no me impide sentir emocionada.
Hace días quería hacerlo, necesitaba hacerlo. Él es todo para mí, es un ángel que llegó a mi vida para hacer de mis días mucho las llevaderos y quiero tenerlo junto a mi hasta el último día de mi existencia. Quizás es un poco macabro pensar lo que estoy pensando, pero incluso después de que ya no estemos en este mundo estará allí, hasta que nuestros cuerpos se convierta en polvo y terminemos por desaparecer.
Después de observarlo por varios segundos, Lucas me pide volver a la silla para cubrir el tatuaje.

Desde que comenzó a marcar mi piel he tenido un nudo en la garganta. Este es otro deseo que había escrito en mi lista y ahora se hace realidad. Cuando escribí cada uno de ellos, eran sólo sueños tontos que existían en mi cabeza, pero con el tiempo se convirtió en algo más, realmente quería realizar todo lo que había escrito allí, o la gran mayoría.
Me haría sentir realizada, me haría sentir de que al menos he podido hacer las cosas que amo y que no vine a este mundo solo a sufrir. A esconderme de la gente, a tener pavor de enfrentar el mundo real.

-El siguiente eres tú. —Anuncia el hombre mirando a Niall.

-Sí. —Le responde. Sé que está asustado, aunque intenta disimular.

-Les daré unos minutos. —Nos dice y luego abandona el pequeño cuarto.

-Niall, no te sientas comprometido hacerlo. —Le pido. —Si no quieres, está bien.

Él me sonríe.

-¿Crees que puedo dejar que la chica que tanto amo esté marcando su piel con mi apellido y yo no hacer lo mismo? —Me dice mientras se acerca. Su mano acaricia mi mejilla.

-Lo llevarás toda la vida. —Le recuerdo.

-Lo sé.

-No habrá marcha atrás. —Le recuerdo también. —A no ser que decidas pagar mucho dinero para sacarlo de tu piel.

Él sonríe nuevamente.

-Lo sé, Alessandra. —Me dice. —Y jamás querría sacarlo.

-¿Estás seguro? —Le pregunto preocupada.

𝐄𝐒𝐂Ú𝐂𝐇𝐀𝐌𝐄 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora