𝐄𝐒𝐂Ú𝐂𝐇𝐀𝐌𝐄 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

23.

Capítulo 23.

La reserva natural de Yorkshire Dales está ubicada a dos horas de Manchester. Es el lugar favorito de mis padres, y también es el mío.
Nuestra cabaña —La que siempre alquila papá— está en medio del bosque, rodeada de inmensos árboles que nos dan la privacidad que necesitamos.
Al principio me daba mucho miedo, ya que por las noches todo era demasiado silencioso, y se podían escuchar los pájaros y el viento mecer con fuerza las hojas de los árboles cuando el clima no nos acompañaba.
Pero después de venir muchas veces termine acostumbrando mis oídos al sonido de la naturaleza.

-Ven conmigo, te enseñaré el lugar. —Le digo a Niall después de dejar todas nuestras pertenencias en el salón principal.

Él acepta mi mano y juntos caminamos hasta el balcón, donde la vista es mucho más hermosa.

-Esto es realmente precioso. —Me dice. —Y un poco escalofriante también.

Me río.

-Lo sé, cuando era más pequeña me daba mucho miedo, sobre todo por las noches, es tan oscuro. —Le explico. —Pero mira allí, nuestras termas privadas.

Niall se ríe.

-Vamos a caminar. —Me dice.

Ahora es él quién me guía por las escaleras. Juntos bajamos con mucho cuidado los interminables escalones que llegan hasta el río y las dos tinajas de ciprés donde el agua caliente ya está en su punto máximo. Niall suelta mi mano y se acerca al borde de una de ellas.

-Alessandra, está agua está hirviendo. —Se queja.

-Lo sé, pero después tu cuerpo se acostumbra. Créeme, me costó dos visitas hasta este lugar el poder quedarme dentro de la tinaja sin sentir que mi cuerpo se estaba quemando. —Le cuento. —tú eres valiente, sé que podrás.

Niall se ríe.

-Ven aquí. —Me pide.

Me acerco con mucho cuidado ya que la madera del suelo está húmeda y resbalosa debido al clima. Niall toma mi mano acercándome. Mis brazos rodean su cintura y nos abrazamos con fuerza y en silencio.
La mañana está un poco fría y el viento mece levemente los árboles, provocando un sonido suave y relajante.

-Me alegra mucho estar aquí contigo. —Digo.

-A mi también, mi amor. —Susurra cerca de mi oído.

Sus palabras hacen acelerar mi corazón. También quiero decirle que es mi amor, pero las voces de Dennis y Sam interrumpen nuestro corto momento a solas.
Nos separamos y vemos como nuestros hermanos se acercan hasta nosotros.

-Niall, dime por favor que también crees que este lugar es escalofriante. —Le habla Sam.

Todos nos reímos.

-Si hermano, también lo dije. —Responde éste entre risas. —Pero ahora está pareciéndome fascinante.

-Le dije a Sam que después se acostumbrará. —Responde Dennis. —Ahora vamos a desayunar, ya me duele el estómago.

Niall toma mi mano y todos juntos volvemos a subir las escaleras. Había olvidado lo cansador que es esto, todos llegamos casi con la lengua afuera por la poca actividad física que poseemos.
El interior de la cabaña está calentito, mamá está preparando el desayuno junto con papá mientras Janne corre de un lado a otro dando saltitos de felicidad.

-Mamá, déjame ayudarte. —Le pido y ella me sonríe.

Después de preparar todo, nos sentamos a desayunar. Sam está un poco tímido, pero Dennis lo hace sentir mejor al hablarle sobre las clases de fútbol que ambos comparten. Cuando miro a Niall se que está feliz de ver a su hermano menor hablar y sonreír.
Y yo agradezco secretamente a mi hermano por todo lo que está haciendo.