𝐄𝐒𝐂Ú𝐂𝐇𝐀𝐌𝐄 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

42.

Capítulo 42.

¿Como me encuentro el día de hoy? Todos los días me hago la misma pregunta. Greta suele hacerla cuando debemos compartir una hora. Al principio siempre son palabras vacías, pero luego le sonrío para calmar su intento de indagar más dentro de mi. ¿Como me encuentro el día de hoy? Vuelvo a preguntarme al no encontrar una respuesta inmediata.
Contemplo la habitación por varios segundos mientras intento separar mis párpados pesados.
Las piernas de Niall están entre las mías, como una enredadera. Los vellos que crecen en ellas pican en las mías, pero se siente bien, me gusta la sensación.

A pesar de no tener un cuerpo atlético es lo suficientemente grande y fuerte. El vello que crece en su pecho desnudo es tan pequeño, apenas es visible a la luz del sol, pero dentro de esta habitación puedo verlos, puedo sentirlos bajo la palma de mi mano. Su piel está caliente debido al calor que ya nos inunda a estas horas de la mañana.
Es de las pocas veces que he podido quedarme mirándolo detenidamente. Con toda la claridad colándose por las persianas su rostro se ve más iluminado, sus facciones son preciosas.
Mi corazón se acelera cuando se mueve, cuando su rostro queda frente al mío mientras continúa durmiendo.

Espero unos segundos, creyendo que él abrirá sus intensos ojos azules y me observará, pero su respiración se vuelve tranquila otra vez. Inconscientemente su mano busca mi cintura bajo las sábanas, sus dedos aprieta mi carne y suelta un suspiro.
Sus labios están entreabiertos y mis deseos de besarlos crecen dentro de mi.
Verlos me hace recordar a nuestro íntimo momento de anoche. En como estos mismos labios recorrieron cada parte de mi cuerpo. Si pudiera hacer una escala del uno al diez de todos mis momentos de alegrías, estar con él de esa manera tendría el puesto número uno, dos, tres e incluso el cuarto. Los demás son todos nuestros momentos románticos, como aquel picnic nocturno, nuestra cena en aquel restaurante elegante y la forma tan romántica que me pidió ser su novia en el puente Trinity Brigde, nuestro viaje por la carretera después del cumpleaños de Patrick, escuchando a The Fray. Y así, muchos más donde me he sentido tan viva, más viva que nunca, estando a su lado.
Sonrío, una sonrisa genuina.

Mi corazón se acelera otra vez cuando decido acercarme y besarlos. Él no reacciona a mis caricias y vuelvo a sonreír mientras deslizo mi dedo índice por su mejilla. A pesar de haberse afeitado antes de venir aquí, en su piel ya comienzan a crecer una pequeña barba que pican cuando deslizo mi dedo.
Podría quedarme toda la vida mirándolo, observando cada detalle que hay en su rostro, incluso podría contar sus pestañas si no fuera porque él lentamente abre sus ojos y una pequeña sonrisa se asoma en la comisura de sus labios.

Volviendo a mi pregunta inicial cuando desperté, sé en este preciso instante cuál es la respuesta. Hoy, me encuentro feliz. Porque dentro de todo lo malo que existe dentro de mi cabeza, él es el único que logra hacerme sentir de esta manera. Es cierto que hay momentos que no puedo visualizar un futuro, pero estando aquí justo ahora, con su mirada en mi rostro y una sonrisa expandiéndose mucho más, sé que todo estará bien, necesito creer que será así.
Aunque mi mente sea un pozo profundo de sentimientos y pensamientos negativos, necesito creer que será así.
No sé cuánto tiempo dure esta positividad que ha crecido dentro de mi corazón al verlo y recordar todos aquellos momentos que hemos vivido, en que su compañía ha sido mi cura, pero quiero disfrutarlo. Quiero llenarme de esta positividad que esta arrastrando mi cuerpo.
Siento que siempre existe una chispa de esperanza, aunque sea muy pequeña, allí está, esperando expandirse. Esperando y esperando.

-Buenos días. —Me saluda.

Su voz rasposa de las mañanas es mi sonido favorito en el mundo. Es un recordatorio de que estuve con él.

-Buenos días. —Lo saludo e inmediatamente me acerco. Dejo un beso en sus labios, luego otro más y como si no fueran suficientes, le dejo un tercero.