16.

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Capítulo 16.

Estar enfadada con Nora es doloroso, no dirigirnos la palabra mucho más. Han pasado algunos días desde nuestra discusión y aún mi orgullo no me permite darle la oportunidad para hablar.
Ella lo ha intentado, pero me siento tan herida que verla a la cara me causa mucha tristeza.
No puedo dejar de pensar que ella se cansó de mi, después de tantos años cuidándome sabía que llegaría el día en que dijera basta, ya no puedo más.
Y está bien, puedo entender que no es agradable tener que cuidar a una persona todo el tiempo, ella también necesita su tiempo, su espacio y vivir su juventud.

No puedo evitar preguntarme que hubiera echo si Niall no estuviera en mi vida. Gracias a él mis días han sido menos dolorosos. No me siento sola, él viene por las tardes y nos quedamos en el sofá viendo alguna película, Janne se une a nosotros y a veces Dennis también.
Ya no me siento tan nerviosa como antes cuando él venía a visitarme, todos lo aceptan, nadie hace bromas pesadas y mamá incluso lo trata como un hijo más.
A veces eso me da un poco de temor, no quiero que ocurra lo mismo que está pasándome con Nora. No podría soportarlo.

Es por eso que intento no pensar en eso. Ayer por primera vez en mi vida, fui sincera con Greta y le conté lo mucho que me preocupaba esto. Y aunque siempre la he considerado una incompetente, con una nula importancia a lo que realmente me pase, entendí que tiene razón en la mayoría de las cosas que me dijo.
Y una de ellas es aprender a confiar en las personas, aunque tenga experiencias desagradables, siempre existirá alguien que realmente quiera permanecer a mi lado. Y que yo debo emplear la confianza, porque sin ella, jamás podré avanzar.

-Alessa, esta mañana me llamó Nora. —Me dice mamá mientras preparamos algunas galletas de jengibre.

-¿Qué quería? —Pregunto intentando sonar desinteresada.

-Ella insiste en querer hablar contigo. ¿Porque no dejas tu orgullo de lado y la escuchas? Ella te quiere mucho.

-Si me quisiera tanto, me hubiera dicho que tenía un novio. Y que sus excusas para irse no eran precisamente porque su madre la esperaba para hacer algo importante, si no para irse con él. —Le digo.

Mamá suspira.

-Sí, es verdad. Si lo vemos de ese modo, es terrible. Pero aún así deberías escucharla, después decides si quieres que siga siendo parte de tu vida. —Me aconseja. —Ella tampoco está bien, se escuchaba muy triste.

-Puede ser. —Susurro. —Quizás mañana la llame, ahora no quisiera hablar de ella mamá.

-Está bien. —Me dice. —¿A qué hora vendrá Niall por ti?

-A las siete.

-¿Tu padre sabe que saldrán verdad?

-Niall habló con él. —Mamá sonríe.

-¿Te gusta mucho?

El rubor sube por mis mejillas.

-Sí. —Respondo.

-Mi niña. —Ella me observa con cariño. —Es como si hubiera sido ayer cuando te tenía entre mis brazos, y ahora estás tan grande.

-Me harás llorar. —Digo y ambas reímos.

Janne se une a nosotras en la cocina para ayudarnos a terminar sus galletas favoritas. Entre risas y conversaciones tontas la tarde se pasa volando.
Cuando son las seis debo correr a la ducha para quitarme todo rastro de arina que quedó por toda mi ropa e incluso en mi cabello, todo gracias a mi pequeña hermana que en vez de ayudarnos a preparar sus galletas solo estuvo jugando y tirando arina por todas partes.

𝐄𝐒𝐂Ú𝐂𝐇𝐀𝐌𝐄 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora