REBORN [2Jae]

Capítulo 9

—Entonces quise llevarlo a la Costa Oeste de nuevo. Pero necesito asegurarme de rentar una cabaña en la playa para que todo sea perfecto, y ahí está el problema, porque se rentan como mínimo por dos días, por lo que me ausentaré por tres días.

—¿No era la gracia en aquel entonces el "robarte" a Mark hyung, llevarlo a la costa a follar en la arena y regresarlo al día siguiente en la madrugada? Todo era espontáneo e improvisado. Esa era la mágia.

—Sí, Jaebeom hyung, pero eso era en una etapa de juventud, de rebeldía escolar. Ahora gano mi propio dinero y debo esforzarme para que Mark vea que lo sigo amando igual de fuerte que en aquellos días. Así que te lo repito, me ausentaré por tres días para que me des permiso.

—Haya permiso o no, te lo descontaré.

—Eres un asco de amigo.

—Trabajo es trabajo.

Bajamos del ascensor y fuimos hacia mi oficina, bueno, corrijo, fui hacia mi oficina y Jackson me seguía. Yugyeom saludó sonriendo mientras hablaba con Bambam, lo cual me pareció extraño.

—Bambam, ¿qué haces acá?  —pregunté.

—Ya conseguí el dinero que necesitaba, así que dejé de trabajar —responde Bambam con orgullo—. Aparte, mi madre dijo que me saliera de trabajar porque mis calificaciones bajaron un poquito.

—Estar apunto de reprobar no es sinónimo de "poquito" —dijó burlón Yugyeom provocando que rieramos.

—Bueno chicos, Youngjae debe estarme esperando —dijo Jackson—. Nos vemos luego.

Nos despedimos al unísono con un "hasta luego" y cada quién se fue a atender sus asuntos.

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Esta vez, fui yo a buscar a Jackson y a Youngjae para ir a almorzar. Llegué al departamento de Relaciones Públicas, a diferencia de otros, este era más pequeño con cúbiculos en menor cantidad y a comparción con el mío, Youngjae se encuentra adentro de la oficina de Jackson, no como Yugyeom que está afuera. Eso se puede notar porque ambas oficinas tienen grandes ventanales en lugar de paredes.
Toqué la puerta y la abrí. Jackson estaba en su escritorio tecleando en su ordenador portátil y Youngjae se encontraba en la silla frente a él escribiendo en una libreta.

—¿Vamos a almorzar? —pregunté desde la puerta en el momento que ambos voltearon a verme.

—Vayan ustedes, estoy esperando a un representante para la firma del contrato —señala Jackson.

—¿No quiere que le traiga algo, Jackson hyung? —pregunta Youngjae.

—Así está bien, Youngjae, gracias. Hoy traje almuerzo.

El mencionado asintió, se puso de pie guardando con esmero su libreta azul en su mochila y se dirigió a la salida junto a mí.

—¡Buen provecho! —gritó Jackson.

Youngjae y yo nos dirigíamos al ascensor en silencio. Al llegar a este me atreví a preguntarle una vez las puertas se cerraron.

—Youngjae, ¿eres gay?

Él se sobresaltó y volteó a verme con una exagerada confusión.

—¿Por qué lo pregunta, hyung? Si estoy siendo demasiado apegado a usted y lo interpreta de esa forma, me disculpo —su respuesta fue rápida y desesperada.

—No pregunto si sientes algo por mí, solamente pregunto si eres gay.

Se quedó callado, miró hacia el suelo apretando los labios y pasó su lengua por el interior de sus mejillas.