Capítulo 32

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Visitaba bastante seguido aquel paradisiaco lugar. En una ocasión, mi cuerpo flotaba por encima de las olas a excepción de mi cintura, la cual se mantenía bajo aquellos roces acuáticos. Era una extraña sensación. Pero me encantaba.

En una de mis visitas, después de ser abrazado por el mar, estaba recostado en la arena. Esta vez era de noche, las olas estaban tranquilas, la luna estaba en su punto más alto y era mi única acompañante. 

Me parecía algo extraño como los sueños anteriores eran crudos, tristes, e incluso crueles. Pero después cambiaron a ser bastante relajados, y poco a poco sentía como en esa playa, mis problemas poco a poco iban desapareciendo.

De un momento a otro, comencé a escuchar un silbido, después unos pequeños golpes en una superficie hueca, como si piedrecillas cayeran sobre una piedra vacía. 

Al final, escuché un golpe seco. No lograba comprender esos sonidos tan fuera de contexto. No tenía lógica que ese tipo de ruidos se manifestaran en un lugar donde solo estaba yo.

Poco a poco, una silueta oscura cubrió la luna de mi visión, extendió sus manos hacia mi cuerpo posicionándolas en mis hombros. El agua del mar llegó hasta debajo mío y como si inundara la costa, comenzó a moverme con aquella silueta sosteniendo mis hombros. 

De repente, todo el entorno que se podía apreciar desde mi perspectiva comenzó a distorsionarse e irregularidades en esa realidad fueron cada vez más y más notorias. No quería eso. No quería que esa realidad donde mis problemas y preocupaciones no existían. Dónde solo era yo y el océano.

Pero esa realidad no existe.

Realmente, nunca existió.


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Un chico extraño estaba sacudiéndome. Por impulso, me senté y lo alejé con mis pies, casi pateandole. Al arrastrarme de reversa, casi caigo de la cama, pero el sujeto lo evitó jalandome del brazo derecho.

Al estar la puerta de la habitación abierta, la iluminación del pasillo me cegó por un momento. Conforme la luz dejaba de molestar mi visión, el rostro de aquel hombre se fue esclareciendo ante mis ojos. Los rasgos de su semblante empezaron a notarse bastante familiares.

—Lamento entrar así de imprevisto a tu casa, pero en serio necesito hablarte, Jaebeom —al momento de escucharlo a hablar supe de quién se trataba pues las voces eran parecidas. Era el hermano de Youngjae.

Mi mente aún no estaba al cien por ciento, parecía como si estuviera algo borracho o tal vez como si hubiera abusado de sustancias alucinógenas.

—Lástima que nos conozcamos de esta forma —dijo sentándose en la cama sobre sus piernas—. Escucha, no tenemos mucho tiempo, quizá ella vuelva en cualquier momento. Aunque esta vez fue distinto, no tenemos tiempo que perder.

Me tomó de los brazos, se levantó y me hizo hacerlo también. Por el repentino cambio de postura mi equilibrio comenzó a perderse y mi visión me traicionó nuevamente. Caí sobre las palmas de mis manos sobre la cama.

—No estoy entendiendo nada, perdón, yo...

—Jaebeom, has estado aquí sin salir por cinco días. No sabemos nada de tí —respondió asustandome severamente. Me incorporé—. Mi madre ha venido a buscarte algunas veces, pero en ocasiones no tenía respuesta o simplemente la chica que vive contigo dice que estás enfermo y que no puedes atender a nadie.

—¿De qué hablas? Amm, solo han pasado dos días desde que volví a casa. A tu madre la ví ese día, a no ser...

—No sé cual sea la razón por la que te encerró aquí. Te llamamos varias veces, pero nadie respondió, la contestadora decía que estaba fuera de línea. 

—Eso no tiene sentido, a penas ayer, yo...

—Jaebeom, ¿qué me ganaría con mentir? Esa mujer te ha tenido encerrado durante cinco días, y a juzgar por el tiempo en el que tardé en despertarte también te tenía sedado. No sé si mi madre te lo comentó, pero esos días en los que no estabas, ella salía a cierta hora del día y volvía un par de horas después , hoy lo hizo también y al venir a buscarte nadie abrió la puerta, por lo mismo de que estabas dormido. Extrañamente hoy se ha tardado de más, por lo que me atreví a entrar por esa ventana.

Una de las cosas que compartía Youngjae con su hermano era la forma tan directa de decir las cosas, sin nada de cuidado. Era obvio que el chico estaba preocupado por mí, pero a duras penas puedo asimilar el hecho de que estoy vivo. 

«¿El té...?, ¿el ponche...?». Tenía sentido. Nunca había conciliado el sueño con algo más que no fueran somníferos o Youngjae cantándome. Ella estaba manejando las cosas a como ella quería, otra vez, y yo como idiota -otra vez- estaba cayendo y dejándome manejar por sus hilos como si de un títere se tratara.

—Mira, lo mejor que puedes hacer es irte a casa —dije. Él se desconcertó bastante pero interrumpí antes de que él me regresara una respuesta—. Entiendo que me quieras ayudar, pero necesitamos seguir su juego. Esto me deja más que claro que ella está totalmente involucrada con el secuestro de tu hermano y debemos ser inteligentes para que nos guíe hacia él.

Noté como el rostro del chico -que si de otra situación se tratara, yo lo llamaría cuñado- se volvió rojo de la ira. Era el hermano mayor de Youngjae, era obvio que estaría igual o más frustrado que yo. Tomé su hombro y lo miré a los ojos. Era prácticamente Youngjae en una etapa más adulta, y eso me dolió.

—Haremos esto. Anota tu número de teléfono en esto —tomé mi agenda del cajón de mi mesita de noche con un bolígrafo y se los dí—. Yo le seguiré el juego a esa perra y descubriré lo que sea que esté haciendo. Procuraré grabarla o algo para mostrar como pruebas.

«Aunque por un lado, tengo miedo de que alguno de mis amigos les haya pasado algo. Pues ninguno me ha venido a buscar».

Esta vez, necesitaba actuar rápido. Llevé al hermano de Youngjae a la puerta trasera para que volviera a casa. Me aseguré de que pudiera cruzar la valla sin ningún problema y regresé a la casa. Tomé mi teléfono de la mesa de centro y busqué en mensajes. Me percaté de que no había internet, por lo que los últimos mensajes que yo hubiera recibido no podía visualizarlos. Pero sí había un mensaje SMS, uno solo, de hace dos días:

Jinyoung (=ㅍㅅㅍ=):

Espero estés contento. Sinceramente, no me
esperaba eso de tí. Sé que estás solo, pero no
debiste hacer eso. Si Youngjae regresa sano y 
salvo, yo me aseguraré que no vuelva contigo.

Y en ese momento, estaba totalmente seguro de que no entendía nada de lo que estaba pasando.


REBORN [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora