Capítulo 12

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«Así que esa sensación de que alguien me observaba por las mañanas no era mi imaginación» pensé.

Al salir de casa para revisar mi buzón antes de irme, volteé por impulso hacia la casa de al lado y unas cortinas de una de las ventanas del segundo piso se sacudieron en cuanto mi vista llegó a esa dirección.

—¡Buenos días, Youngjae! —le grité riendo.

Asomó la mano y saludó con ella.

—¡Date prisa!, ¡Llegaremos tarde! —le avisé mientras ojeaba la correspondencia. 

Eché un vistazo a mis alrededores y me di cuenta que la furgoneta negra de seguridad privada de aquella vez estaba de nuevo estacionada frente a la casa en paralelo a la mía, y mismo chico bailando dentro de ella.

—¿Será que los vecinos están instalando cámaras de seguridad?— dije para mi mismo.

—Listo, hyung, podemos irnos —se anunció Youngjae mientras caminaba rápidamente hacia la puerta del cópiloto de mi auto.

Olvidando por completo lo que estaba pensando, fui hacia el auto y entré en el. 

—¿Ha sido siempre parte de tu rutina el espiarme en las mañanas? —pregunté. Youngjae, al escuchar mi pregunta, se quedó paralizado al ponerse el cinturón de seguridad.

—Siempre miro por la ventana al levantarme en las mañanas, hyung —respondió en seco mirando por la ventanilla—. No todo se trata de usted.

—Entre semana me levanto muy temprano, como a eso de las cinco de la mañana para ir a correr; y los fines de semana me levanto a las ocho —indiqué—. No creo que sea concidencia que cambies de horario para ver el amanecer exactamente a las diferentes horas de las que salgo de mi casa.

—Se nos hace tarde, hyung —declaró Youngjae con voz severa aún sin mirarme.

Reí a carcajadas picándole las costillas con los dedos. Él empezó a reir también y a retorcerse para evitar que yo continuara.

—Vámonos ya, hyung —insistió entre risas—. Se nos hará tarde y como Jackson hyung no está, debo hacer el trabajo que me dejó.

—¿Qué te dejó de trabajo? —pregunté al escuchar tal estupidez.

—Nada en especial, solo pasar unos datos a formatos limpios, organizar carpetas del ordenador, cositas pequeñas.

—No lo hagas, eso no te ayudará en nada. Necesitas verlo en la práctica, ya cuando "Romeo" termine de follar y vuelva a trabajar, vas con él a sus reuniones, como debe de ser. Aparte, estará tan contento cuando regrese que se le habrá olvidado lo que te encargó.

—¿Y si se molesta?

—Me lo dejas a mí.


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Mientras estaba en mi oficina, desde mi escritorio, podía observar entre las persianas de los ventanales donde se encontraba Yugyeom, mientras charlaba con Jungkook y Youngjae. Lo permití ya que es fin de semana y al ser prácticantes no hay tanta repercusión. Aparte, Hoseok tuvo que salir de la ciudad de imprevisto hace unos minutos y Jackson -como ya sabemos- está en la Costa Oeste comiendo mariscos y a Mark hyung.

Los veía reir y no pude evitar sentir lástima por mí de nuevo. No tuve un círculo de amigos cercano durante la escuela secundaria y cuándo tenía la edad de ellos, estaba en la universidad probablemente ebrio en alguna parte del campus con Jinyoung sermoneándome mientras me pateaba. Suena gracioso, pero deprimente si se le piensa a fondo.

REBORN [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora