REBORN [2Jae]

Capítulo 35

Con un gorro amarillo en la cabeza para que ella no notara como lucía por el corte, bajé a la cocina, mentalizándome para no dar indicios de que sabía medianamente lo que estaba pasando.

Ella estaba mirando hacia la estufa mientras servía comida en un tazón. Vestía ropa nueva. Diferente a la que usaba al día que volvió, unos jeans azules, un crop top negro, una coleta alta y tacones negros. «¿De dónde sacó la ropa? Ni idea».

Esta vez, ella preparó un estofado de verdura. Me parecía extraño como ella lo comía como si nada, entonces era seguro que el sedante no estaba en la comida, sino en la bebida. Y en esta ocasión, era una limonada. 
Era algo curioso, en nuestra relación durante mi adolescencia nunca fue una chica a la que le gustara cocinar, o siquiera pensara en ello. Y ahora, tiene la idea de como hacer un estofado.

—Bebe algo de limonada, Jaebummie —dijo mientras servía de la jarra de vidrio decorada con rodajas de toronja y muchos cubos de hielo en un vaso del mismo material—. Es limonada de toronja, está algo amarga, pero hice lo que pude.

—La beberé al terminar el estofado. La limonada está fría y el estofado caliente, me dolerán los dientes —mentí.

—Bien —sonrió. Es probable que sepa que lo que dije era mentira, puesto que el día que comimos espagueti, el ponche estaba frío y no dije lo mismo.

—¿Jinyoung no ha llamado? —pregunté. Ella negó con la cabeza con falsa inocencia—. Bueno, al rato iré a buscarlo y después iré a la oficina, así que no me esperes temprano, he dormido suficiente.

La expresión de ella no cambió en absoluto. Un rostro que denotaba serenidad. Asintió con la cabeza mientras se llevaba una cucharada de estofado a la boca.

Derramé a propósito un poco de estofado en mi pantalón fingiendo que fue un accidente y lo limpié con una servilleta. Doblé la misma y la guardé en mi pantalón.
Seguimos comiendo y terminé el estofado, sabía horrible por cierto. Cuando iba a ponerme de pie, ella me tomó del brazo.

—No bebiste tu limonada, Jaebummie, ¿no te gustó?

—Oh, disculpa, estoy muy satisfecho —quería retarla. Quería ver de lo que era capaz.

—Está bien, no te preocupes —sonrió nuevamente—. Con que hayas disfrutado de la comida estoy contenta. Solo que si te sientes cansado nuevamente, no te sobre esfuerces y ve a dormir. Después de la crisis nerviosa que tuviste no debes arriesgarte.

Sonreí de regreso y me dirigí al baño de arriba.

«Entonces el sedante estaba en la comida. Incluso puede que en ambas cosas». 

Entré al baño y abrí la llave del lavabo para que el agua hiciera el suficiente ruido para que no se escuchara lo que estaba a punto de hacer. Tomé mi cepillo de dientes y lo introduje hasta mi garganta para tocar mi úvula y provocarme el vómito. Después de unos cuantos intentos, sentí la comida en la boca del estómago por lo que fui hacia el inodoro y regresé todo, procurando no hacer ese ruido característico de fuerza desde la garganta, pero me era casi imposible.
Vomité todo lo que pude hasta que solo quedara la bilis por expulsar.

Mi garganta ardía horriblemente, y mi nariz también se había vaciado. Lavé mi cara, bajé la cadena, cepillé mis dientes y fui a la habitación para tomar mi teléfono. Tomé la agenda donde el hermano de Youngjae escribió su número de teléfono y mandé un mensaje. No tenía señal, pero lo haría por KaKaoTalk.

Hey, soy yo, Jaebeom. Jinyoung llegará por tu patio trasero. Resguardalo por un momento, por favor. 

Envié el mensaje y me acosté en la cama. Esperé unos minutos y fingí dormir.