Capítulo 15

112 22 21
                                    

—Estoy ocupado —solté en un tono seco.

La dejé pasar a mi casa. Ella estaba sentada en el sofá individual frente a nosotros. No quería en absoluto que Youngjae se involucrara en mi pasado, pero como el sol que es, estaba sentado a mi lado tomando mi mano, confundido.
Ella nos miraba con una expresión triste, podría decir desesperada. 
Sus cabellos rubios teñidos estaban recogidos en una coleta, usaba una blusa negra de red, unos jeans desgastados con manchas extrañas color guinda, tacones negros y una chaqueta de cuero violeta. Siempre solía vestir así, y veo que no ha cambiado nada. Su palido rostro se veía demacrado, y sus ojos avellana delataban que lloró no hace mucho.

—¿Qué es lo que quieres? —cuestioné muy directamente. Sabía que yo era débil ante ella, lo fui por mucho tiempo. Como ser humano, está en mi naturaleza sentir compasión. Sin embargo, a ella la quería lejos, e incluso quería convencerme a mí mismo de reírme de lo que sea que le haya pasado. Como lo hizo conmigo.

—Jaebummie —dijo en un tono pasivo y tragando saliva—. Necesito que te tranquilices y me escuches. Lamento mucho lo que te hice, no te lo merecías, tú menos que nadie debías pasar por algo así. Ahora estoy sola, y sé que no debería tener el descaro de pedirte ayuda después de lo que te hice pasar. No tengo quién acudir. Estoy desesperada.

Youngjae volteó a verme asustado. Se acercó a mi aún en el sofá y tomó mi rostro.

—Me parece que esto no me incumbe en lo absoluto, hyung —susurró—. Me iré para dejarlos hablar adecuadamente.

Empecé a temblar. Caí en cuenta que me estaba actuando neutral ante ella por la presencia de Youngjae. Si él se iba, probablemente me dispondría a consolarla y perdonarla. Me quebraría. Estaba apunto de hacerlo, pero él estaba ahí, y me recordaba que hay más personas en el mundo por las que vale la pena romperse en mil pedazos.
Sujeté su mano con la mía temblorosa.

—Quedate aquí, te lo suplico. Necesito tu apoyo —susurré de vuelta. Lo necesitaba, en serio lo necesitaba. Ella volvió, la causante de mis constantes colapsos mentales, pesadillas y varios intentos de terminar con mi vida. Fui mentalmente débil. Cambié, no del todo, aún soy débil, pero por alguien más.
Supliqué con mis ojos y apretando mis labios. Volvía mi pasado, y con eso, mi antigüo yo. Y no quería que Youngjae me viera así de patético.

Él me miró con intranquilidad. Asintió y sin soltar mi mano, se acomodó nuevamente en su lugar.

—Veo que ya estás haciendo tu vida con alguien más —dijo ella con voz baja—. Me alegro por ti.

—¿Venías a hablar de eso? Dijiste que necesitabas mi ayuda —procuré ser lo más firme posible. No debía doblegarme ante ella. No de nuevo.

—Jaebummie —sollozó. Su voz se quebró. Eso era malo, para mí—. ¡Él me quiere asesinar!

—No te estoy entendiendo —respondí. Tanto Youngjae como yo estabamos confundidos.

—¡Él!, ¡Mi novio!, ¡me quiere matar!

Youngjae volteó a verme casi en automático, asustado. De reojo noté su expresión atónita. Lo miré y luego a ella.

—¿Qué es lo que pasa exactamente? —pregunté.

—Me equivoqué, Jaebummie. Creí que él era un buen hombre. Con el paso de los meses descubrí que gran parte de sus ingresos provenían de negocios extraños. En el momento en el que se lo mencioné, se tornó agresivo y empezó a amenazarme para que yo no dijera nada. Desde ese día, todo fue de mal en peor. Me fue infiel muchísimas veces, tenía armas en la casa. Vivir con él se convirtió en un maldito infierno —narró todo con notorios intentos de no llorar— No debí abandonarte a tu suerte. Nunca debí hacerlo.

REBORN [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora