Capítulo 26

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—¡AUXILIO! —gritaba Lisa con la respiración entrecortada —¡POR FAVOR, AYUDA!

Los sujetos que estaban adentro comenzaron a movilizarse. Unos tomaron sus armas y fueron a asomarse para ver quién era la persona de la que venían aquellos gritos.
El presunto culpable se puso de pie, sin embargo no se acercó a ver. Lo que cumplía la segunda opción de nuestro plan.

Cuando ellos abrieron la puerta se encontraron con Lisa en el suelo sosteniendo el pañuelo que Mark utilizó para cubrir su herida, ella lo colocó entre sus piernas. Se arrastró ligeramente y se dejó caer como si sus brazos no pudieran más.

—¡Ayudenme, por favor! —exclamó—. ¡Quieren violarme!

Los individuos se acercaron. Uno de ellos se inclinó frente a ella.

—¿Qué hacías aquí a estas horas?

—Mi novio me trajo a dar un supuesto paseo, y se puso como loco porque yo quería volver a casa —respondió entre muy bien actuados sollozos.

—¿Y dónde está él? —preguntó otro de los cinco que salieron.

—Corrí lo más rápido que pude. Venía detrás de mí, en esa dirección.

Lisa señaló detrás de la colina. Tres de ellos fueron a revisar y los otros dos la ayudaron a levantarse. Mientras eso sucedía, Mark hyung, Jackson y yo salimos del lado contrario y entramos al estar la puerta abierta una vez nos aseguramos que las personas que se quedaron adentro no se acercaran.
Rápidamente tomamos un arma cada uno y nos escondimos detrás de uno de los autos cubiertos posicionados en las laterales del lugar.

—¿Ha usado un arma antes, Jaebeom hyung? —susurró Jackson.

—No precisamente, solo armas cuerpo a cuerpo.

—Yo sí —murmuró Mark hyung—. Uno de mis tíos es policía retirado, me enseñó a usar armas unas vacaciones.

—¿Y cuándo pensabas decirme, Markie? —preguntó indignado Jackson con el mismo nivel de voz.

—Eso no es importante. Estén listos, viene la parte más importante.

Y tenía razón.

Lisa entró acompañada de esos dos grandes sujetos. La sentaron en una de las sillas donde se encontraban con anterioridad.

—Debes volver ir al hospital, niña —le dijo uno de ellos con voz distante—. Puedes morir desangrada. Nosotros no somos doctores.

Mark hyung revisó las municiones de las armas. Desgraciadamente dos de las tres revólver tenían balas únicamente. Jackson se reusó a utilizar una, por lo que solo su esposo y yo tendríamos que hacerlo.

—Lo siento tanto —respondió Lisa sorbiendo por su nariz—. Estaba desesperada, no sabía a donde ir.

—¡Hey! —se puso de pie el sospechoso—. Una chica tan linda como tú siempre será bienvenida en mi territorio. Pero, no pareces de por aquí.

—No, señor, soy de la capital —mintió de regreso—. Mi novio es quién es de aquí.

El tipo se inclinó frente a ella y tomó su mano.

—No te preocupes, aquí estarás bien. Una vez amanezca te llevaré al hospital.

El tipo no era para nada feo. Cabello negro, piel blanca, un tatuaje en el cuello, vestía un traje gris con zapatos de vestir a diferencia de sus compañeros que vestían con ropa más casual y descuidada.

—Muchas gracias —dijo ella con una sonrisa triste y bajando su cabeza.

Esa era la señal. Mark hyung se acostó en el suelo aún detrás del auto, yo estaba recostado del otro lado. Tres disparos salieron de mi arma hacia las piernas de los sujetos de arriba. Mark hyung disparó a las piernas de los sujetos de abajo. En custión de segundos, Lisa tomó al tipo rodeando su cuello con su pierna y ella al ponerse de pie de forma tan brusca en una vuelta sobre su propio eje él cayó al suelo, lo tomó de los brazos y lo hizo levantarse. Jackson salió y lo tomó con más fuerza para evitar que se fuera, Mark hyung apuntó a la cabeza del tipo con el arma en señal de amenaza para evitar que nadie nos disparara.

REBORN [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora