REBORN [2Jae]

Capítulo 43

No estaba bien. Definitivamente yo no estaba bien.

—Señor, déjenos esto a nosotros, por favor, está mal herido —uno de los oficiales se colocó frente a mí para bloquearme el paso con los brazos extendidos.

—Aún no soy "señor" —respondí y lo hice a un lado difícilmente con un brazo—. Ya me arrebataron a Youngjae una vez, no permitiré que lo hagan de nuevo.

El oficial de policía se quedó estático detrás de mí. Después empezó a decir algo en dirección a sus compañeros y entonces yo aproveché para avanzar lo que mis piernas me permitían.

Sentía el improvisado torniquete que Yugyeom hizo en mi pantorrilla derecha, pues punzaba el área que apretaba se volvían más constantes y notorias. Esto se debía a que conforme corría, mi respiración y pulso era lo único que escuchaba, no porque el lugar fuera silencioso sino porque el vértigo y la adrenalina combinados con el aturdimiento y los mareos que la pérdida de sangre hacían que mis sentidos estuvieran desorientados. 

Youngjae estaba moviéndose con desesperación en el hombro de ese tipo enorme, sus movimientos era lo único que alcanzaba a percibir puesto que los estaba viendo cada vez más y más lejos. Temía perderlos de vista en cualquier momento.

Mi estado no me permitía realmente saber lo que estaba pasando a mi alrededor. Escuchaba ruido detrás de mí, más sirenas de patrullas, de ambulancias, no sabía exactamente a qué distancia se encontraban, mi percepción de la realidad estaba hecha mierda.

—... que en serio te odio, Im Jaebeom.

Una voz fue esclareciéndose en mis oídos poco a poco. Una silueta se colocó frente a mí dándome la espalda e inclinándose ante mí. 

—Súbete —me ordenó otra voz.

No tenía forma de resistirme, no quería hacerlo, pero la voz inicial me empujó levemente para subirme en la espalda de quién estaba frente a mí.
Con cuidado de no mover mi pierna de más, me trepé y sostuve firmemente de los hombros de mi salvador.

—Espero que Markie esté bien, Jaebeom hyung, o me enojaré en serio —dijo quién me cargaba.

—No te preocupes, Jackson, tu esposo es un animal. Vi como levantó un hombre por encima de su cuerpo para lanzarlo con fuerza —respondí. Jackson rió con orgullo.

—Estás en graves problemas, Im —dijo el Comandante Hoseok mientras me sostenía ligeramente para evitar que me cayera.

—Máteme después de salvar a Youngjae, por favor —susurré con alivio.

Ambos empezaron a correr detrás de aquel par de sanguijuelas. Al cabo de unos segundos, ya estábamos a unos metros detrás de ellos. El movimiento y las sacudidas que Jackson al correr provocaba, ocasionaron que me mareara con más rapidez, pero no podía permitirme desvanecerme. Internamente luchaba para no perder el conocimiento, el cansancio me estaba venciendo y conforme el cielo oscurecía mi optimismo se venía abajo.

—¡Es la policía!, ¡deténganse en este momento! —gritó el Comandante.

No conozco mucho sobre operaciones policiales, sinceramente no sé nada. Pero en ocasiones he visto que si el presunto delincuente no obedece las órdenes, algunos policías disparan a diestra y siniestra. No obstante, si el Comandante llegara a abrir fuego, las posibilidades de herir a Youngjae eran muchas.

Los seguimos hasta la calle fuera del parque, cerca de los callejones que dirigen a condominios. Patrullas se acercaban hacia nosotros, en cualquier momento todo esto terminaría y los resultados podían ser buenos o terribles.
Aún temía por la vida de mi mejor amigo quien yacía en el suelo dentro del kiosco, temía por mis amigos, por Bambam al haber sido tackleado por un hombre el doble de su tamaño, temía por Yugyeom y las consecuencias que le traerían no solo sus heridas, temía por Mark hyung que aunque supiera que él podía defenderse su cuerpo era muy delgado y podía tener un hueso roto y nosotros no estamos al tanto.

Me sentía mal al saber que Jackson me estaba auxiliando y Mark hyung, su esposo, estaba probablemente herido en el parque. Me sentía mal sabiendo que Yugyeom y Jinyoung querían empezar una relación desde no hace mucho y ahora Jinyoung estaba herido en el suelo seguramente inconsciente. Me sentía mal por Lisa quien tal vez esté esperando a Bambam y no sabe por lo que está pasando.

Todo era mi culpa. Ni todas las palabras de consolación que Mark hyung me ha dicho para no sentirme tan miserable funcionaban. Yo no quería que nada de esto pasara, y cuando las pistas se fueron uniendo me daba cuenta que todo se pudo haber evitado. 
Como si de un niño se tratara, en ocasiones cerré fuertemente mis ojos para visualizar unos muy optimistas resultados, o deseando que una vez que abra los ojos, todo va a estar bien.

—Creo que necesitamos un plan —dije con una extraña voz que parecía de alguien que acababa de vomitar—. No creo que lo mejor sea que vayamos directo hacia ellos, en cualquier momento se pueden girar y dispararnos.

—No irán muy lejos, Jaebeom —respondió el Comandante—. Se están dirigiendo directamente a un callejón, el cual no tiene una salida concreta.

Yo conocía ese callejón perfectamente, para mi desgracia.