Capítulo 2

138 21 3
                                    

Yugyeom estaba delante mío. Sentado en los asientos frente a mi escritorio, apoyado en este llenando bitácoras. Su concentración era increíble, como si de un examen se tratara. Su cabeza estaba tan cerca de la carpeta de bitácoras que sus cabellos negros cubrían su rostro.

—Hey, solo debes pasar los datos de la bitácora del departamento de almacén a nuestra bitácora. Nada más que transcribir. No veo el motivo de tanta meticulosidad —al momento que terminé de hablar, Yugyeom levantó su mirada hacia mí, algo sorprendido.

—No quería tener errores, hyung. Lo siento —dijo con una sonrisa de vergüenza—, se que nos conocemos desde hace tiempo, pero si se trata de su trabajo, no puedo conformarme con un trabajo hecho a medias.

—No conocía ese lado de tí —dejé de verlo y dirigí la mirada hacia mi computador—, al parecer, puedes tomarte las cosas en serio y no solo payasear con Bambam.

—Bueno, él es mi mejor amigo, es algo obvio que estando con él o incluso con usted, fuera del trabajo, voy a ser distinto —parloteó reclinándose sobre la silla de cuero donde se encontraba con obvia confianza en su expresión, como si lo que dijo fuera lo más obvio del mundo.

—Tienes razón, pero existen personas que son igual de inmaduras tanto en el trabajo como fuera de este —justo al terminar de decir "de este", Jackson asoma la cabeza por la puerta de mi oficina—. Por ejemplo, el señor Wang, al cual le pedí de favor desde hace horas que mandara por correo las percepciones de su departamento y no lo ha hecho.

Yugyeom soltó una carcajada y Jackson solo sonrió confuso.

—Jaebeom hyung, vine a traerte las percepciones que me pediste —anunció mientras entraba al despacho agitando su mano derecha la cual sostenía una pequeña carpeta decorada.

—Creí pedirte las percepciones por correo, no en físico, Wang —le miré con seriedad—. No solo me desobedeces en mover tu auto, si no que también me desobedeces en como te pido que hagas tu trabajo, siendo que no es mi responsabilidad decirte que hacer teniendo en cuenta que llevas años en esta empresa.

Yugyeom abrió sus ojos en forma de sorpresa apretando sus labios sonriendo. Jackson lo miró a él y luego a mí. Su rostro denotaba decepción y negaba lentamente con la cabeza.

—Técnicamente, al ser el Gerente de Recursos Humanos, debes decirle que hacer a los demás —dijo con un tono de reclamo en su voz, señalándome con el dedo en forma de acusación—, pero no vine a pelear, no hoy. 

Se sentó en el asiento junto a Yugyeom entregándome la carpeta a la par. 

Mientras revisaba las percepciones, podía escuchar a Yugyeom argumentando a Jackson que Recursos Humanos no le dice a los demás "que hacer" en específico, mientras que este último solo repetía "pero me entendieron".

.。・゜・。..。・゜・。..。・゜・。..。・゜・。..。・゜・。..。・


El día transcurrió de lo más normal. Para la hora del almuerzo, Yugyeom ordenó comida china después de un comentario algo racista hacia Jackson, al decirle "Al ser chino, ¿no deberías de saber preparar comida china para no tener que ordenarla?". Reí ante ese comentario y le dije a Yugyeom que llamara para ordenar la comida antes de que Jackson se fuera ofendido a otro lado.

—Han estado muy irrespetuosos conmigo hoy —refunfuña Jackson—, si quieres comida china auténtica, vete a China, mocoso.

—¿Entonces no sabes hacerla? —pregunté—, ni para ser chino sirves.

—Coman mierda, ambos —dijo antes de sorber de su bebida.

—¿Esa sí sabes hacerla? —contestó Yugyeom -refiriéndose a la mierda- tan rápidamente que pareciera que ya supiera lo que Jackson iba a decir.

Una fuerte carcajada salió de mi garganta a la par de que Jackson soltaba leves puñetazos en la costilla izquierda de Yugyeom, mientras este procuraba que el teléfono no se le cayera de la risa y de los golpecitos.

—Ah, hola,... quisiera ordenar...—Yugyeom comenzó a hablar con quién le tomaría la orden. Para lo que tiré de la chaqueta de Jackson con el fin de que lo dejara en paz.

—Dejalo ordenar y después lo matas.

—Algunos mocosos deben aprender a respetar a sus mayores. 

Estabamos en el pequeño comedor de mi departamento (Recursos Humanos), sentados junto a una pequeña mesa bebiéndo café, al menos yo. Él bebía una especie de licuado verde de aspecto letal. 

—Jaebeom hyung, ¿ya viste la lista de estudiantes universitarios que van a ingresar a realizar sus prácticas profesionales a la empresa? —enunció Wang sin despegar la vista de su celular.

—Sí, Jackson, yo te envié esa lista.

—Ah...bueno, de cualquier forma, va a entrar un practicante a mi departamento, así como Yugyeom contigo. Revisé sus datos, y no se ve interesante.

—Es un practicante, Jackson, no una conquista ni sujeto de estudio, para que ni intentes asustarlo o meterle ideas a la cabeza. No estoy muy de acuerdo en asignar un practicante a tu departamento, pero el gerente insitió en aumentar el número de estudiantes permitidos para sus prácticas estas vacaciones de verano.

—Debes amarme mucho.

Antes de que pudiera responder a la estúpidez que dijo Jackson, Yugyeom se acercó a nosotros.

—Listo, la comida llega en veinte minutos. Me aseguré de que fuera Bambam quién la trajera —guardó su celular en el bosillo de su chaqueta. 

—¿Por qué Bambam?, ¿Y si la comida llega a medio comer?, ¿O no llega? —manifestó el chino.

—Bambam está trabajando de repartidor para comprarle un regalo a su novia. Según Yugyeom, Bambam escuchó que su padre ahorraba mucho para comprarle regalos a la que ahora es su esposa, madre de Bambam. Y púes este tórtolo se conmovió y quiere comprarle un regalo a su chica con su propio dinero —le conté a Jackson, y este último asintió con la cabeza alzándo las cejas en signo de comprensión.

—Y como Jackson hyung es rico —continuó Yugyeom a mi relato—, le puede dar una buena propina.

—Ah, ¡vaya estrategia! —exclamó el chico rico de los tres. Yugyeom y yo reímos por la indignación de Jackson—. Dejándo de lado el hecho de que me quieren solo por mi dinero, me parece muy lindo por parte de Bambam lo que quiere hacer.

—¿Ves, Jaebeom hyung? Todos opinamos que no tiene nada de malo el ser atento con la persona que ama.

Me giré a ver a Yugyeom extrañado.

—Nunca dije que fuera malo. Dije que no tiene sentido gastar en alguien. En cualquier momento el amorío puede terminar y todo ese dinero fue invertido en una relación que al final no dio ningún fruto. 

Silencio. Los tres nos quedamos en silencio.

—Vaya que estás traumado, hyung —dice Yugyeom riendo.

—Si realmente amaste a esa persona y la relación fue buena, cada centavo invertido valió la pena. Al final, si todo se termina, solo queda agradecer y que cada quién se marche por su lado —concluye Jackson.

—Si la relación fue buena, en primer lugar, nunca debió haber terminado —respondí.

—Hay factores externos que puedan provocar un rompimiento, no sé, la distancia, el tiempo que se dedican, ya no se siente lo mismo; hay muchos motivos, no todo se engloba a problemas entre dos —replicó Wang.

—¿Un factor externo sería tu suegro? —arqueé una ceja hacia Jackson. Yugyeom comenzó a reirse. 

—Ese tema contigo no se discute —soltó Jackson poniéndose de pie de forma brusca—. Vamos afuera a esperar a Bambam.

Pobre Jackson, a veces siento que sí exageramos al molestarlo. Y digo a veces, porque hoy no es de esas veces. Se merece más por lo de mi estacionamiento y el día aún no acaba.



REBORN [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora