I'm slipping into the deep end

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El ruido del auto de Seungcheol era lo único que Haneul podía escuchar mientras estaba absorta en lo inmenso del edificio frente a ella, siempre había visto ese lugar desde otros puntos de la ciudad, pero ahora estaba ahí.

—Próximamente serán departamentos y toda la parte de abajo será un museo y centro comercial.—Seungcheol sonreía.—es la mejor inversión que se pudo hacer.

—Debe ser divertido tener tu posición social o la de Jihoon.—Haneul había bajado del auto al ver a los demás llegar.

Guiados por Seungcheol entraron al edificio, aún habían partes que se estaban remodelando por lo cual había bastante ruido, pero ninguno de los trabajadores parecía ponerle atención al gran grupo de personas que entraba, seguramente Seungcheol iba a ese lugar mucho por lo cual se les hacía normal.

—Tú padre esta vez sí que hizo algo bien con su fortuna.—dijo Jihoon observando la vista que tenían desde el elevador.—por primera vez los Choi van a ganar en vez de perder.

—¿A caso te duele? Claro eso debe ser, como tú padre no pudo comprar el lugar debes estarte muriendo porque no pudiste ser el mejor.—respondió el mayor haciendo que el lugar se volviera incómodo.

—Este lugar va a fracasar.—Haneul se arrepentía de haberse montando en el mismo elevador que ellos.—teniendo a un paranoico a su cargo.

Ninguno de los dos volvió a decir alguna palabra, quizás realmente sé habían herido, habían tantas cosas que Haneul no entendía de su relación y mucho menos la amistad que todos ellos tenían, entre ellos mismos no soportaban los defectos del otro, pero eran casi capaces de dar la vida por todos.

—Este lugar es increíble.—aquel había sido Seokmin.

Y Haneul concordaba con el, ese último piso era increíble, ya estaba completamente terminado y era un penhouse equipado con lo último en tecnología para el hogar, muebles que seguro costaban más que la propia casa de Haneul y su auto incluido, tenía una terraza inmensa que daba hacía otro edificio casi del mismo tamaño.

—Son bienvenidos a mi humilde casa.—el sarcástico Seungcheol había regresado.

—Esto si es vivir con estilo.—Mingyu se miraba bastante emocionado.

En una esquina estaba Soonyoung tomando discretamente la mano de Jihoon, quizás queriendo controlar su trastorno, sabiendo que el mayor estímulo de este era ver cómo se halagaba a otra persona. Ese gesto le precia muy bondadoso a Haneul. Ellos ya no eran los chicos que se odiaban, de hecho quizás jamás lo llegaron hacer.

—¿Por qué nos reunimos todos y por qué ella está aquí?—Haneul ni siquiera había notado la presencia de Junhui.

—Seungkwan, esta muerto.—dijo Wonwoo seriamente.

A diferencia de lo que todos esperaban Junhui parecía muy sorprendido, hasta tal punto en que todos dejaron de verlo como un sospechoso.

—Éramos pocos los que conocíamos donde estaba viviendo, así que nuestros sospechosos son cero.—agregó Dino intentando darle más información a los chicos que no habían estado antes.

—Gracias a que Haneul, presente aquí estuvo detrás de nosotros varios día, podemos saber que ninguno de nosotros fue.—la mirada de Jeonghan se había encontrado con la chica.—debemos saber que fue lo qué pasó con Seungkwan, esto ya no se trata de intentar salvarnos a nosotros mismo sino de averiguar porque alguien pudo asesinarlo.

—¿No será peor hacer eso?—Minghao por fin había hablado.—pensé que la idea era no ser blanco fácil de la policía.—Haneul se empezaba a sentir incómoda, pues la mirada de todos estaban sobre ella de nuevo.—deberíamos dejar todo atrás y ya.

—¿Dejar impune la muerte de uno de nosotros? Sería algo con lo que no podría vivir, cada uno de nosotros orilló a Seungkwan aislarse.—Jeonghan volvía a tomar el mando de la discusión.—no investigar, me haría pensar cada día, que yo no respondí a su llamado.

En las expresiones de cada uno se reflejaba el mismo sentimiento que Jeonghan intentaba explicarles. Seungkwan seguramente los llamó a cada uno en busca de un poco de ayuda, pero ninguno quiso volver a relacionarse con el, por temor o quizás solo para olvidar lo que había pasado.

—Yo, se que debe ser confuso que esté aquí y que quiera ayudar a encontrar al que hizo esto.—Haneul tomó aire.—y que ni de lejos podremos ser amigos o algo parecido, pero no me gustan las injusticias, así que daré todo de mí para encontrar al culpable.

—Todos juntos lo haremos.—agregó Seungcheol.

Por un segundo todos parecían débiles, indefensos ante la situación que se les presentaba y no era un muy buen motivante que un amigo suyo estuviera muerto.

—Debemos ir descartando personas.—Chan había roto el silencio para incentivar a los demás.

—Haré café.

Seungkwan, el chico que lo había empezado todo ahora una vez más era el tema principal entre los doce chicos, su vida volvía a ser relevante y todo para encontrar ese error, a esa persona que quisiera acabar con su vida.

Deep End • SeventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora