Las palabras suicidio estaban grabas en la cabeza de Haneul, había dejado de lado su corazón roto por Hansol, el chico que pocas veces hablaba quien solo miraba desde lo lejos y que claramente estaba llevando una lucha interna demasiado dura, y ahora ya no estaba.—Lo que se sabe hasta ahorita es que llego después de estar fuera un par de horas en la mañana.—Seung miro a su hija sabiendo que ella seguramente había convivido con el.—al regresar la familia salió y al volver estaba en su habitación con una sobredosis de una mezcla de medicamentos.
—¿Por qué no hicieron algo por salvarlo.—Haneul no sabía de donde venía aquel sentimiento de culpa que se estaba formando en su pecho.—existe el lavado de estómago para esos casos.
—Haneul lo intentaron.—respondió Seung con una expresión seria.—el chico ya no tenía mucho tiempo más antes de que dejara de ser el mismo de siempre.
Haneul recordaba poco de la enfermedad del chico, solo sabía que el mismo hacía bromas sobre cómo olvidaba muchas cosas durante el día, pero no sabía nada más Hansol jamás dejó que nadie rebasara esa barrera invisible que había entre todos.
—¿Sabes cuando será su funeral?—pregunto Haneul sintiendo de nuevo ese característico y reconfortante tacto de su mamá en su cabello.
—No lo se, pero te digo en este mismo momento que no quiero que vayas debes alejarte de todos ellos.—Seung seguía con su expresión seria.
Haneul entendía la preocupación de su padre y claro que ahora iba a querer protegerla después de que ciegamente cayó en manos de un hombre que no le había importado en lo mínimo como se sentía.
Rápidamente la noticia de que Hansol ya no estaba más llegó a cada uno de los chicos dejándolos abatidos y con una horrible sensación, era como si poco a poco cada uno estuviera cayendo y rindiéndose ante sus trastornos, de sus problemas y todos esos años donde solo estuvieron luchando por intentar encajar en una sociedad que se negaba a aceptarlos.
No hubo ningún tipo de señal por parte de ninguno, esa noticia los había dejado en blanco y con el corazón roto porque nunca prestaron la atención suficiente al chico guapo con una enfermedad rara, solo dieron por sentado que él siempre estaría ahí para darle un respiro a esos momentos tensos con algún comentario chistoso, casi siempre burlándose de sí mismo y ahora ya no estaba.
—No quiero ni imaginar cómo está su familia.—el tono de voz de Seokmin era bajo.
—El suicidio nunca es un tema fácil para nadie y mucho menos para la familia que es víctima de esos casos.—agregó Jeonghan revolviendo con una cuchara su café.—Pero Hansol debía tener grandes razones para hacerlo.
—Aún así, acabar con su propia vida es mucho.
—¿Nunca lo has pensado?—cuestionó Jeonghan aún teniendo su mirada perdida en su taza de cafe.
—¿Suicidarme?—Seokmin negó rápida y varias veces.—jamas, mis problemas no son un impedimento para mi más bien son como un reto para seguir adelante.
—Todos deberíamos ser como tú.—una sonrisa melancólica apareció esporádicamente en el rostro del mayor.—pero hay días en los cuales es tan difícil levantarse y tener que enfrentar la realidad de que no somos como otras personas que pueden aspirar a tener una familia o un trabajo normal.—eso último le había llegado a Seokmin pues él siempre terminaba dejando los trabajos.—así que él tomarse unas cuantas pastillas no parece tan mala idea.
—Pero no lo vas hacer.—el manar sonaba bastante temeroso y la idea de Jeonghan también se fuera le aterraba porque se estaba quedando sin las únicas personas en las que confiaba.
—No.—su expresión se relajó y Jeonghan suspiró.—debo irme, si sabes algo sobre el funeral me avisas, creo que es lo único que podríamos hacer por la menoría de Hansol.
Seokmin siguió con la mirada a Jeonghan quien realmente le empezaba a preocupar, cada vez que lo volvía a ver se miraba peor, estaba más delgado, hablaba menos y se apartaba rápidamente de todos, estaba volviendo a esconderse detrás de ese trastorno que le hacía creer que no sentía nada por nadie más, pero la verdad era que él sentía mucho y de manera muy intensa.
En definitiva todos debían poner una alerta sobre Yoon Jeonghan.
Con pasos lentos Jeonghan volvía a su casa, aquel día había decidido tomar el camino largo, ese camino que siempre evitaba porque por esas calles siempre habían muchas personas y él buscaba evitar cualquier tipo de contacto con otras personas, pero ese día más que nunca necesitaba sentirse rodeado de otro ocupaba algo que le dijera que seguía vivo, que debía seguir vivo y luchando cada día.
Tampoco quería empezar a preocupar a los demás y que le impusieran a alguien de niñera, pero el ya tenía demasiado tiempo sintiéndose peor cada día, el simple hecho de pensar en levantarse lo hacía sentir agotado y claro también había descuidado demasiado su poca vida social, ya tenía dos semanas sin hablar con su madre y ya no lo llamaría porque lo conocía, él siempre llegaba a un límite donde solo quería estar solo y alejado, pero en ese momento no podía hacerlo y no sabía hasta donde más podría llegar.
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Deep End • Seventeen
Fanfiction"Estoy perdido en la profundidad" *segunda parte de Twisted Games*