Where the blackness burns beneath

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Las semanas pasaban y para suerte de todos las cosas parecían haberse tranquilizado, cada uno estaba concentrado en sus propios asuntos hasta aquel día donde todos estaban de nuevo en la casa de Seungcheol sin saber el motivo.

—¿Dónde esta?—Wonwoo cuestionó impaciente.

—Dijo que no tardaba.—respondió Haneul escuchando como el elevador se abría.

—Por fin.—Junhui parecía confundido al ver a Seungcheol.

A lado de Seungcheol estaba un hombre vistiendo ropa casual, era casi de la edad de Seung padre de Haneul y al igual que todos en aquel lugar parecía confundido de estar ahí siendo observado por tantos.

—Pase por favor.—el señor se adentro al lugar aún viéndose incomodo.—él es DakHo, amigo del fallecido ChungHee.

La tensión en aquel lugar había aumentado exponencialmente, estaban quizás delante de la persona que había estado acabando con ellos poco a poco.

—¿Tú asesinaste a Soonyoung?—Jihoon había sido el primero en alterarse.—¿por qué?

—¿Asesinar?—DakHo parecía confundido y asustando por tal acusación.

—Tranquilo.—Haneul tocaba el hombro de Jihoon.

—Antes de venir yo le conté por lo que estábamos pasando.—Seungcheol se dirigía al hombre a su lado.—creemos que por ser una persona cercana al fallecido ChungHee podría estar relacionado a ciertas muertes.

—Yo lamente mucho la muerte de mi amigo.—DakHo los miraba a todos.—y conozco bien que era un persona demasiado aficionada, con intereses extraños y que por eso pudo hacerse de enemigos como su amigo, hasta ustedes mismos, pero yo no tendría razones para acabar con ustedes, eso es demasiado trabajo para una sola persona.

—¿Cómo podemos confiar en usted?—Seokmin no parecía creerle mucho.

—ChungHee me contó varias veces su idea extraña de crear un grupo de chicos con trastornos específicos con el fin de manipularlos hasta tal punto de que hicieran todo lo que el quisiera, cosas como cometer crímenes o asaltos.—DakHo de verdad quería que le creyeran porque no tenía motivos para mentir.—eso claramente es poco ético, nuestra profesión es para ayudar no para planes así y menos contra jóvenes.

—Ahora pienso que él era quien ocupaba un psicólogo.—bromeó Junhui.—por eso insistió tanto en reunirnos.

—Trece chicos con trastornos que eran fáciles de manipular.—Dino observó a Seungcheol.—a excepción de uno, le dejamos todo tan fácil.

—Seungkwan de alguna forma siempre lo supo y por eso hizo lo que hizo.—Mingyu estaba tranquilo en el fondo de no haber terminado dentro un experimento tan raro como el ChungHee.

—ChungHee no siempre fue una persona cuerda, pero aún así su familia merece saber la verdad, y ustedes mismos tienen que decirla.—todos ahí sabían que aquello que DakHo decía era cierto.

—Le agradecemos que haya venido hasta acá, esto nos saca de dudas.—dijo Haneul intentando dar por terminado aquello.

A pesar de ya saber que el amigo de ChungHee no era la persona culpable detrás de las muertes de tres de ellos, no los dejaba tranquilos, de hecho solo quedaban más dudas que al principio y ahora ya no tenían más sospechosos.

—Deberíamos dejar de vernos.—MingHao había sido el primero en romper el silencio.—estas semanas nada a pasado y quizás sea porque no nos hemos visto, pensamos que nuestra fortaleza sería siempre estar unidos, pero es nuestra debilidad.

—Concuerdo.—Junhui miraba con algo de pena a Jihoon.—pero les recuerdo que Soonyoung murió aquí y antes de eso todo estaban reunidos, puede que ese ataque iba dirigido a todos.

—Yo opinó que sí deberíamos separamos un tiempo, solo así sabremos si la teoría de MingHao es cierta, igual hoy faltaron dos.—Wonwoo señalaba lo obvio pues ni Joshua ni Jeonghan habían dado señales de vida.—es la mejor forma de protegernos.

—¿Todos están de acuerdo?—Junhui miro como todos asentían.—entonces es hora de irnos, pero sean cuidadosos, esto solo es una teoría.

Después de unos minutos donde cada uno acordó regresar si las cosas volvían a ponerse difíciles y así poco a poco se fueron.

—Puedo llevarte a tu casa.—ofreció Jihoon.

—Esperare a Seungcheol para explicarle todo.

—Ten cuidado Haneul, Choi no es fácil.

—Lo se, pero no te preocupes sé cuidarme solita.—Jihoon sonrió y ella después de varias semanas podía verlo un poco más feliz.—deberías intentar superarlo antes de que te haga más daño.

—Aún tengo grabado en mi memoria sus últimas palabras y me odio cada día más por hacerle creer tantas cosas que no eran ciertas.—ahí estaba de nuevo el Jihoon roto.—jamás debí decirle que lo odiaba.

—El en el fondo sabía que eso jamás podría ser cierto y un día tú también te darás cuenta de eso, para poder perdonarte a ti mismo.

—Y por eso Soonyoung deseaba ser tú amigo.—Haneul no entendía lo que Jihoon quería decir.—siempre comentaba que percibía en ti una buena vibra y mucho positivismo a pesar de la extraña circunstancia en la que nos conocimos todos.

—Me hubiera encantado ser su amiga de verdad.

—Y él hubiese sido muy feliz.

Haneul no resistió más y abrazó a Jihoon, ya no quedaba casi rastro de aquel chico que siempre discutía porque él tenía más que otros, el perder a Soonyoung lo había dejado sin nada aunque aún lo tuviera todo.

—Tengo que darte algo.—el bajito parecía confundido mientras Haneul sacaba de su bolso una libreta.—es de ChungHee.

—¿Por qué me lo das?—Lee no estaba muy seguro que querer tomarlo.

—Se que sabrás que hacer con él cuando sea el momento indicado, solo debes llevarlo con la policía.—Haneul estaba confiando en el.—y ya.

—Ten cuidado, por favor.—Jihoon había tomado la libreta antes de irse.

Una extraña sensación de vacío invadía a Haneul, aunque aún no tenían el caso resuelto todo parecía normal.

—¿Donde están los demás?—Seungcheol aparecía en la vista de Haneul.

—Se fueron.

—¿Por qué? Aún no hemos resuelto nada.

—Acordamos que era más seguro estar lejos, estas semanas no a pasado nada malo porque no nos hemos reunido.

—¿A quién se le ocurrió esa locura?

—MingHao.

—Y le hicieron caso, él ya tenía mucho sin querer estar aquí ni involucrarse.

—¿No crees que sea buena idea?—Haneul se sentía un poco perdida ante la actitud de Seungcheol.

—Estando lejos todos será más difícil.—Seungcheol pensó sus palabras.—saber si están todos bien, me preocupa que algunos de ellos comentan alguna estupidez.

—No debes preocuparte, tú lo dijiste, todo esto está llegando a su fin y con el DakHo podemos decir que casi estamos libres de este juego.—Haneul sonreía.

—Espero así sea.

—Debo regresar a casa.

—¿Me disculpas si no puedo llevarte? Debo verme con mi padre.

—No te preocupes, tomaré un taxi.—Haneul le dio un corto beso a Seungcheol.

Deep End • SeventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora