It's taking over

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Seungcheol había hecho a un lado a ambos jóvenes para acercarse a Haneul, a pesar de las circunstancias el acercó su mano al rostro de la joven temiendo ser rechazado.

—Sabes que no puedo dejarte ir.—su voz sonaba demasiado triste.

—Siempre planeaste hacerlo.—Haneul alejo la mano de Seungcheol para ir hacia la caja donde habían armas para tomar una y revisarla rápidamente.—hazlo aquí mismo.—él había dudado en tomar el arma.—tienes que hacerlo tú, no esté par.

—Haneul.

—Sabes cómo hacer un maldito plan para asesinar a las personas que más te han entendido, así que debes saber cómo asesinarme.—ella había tomando su mano donde estaba el arma para llevarla hasta su pecho.—aquí tienes que disparar.

Seungcheol no sabía porque estaba siendo tan débil y cobarde en ese momento, ella no podía salir de aquel lugar, al menos no viva porque una vez pusiera un pie fuera todo acabaría, pero con solo imaginarla muriendo le dolía y odiaba sentirse de aquella forma.

—¡Hazlo!—Gyeong le gritaba desde atrás.

Haneul estaba delante de el con una expresión imposible de leer, parecía no tener miedo a morir en ese momento.

—Si no lo haces yo mismo lo haré.—Hyeon estaba desesperado.—nos libraríamos este juguete.

—Ustedes la escucharon.—Seungcheol volvía a recuperar su fuerza.—¿algo más que quieras decir?

—Sabes que me di cuenta que cuando estoy contigo, siempre me siento inferior.—la voz de Haneul era tranquila.—No debí enamorarme de ti, pero no lo pude evitar.

Seungcheol jamas se imagino que hacer que alguien se enamorara de el haría que este se sintiera mal, porque el amor no debía hacerte sentir peor, sino debía hacerte querer ser mucho mejor, quizás el no debía ser alguien amado, no debía aceptar el amor de otros.

—Hazlo de una vez.—Hyeon se había acercado.

Seungcheol por impulsividad, le disparo al chico, hiriéndole una pierna.

—¿Qué te pasa? Nosotros no somos el enemigo.—Gyeong rápidamente se había acercado a Hyeon quien se retorcía del dolor.

—Esto es lo que te gusta, hacerle daño a otros, por eso nos metiste a todos en tu horrible juego.—Haneul miraba de reojo a ambos chicos en el suelo.—Te gustaba vernos venirnos abajo.

—No.—respondió Seungcheol inconscientemente.

—Seguro hasta querías reír en las caras de esas familias.—ella no sabia si saldría de aquel lugar viva, pero al menos intentaría hacerle ver a Seungcheol todo el daño que había estado causando.—Y por poco también tendrías que haber cargado con la muerte de Jeonghan, el intento tirarse de un techo el día del funeral de Soonyoung.

—¡Deja de hablar!—el volvía a apuntarle con el amar.—crees que eres más lista que yo, pero no, Haneul yo solo cargue con todo este plan.

—Si, sí hasta que llegue yo.

—El error.—eso le había dolido a Haneul.—pero no temo con dejarte morir.

—Entonces hazlo, ¿por qué solo sigues hablando? esta es tu oportunidad, elimina la falla.—Seungcheol odiaba tener que estar luchando entre lo que debía hacer y lo que su corazón le debía que no debía hacer.

Sus miradas se encontraron e intentaron decirlo todo, guardando en su memoria esos últimos instantes donde ninguno de los dos sabia que podía pasar, lo único claro era que los dos no podrían salir de ese lugar.

—Realmente estaba empezando a enamorarme de ti.—aquello sonaba bastante sincero por parte de Seungcheol.—en otra vida se que seríamos una pareja perfecta.

El realmente lo haría, sino ¿por qué diría tales palabras? Se estaba despidiendo de ella.

¿Era el final de Haneul?

—Baja el arma.

No, aquel día ella no moriría, aún.

Varios oficiales estaban ahí mismo todos apuntando a Seungcheol, a un costado intentando pasar desapercibido estaba Lee Jihoon, el héroe de Haneul.

—Yo también pienso que pudimos ser la pareja perfecta.—dijo Haneul finalmente.

La derrota se podía ver en el rostro de Choi y a pesar de que aún tenía el arma en sus manos ya no tenía intensiones de usarla, no cuando estaban sobre el, Gyeong y Hyeon ya estaban siendo sacados del lugar y ya lo único que quedaba era entregarse, para así aún tener un poco de dignidad.

—¿Cómo lo hiciste?—pregunto Choi antes de que lo esposaran.

—Yo también tenía mi propio plan.—una mirada confundida fue lo ultimo que Haneul había obtenido.

Los policías hacían su trabajo de recolectar todas las evidencias y Jihoon se acercaba lentamente a la joven.

—¿Realmente terminó?—era lo único que él podía preguntar en ese momento.

—Aún queda mucho, pero al menos termino esta pesadilla.—Haneul se sentía más ligera al ver como todas esas cajas con fotos y armas se iban, y mucho más importante que las personas involucradas en los asesinatos de los chicos serían sentenciados.

—Perdona que haya tardado tanto, no fue tan sencillo como dijiste que sería ir a entregar la libreta de ChungHee.—Jihoon miraba a los últimos oficiales salir.

Haneul siempre supo que tener aquella libreta le podría ayudar en alguna situación como aquella y por eso  se la había entregado a Jihoon con la esperanza que él supiera que debía entregarla para salvarla.

—¿Nos vamos?—ella asintió con una sonrisa melancólica.

Con pasos lentos ambos salieron de aquel lugar, reflexionando sobre todo lo que habían pasado, las muertes de inocentes y como Haneul por poco perdida la vida en manos de Seungcheol.

—Todo tiene que empezar a mejorar y el sol brillará de nuevo para nosotros.—aquellas palabras de Jihoon reconfortaban a Haneul.

Estando en la planta baja del edificio ambos vieron el gran alborotó que habían causado, habían personas que seguramente no sabían nada sobre lo que había estado sucediendo, y también había una cara familiar para Haneul.

—Pensé que había sido claro en que no te quería cerca de estos chicos.—Seung parecía molesto con su hija.

—Pero logre que atraparan a los culpables.—respondió Haneul intentando salirse con la suya.

—¿Que hubiera hecho si ese loco te hubiese disparado?—ahí estaba de nuevo su padre preocupado.—yo no estaba ahí para protegerte.

—Salió todo bien, tenía todo bajo control.

Seung siempre solía ser un hombre que no mostraba mucho sus emociones, pero cuando se trataba de su hija no le importaba así que la atrajo a sus brazos, quería mantenerla para siempre ahí y protegerla, aunque en el fondo reconocía que era una joven muy valiente.

—Las cosas ya no serán fáciles después de esto.—Seung miraba a Jihoon.—esto solo es el principio de algo que llevará tiempo en resolverse en su totalidad.

—Lo sabemos.—Haneul se había separado de su padre.—y estamos listos para todo lo que venga.

Deep End • SeventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora