Deep End • Seventeen

I am under the surface

Todo parecía tan irreal, todo había empezado con una sola muerte y ahora dos más de ellos ya no estaban, quizás era el karma quien se los estaba llevando uno a uno, pero cada vez dolía más, cada muerte significaba perder a alguien importante dentro de su extraño grupo.

—¿Qué haces aquí?—Jeonghan escucho la voz de Haneul.

—Allá bajo todo es demasiado triste y eso que a mi me cuesta entender las emociones de los demás.—él se escuchaba cansado.—no creo que pueda seguir yendo a funerales.

—Pronto daremos con la persona que está haciendo todo esto.—Haneul intentaba ser positiva, pero realmente ya no encontraba razones para serlo.—y terminaremos con este juego.

—¿Aún crees en tus propias palabras?

No, la respuesta era no, pero ella no se atrevía a decirlo.

—Aún en las noches cuando estoy solo en mi cama puedo ver a estas familias destrozadas por un crimen que cometimos.—Jeonghan subió a la orilla del edificio, no era tan alto, pero si lo suficiente como para hacer algún daño grave sí llegaba a caer causando que la joven se pusiera tensa.—puedo escuchar su llanto y lo peor es que siento mucha culpa, ¿soy culpable de todo esto?

—Baja de ahí por favor.—Haneul estaba nerviosa.—puedes hacerte daño.

—No creo que sea totalmente culpable, digo yo intenté hacer las cosas bien, pero me dejé arrastrar por Seungcheol y su maravilloso plan, pensé que podría ser una clase de líder para esos chicos que no estaban tan mal, y mírame jamás podría ser un líder.—Jeonghan no notaba lo cerca que estaba de la orilla, un movimiento mal y caería.—nunca lograre nada.

—No seas tan duro contigo mismo, todos estamos bajo mucha presión y creemos que no podemos, pero muy pronto todo acabará.

—Sería tan sencillo solo dejar que todo deje de doler tanto.—el más alto tenía la mirada fija en Haneul y realmente parecía decidido en dejarse caer.—ya estamos en un funeral y yo no tengo familia aparte de mi madre que venga a llorarme, solo necesito dejar que fluya todo.

—Por favor, baja de ahí, esta no es la salida ni la forma de ayudar a esos chicos que están abajo, ellos esperan por ti, aparte de Seungcheol eres en el único en que confían.—Haneul se acercaba lentamente hasta donde estaba el.—no puedes hacerle esto, ellos ya están pasando por mucho.

—¿Y mi dolor no interesa? Conozco mi condición y ustedes también, pero juro que está situación, el estar viniendo a estos malditos funerales me están acabando porque no sé cómo expresarme, no sé cómo dejar salir todo lo que siento aquí.

—Puedes decirme a mi como te sientes, empieza por ahí y verás que todo irá mejor.—Haneul había extendido su mano para Jeonghan.—yo te escucharé.

Jeonghan observaba la mano de Haneul, temblaba y su rostro era de pánico, realmente pensaba que podría tirarse de aquel techo.

Preguntarle a él sí en algún punto pensó en quitarse la vida sería sencillo para él responder; por qué sí, lo había intentando muchas veces, algunas veces solo porque estaba harto de su vida y otras porque no tenía a nadie a su lado para decirle que esa no era la salida.

—No hagas esto, por favor.—la joven delante de ella suplicaba y estaba al borde de las lágrimas.

Con muchas dudas Jeonghan tomó aquella mano y bajo, haciendo que Haneul respirara con más normalidad, jamás había visto que alguien se tranquilizara después de intentar quitarse la vida, aquello de verdad era muy nuevo para él, pero no le desagradaba.

—Salgamos de aquí.—dijo Haneul.

En el funeral las personas aún mantenían sus expresión tristes, algunos lloraban, otros conversaban sobre la tragedia, después estaban esos chicos que conocía, sus rostros no expresaban nada a excepción de Jihoon, sus ojos hinchados, rojos al igual que su rostro, había estado llorando una vez más, aunque no sabía con seguridad si este había dejado de hacerlo en algún momento, era el más afectado de todos.

—¿Qué te paso?—Seungcheol miraba fijamente a Haneul mientras está solo negaba para no preocuparlo.

—Debo irme.—anunció Haneul mientras se acercaba a Jihoon.—mi celular estará encendido por si ocupas cualquier cosa.—sin pensarlo mucho ella lo abrazo.—no estas solo.

Jeonghan por su parte se había salido del lugar sin avisar, solo quería irse no soportaba más la presión.

—¿Por qué siempre huyes?—Haneul iba detrás de él.

—Es mi forma de decirles que ya no puedo más.

—Dijiste que querías ser escuchado.—ambos se habían detenido.

—Sí, pero no por ti.—ella no entendía el cambio de Jeonghan.—crees que serás nuestra salvadora, ¿quieres tomar el lugar de ChungHee? ¿Crees que así lograrás hacer que Choi te ame?—una sonrisa sarcástica aparecía en el rostro de Jeonghan.—solo te recuerdo que a ChungHee lo mato uno de nosotros y que Choi no sabe amar a nadie más.

Haneul había sido abatida.

—No te creas mi heroina por lo de hace un momento, no lo hice por ti, sino por ellos y la familia Kwon, hubiera sido mucho.

Una vez habiendo acabado con Haneul, él empezó a caminar alejándose de todos ellos una vez más y quizás fuera la última vez que pudieran verlo.

—¿Quieres que te lleve?—Seungcheol estaba solo a pasos de ella.—Supongo que Jeonghan te dejo.

—No lo entiendo, de hecho a ninguno de ustedes.—el más alto sonrió levemente.

—Vamos, te llevo a casa.

—No creo que sea la mejor idea, mi padre es el que está llevando acabo las tres investigaciones y no creo que verme llegar con uno de los sospechosos sea lo mejor.—Haneul se acercó a Seungcheol.

—Se que cuando termine todo esto tendremos una relación como mereces, y me ganaré a tu padre.—Haneul sonreía mientras él sostenía su mano.—podré darte todo lo que desees.

—Yo solo deseo que termine todo, ya no quiero seguir viniendo a funerales ni ver a nadie más sufrir.

—Pronto acabará todo.