I'm lost in the deep end

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Decir que las cosas habían mejorado desde que habían arrestado a Seungcheol y sus ayudantes, sería mentir, pues todos serían sentenciados por complicidad.

—Pensé que después de entregar la libreta todo se volviera más sencillo, pero ahora todo es tan complicado.—Jihoon tomaba un sorbo de su café.

—Es lo qué pasa cuando eres cómplice de un asesinato.—respondió Haneul.

Aquel día todos los involucrados debían presentarse al juzgado y por fin después de muchas semanas todos se volvieran a ver, aunque no fueran las mejores circunstancias para hacerlo.

—Sabes que mi abogado puede ayudarte a ti también.—Haneul sonrió para Jihoon.—es uno bueno, podría ayudarnos a librarnos un poco de todo esto.

Jihoon seguía hablando, pero la atención de la joven estaba en los chicos que iban entrando al lugar portando ropa elegante para verse presentables ante el juez; el primero en entrar fue Seokmin quien se miraba asustado de estar en aquel lugar, detrás de él venía Dino con una expresión neutra.

Para sorpresa de Haneul ahí estaba Junhui, el que menos esperaba ver debido a su historial, venía hablando con Wonwoo quien parecía también estar estresado, pero igual preparado para lo que viniera. Los minutos apareció Joshua acompañado de su familia claramente, puesto que su trastorno había empeorado, Mingyu casi chocaba con la familia Hong en la entrada, pero ahí estaba.

MingHao siempre fue el chico más reservado de todos por lo tanto su llegaba había sido igual, por poco Haneul no se percataba de su llegada.

Y por último llegaban los dos chicos que en algún momento habían sido como unos líderes; Seungcheol y Jeonghan, ambos estaban juntos y todos los miraban, era como si todo recayera en ellos y en parte era verdad, ambos eran las personas que los habían arrastrando a todos a aquel juego.

Haneul ni siquiera intentaba apartar la vista cuando Seungcheol la vio, debía admitir que era extraño verse de nuevo ya que la última vez el le apuntaba con un arma.

—¿Quien es el?—Jihoon señalaba a un señor que entraba al juzgado.

—Seguro es el psicólogo que el juez ordenó.—Lee aún se miraba confundido.—Todos ustedes son personas con trastornos y ocupan asegurarse que todo lo que digan lo digan estando bien.

—Quieren mantenernos controlados.

—De cierta forma, no pueden arriesgarse.—Haneul miro a su padre hacerle señas que de ya podían entrar.—llegó la hora.

Jihoon tomó la mano de Haneul intentando darse fuerza mutuamente, aquel primer juicio no sería nada sencillo y seguro no sería el único, en aquella sala se debatiría la vida de los jóvenes que fueron cómplices de un asesinato y también se haría justicia por la muerte de los tres chicos que ya no estaban.

—¿Estas segura de querer entrar?—Seungcheol la había detenido, su mirada era intensa.

—Es hora de que se haga justicia.—respondió secamente la joven.

—¿Eso es lo que quieres?

—Sí, deseo verte a ti y tus dos ayudantes pagar por lo que le hicieron a Seungkwan, Hansol y Soonyoung.

—Tú también serás juzgada.

—No tengo miedo, estoy lista para lo que sea.

—Debemos entrar.—Jihoon intervino.

Aún dolía saber que aunque Haneul y su corazón latieran por Seungcheol, ese romance nunca podría ser y tenerlo tan cerca lo volvía peor.

Mientras caminaba hasta los asientos de adelante donde debían estar Haneul miraba de reojo a los chicos quienes también la miraban y aunque las cosas parecieran ponerse peor, ellos se miraban tranquilos o resignados a lo que pasará, ya no temían por sus vidas hasta podía verse un poco la felicidad en sus rostros, y aunque ni Seungkwan, Hansol o Soonyoung estuvieran ahí, se sentía su espíritu.

Por fin estaban haciendo lo correcto, haciendo justicia como siempre debió ser, la historia hubiera sido tan diferente si Seungcheol jamás hubiese llegado con una idea, si Haneul hubiera entregado esa libreta antes, pero las cosas ya estaban hechas, ya habían subido y bajado varías veces.

—¿Haneul?—Jihoon la movía un poco para hacerla reaccionar.—debes pasar.

Desconcertada ella pasó, sentía su corazón latir como un loco e inconscientemente hizo el juramento de decir la verdad, los tenía a todos los chicos delante de ella y no parecían odiarla ni siquiera Seungcheol.

—¿Se encuentra bien para dar su declaración?—el juez llamó la atención de la joven a su lado.

—Sí.—ella no sonaba segura, su respiración era entrecortada y no sabía porque estaba siendo de aquella forma, si ella deseaba aquello aunque tuviera que pagar las mismas consecuencias.

—¿Podemos empezar?

Haneul buscaba a su familia ocupaba verlos para sentirse de nuevo segura y entre las personas le pareció ver a los tres chicos; Seungkwan, Hansol y Soonyoung quien hasta parecía sonreírle. Ellos también estaban listos para aquello, sus muertes no serían impunes.

—Adelante.—respondió Haneul con fuerza, la fuerza que los tres chicos le habían dado.

Ella sabía que habían muchas cosas mal en el mundo, pero hacer justicia por esa familia que se quedó sin un esposo y un padre era el principio y después justicia para las familias sería lo siguiente.

Aquello era solo el principio de algo mucho más grande.

Fin.







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Aún falta un capítulo extra, pero oficialmente llego a su fin esta historia que realmente no pensé que llegaría a tener segunda parte, solo espero les haya gustado tanto como a mi me gusto escribirla.

Deep End • SeventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora