Feel the current within

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Las lagrimas corrían por sus mejillas y un dolor que jamas pensó sufrir la invadía, haciendo que cada parte de su ser doliera, era como si hubiese estado peleando toda la mañana con un luchador profesional, pero realmente solo había estado cometiendo un gran error.

—Vete.

Esa fría palabra aun invadía su mente, su expresión tan dura y seria hacia que todo su ser se culpara por lo que había pasado.

—Será mejor que olvides esto.

¿Olvidarlo? eso seria imposible, todo aquello había empezado con un beso tan espontáneo que ella y ni el se imagino jamas que terminaría en algo mucho mas.

—Por favor, no quiero tener que llamar a seguridad.

¿En serio hubiera sido capaz de sacarla a la fuerzas cuando aun estaba solo cubierta con una sabana?

La respuesta era mas que obvia, sí, Choi Seungcheol hubiera hecho que la sacaran cargando de su hogar aunque ella aun siguiera en su gran cama sin nada mas que cubriera su piel.

—Haneul.—el había dicho su nombre tan molesto y fríamente que hizo comprenderlo todo.

Después todo había quedado como un muy borroso recuerdo, ella había buscado rápidamente toda su ropa y cualquier rastro de que aquella mañana había empezado algo que no pensó que terminaría lastimando su corazón de la forma en la que lo había hecho, pero ¿qué esperaba? si al tipo que le había entregado su primer beso y su primera vez era alguien tan inestable como Seungcheol, no se podía pedir que este la dejara quedarse y volverse rápidamente el hombre de su vida.

Aunque ella ciegamente se idealizó una vida a su lado con solo sentir sus labios, el sentirse querida por unos instantes fueron mas que suficientes para dejarla rendida ante sus pies y entregarle el corazón entero sin siquiera parar y darse cuenta que ese hombre que le había arrebatado dos cosas muy importantes jamas dejaría que ella se acercara a el.

Lo sucedido había sido un desliz para él siempre inteligente Choi, una mujer más que pasaba por aquella cama, solo una forma en la que el descargo todo su estrés, un objeto más.

—¿Hija estas ahí?—la voz de su madre hizo las lagrimas de la joven volvieran aparecer, no quería verla porque solo le recordaría lo ilusa que había sido y como había perdido todos los valores que le habían enseñando.—¿Por qué no sales a comer? prepare algo que te gusta.

No hubo respuesta, Haneul ocultaba su rostro en su almohada mientras abrazaba fuertemente su oso de peluche favorito, en ese momento era su único soporte. ¿cómo iba a decirle a su madre que había perdido su virginidad con un hombre que realmente jamas la amaría? ¿su madre podría perdonarla? o peor ¿su padre perdonaría que se relacionara tan íntimamente con alguien que era peligroso?

—¿Por qué no quiere salir?—su madre seguro tenia la mirada preocupada.

—Haneul, hija, sal por favor.—ella quería decirles que se fueran, pero no tenia las fuerzas para hacerlo.—¿Qué le paso?

—No lo sé, cuando la vi llegar parecía normal.—respondió su madre lanzando un suspiro cargado de preocupación.— Iré por la llave.

Haneul maldigo en su mente, olvidaba que a pesar de ser mayor y supuestamente responsable sus padres aun tenían gran control sobre ella, y claro tenían un llave de su propia habitación por lo cual para evitarse mas problemas, abrió la puerta, dejando ver a una chica joven con el maquillaje corrido, unos ojos rojos y el cabello hecho un desastre, esto claro solo alarmo mas a los padres.

—¿Qué te paso? ¿por qué estabas llorando? ¿te duele algo?—Hanuel no tenia palabras ni siquiera para responderle a su padre quien rápidamente tomo su rostro buscando alguna señal de heridas.—Hablame por favor.

—Pequeña.

Una vez más Haneul se vino abajo y empezó a llorar, pero esta vez tenia a su padre para abrazarlo, ninguno de los dos entendía que pasaba solo querían saber que había ocasionado que su hija estuviera en aquel estado.

—Jamas debí.—alcanzo a decir ella entre llantos.—debía escucharte y alejarme de él.

—¿De quién hablas?—Seung podía sentir como su hija se aferraba a él.

—Choi Seungcheol.—decir aquel nombre también dolía porque solo le recordaba como es que él la había llevado hasta el cielo para tocar las estrellas para solo después dejarla caer.

Su madre comprendió que su hija estaba pasando por un corazón roto por lo cual aparto a su esposo y lo hizo salir de la habitación un momento, solo hasta que supiera bien que es lo que había pasado.

—¿Te rompió el corazón?—Haneul sentir como su madre acariciaba su cabello, eso siempre lograba tranquilizarla.

Había hecho mucho más que eso, Haneul había pasado muchas veces por un corazón roto y sabia lo que se sentía, pero aquello era tan diferente.

—El.—el miedo y vergüenza de solo decirlo invadió a la joven, pero el fuerte agarre de su madre le dio valor para decirlo.—y yo.—un suspiro salió de la joven, era valiente, pero no quería ver la decepción de su madre.—nos acostamos.

Su madre aparto sus manos tan rápido que Haneul solo pudo bajar la mirada, estaba lista para recibir los peores insultos, pero solo podía escuchar cómo esta se ponía de pie.

—¿Cómo te sientes?¿te duele algo?—ahí estaba de nuevo su madre la siempre amorosa.—ya eres adulta Haneul, no voy a negar que esperaba a verte casada con un hombre al que amaras, pero jamas podría reprocharte por vivir tu vida.—las suaves manos de su madre recorrieron su rostro.—tu padre tenia tanta razón al decir que alguno de esos chicos te haría mal.

Haneul odiaba que su familia la conociera tan bien e incluso su padre había pronosticado todo aquel desastre aunque quizás no tan extremo como el entregarse a Seungcheol.

—Yo no se como.—empezó a decir Haneul.—decirle a mi papá.

—Yo lo haré.—un beso en su frente la hizo sentir aliviada.—te traeré un té.

Afuera de la habitación de Haneul se podía escuchar la voz de su padre molesta y a la vez decepcionada, aquello era demasiado para ella.

—Dime.—Seung se recargó en el marco de la puerta con la mirada fija en el suelo.—por favor que al menos se cuidó.—Seung no podía creer que su hija hubiese salido aquella mañana aún siendo su dulce e inocente niña y ahora ya no estaba, pero aún así no podía criticarla, no cuando se miraba tan triste y rota.—jamás pensé que te gustara, la última vez que los mire juntos en esa bodega parecías odiarlo.

—La verdad no sé qué pasó.

Seung no soportaba ser frío con su propia hija así que la tomó en sus brazos de nuevo, y ella se sentía segura de nuevo, siempre esos abrazos la hacían sentirse en casa.

—No es el mejor momento para decirlo, pero Hansol.—Seung pensó por un segundo en no decir nada para alejarla para siempre esos chicos, pero conocía a su hija y de alguna forma u otra se enteraría.—lo encontraron en su casa sin vida.

—¿Qué?—Haneul se separó bruscamente de su padre.—¿lo asesinaron?

—Fue un suicidio.








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¿Qué les está pareciendo la historia? ¿Qué más creen que pueda pasar?

Deep End • SeventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora