I'm slipping

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La mirada de Soonyoung estaba perdida en algún punto del jardín de la casa de Jihoon, aquella mañana lo había citado temprano y a pesar de que el rubio le dijo que podía llegar solo al lugar Seungcheol el bajito le suplicó.

—¿Listo?—la voz de Jihoon saco de trance al rubio.—¿estas bien? Tu rostro no parece estar bien.

—Solo tengo sueño, es bastante temprano.—mentira.—no se porque debemos ir tan temprano a casa de Choi.

—Ni yo, pero todos estarán ahí, así que mejor nos vamos ya.

Jihoon quizás no conocía de toda la vida a Soonyoung, pero sabía que algo pasaba por aquella mente que siempre estaba funcionado y luchando contra sus peores demonios, solo que no sabía cómo abordar aquel tema o cómo hacer para que su amigo le dijera qué pasó.

—¿Seguro que estas bien?—ambos ya se encontraban dentro del auto.

—Sueño.

—Soonyoung.

—Solo estoy cansado pensé que todos por fin podríamos ser felices o al menos estar en paz un tiempo, nadie más comprende lo que es soportar todo esto y aparte tener que vivir como un enfermo mental, y sentir como inconsciente algo más te domina y haces cosas o dices cosas que no deseas.—Soonyoung sabía que pronto debía dejar de hablar.—en mis fantasías me miro siendo feliz a lado de la persona que quiero que también pueda ser feliz.

Jihoon tomo la mano del rubio y con una simple mirada le hizo entender que lo entendía pues el día a día debía vivir lo mismo, podía ser que no en el mismo nivel, pero lo entendía.

—Esto será lo último y después lograrás todo eso que ves en tus fantasías.

Soonyoung deseaba poder decirle que solo se miraba a su lado, él era la persona con la que quería ser feliz, pero aún era muy pronto y sabía que su corazón se rompería en el momento en que escuchara alguna excusa tonta para rechazarlo. Aunque siendo razonables ¿quien podría amar a alguien como él? Siempre tendría problemas o se metería en problemas por su trastorno.

—Pasaremos por desayuno, sé que Choi no nos dará nada y no debemos pasar hambre.—anunció Jihoon antes de poner en marcha el auto.

Aunque todos intentaron tener una mañana como normalmente la tendrían ninguno de los involucrados podía negar que a cada paso que daban el temor de que todo saliera mal los invadía, en su posición cada acción que hicieran podía significar el fin para todos, ya no estaban en una posición donde podía pensar de una forma individualista.

—Aquí está su orden.—Wonwoo miró a la joven chica que atendía en aquella cafetería.—¿necesita algo más?

Wonwoo negó intentado sonreír mientras tomaba la bolsa en sus manos para salir del lugar, afuera, en un lugar alejado lo esperaba Junhui quien solo se dedicaba a observar el pasar de las personas.

—¿Nos vamos?—Wonwoo asintió.

Ambos parecían ser dos chicos más, un par de amigos que se reunían en aquella mañana para desayunar, para las pocas personas que les prestaban atención podían pensar que todo iba normal aquel día, pero en el fondo esos dos chicos estaban más que involucrados en lo que podía definir sus vidas para siempre.

—¿No sientes la presión del tiempo contra nosotros? Siento como cada segundo qué pasa algo nos arrastra a nuestro final.—dijo Junhui en un tono melancólico.—por mi parte no sería nada nuevo, pero ninguno de ustedes sabe lo que es estar dentro de prision.

—No vamos a ir a prision, nosotros no hicimos nada esta vez y el caso del psicólogo fue cerrado, así que no, no siento la presión del tiempo.

Junhui a pesar de ser el único temerario de todo aquel grupo no entendía cómo es que alguien como Wonwoo podía estar tan tranquilo y confiado de que realmente Seungcheol los haría estar a salvo de nuevo, y si realmente lo lograba iba a ser un gran milagro, de hecho que él pudiera aún estar afuera era un milagro.

El simple hecho de que en ese momento pudiera estar viendo el sol en aquel amanecer era mucho para el e incluso que fuera a tener un desayuno decente, era algo que él no podía siquiera recordar cuando había sido la última vez que tomo una comida bien.

—Tendremos que tomar taxi o no llegaremos.—dijo Wonwoo buscando un taxi.—vamos ahí viene uno.

Seungcheol como cada mañana llegaba a su edificio esperando encontrarse con los trabajadores ahí, pues él siempre prefería contratar personas que accedieran entrar muy temprano e irse tarde, solo porque así podrían terminar antes el trabajo, era un sistema que a él le gustaba y a su padre igual.

Mientras esperaba que el elevador subiera el se cuestionaba él como había terminado de nuevo en vuelto con todos esos chicos, el debía estarse ocupando de otras cosas más importantes que salvarle la vida a unos chicos que realmente no tenían idea de lo que pasaría si los atraparan.

—Deberías tener más cuidado o un día algún loco entrará.—la voz de Haneul sorprendió a Choi.—tu seguridad es terrible a pesar de que tienes mucho dinero.

—Primero ya entraron varios locos a este lugar así que ya no les temo.—Seungcheol sonreía.—segundo yo les informé que te dejaran pasar, así ya no tendrías que preocuparte por avisarme.

Haneul había pasado de ser una chica confiada a una que se notaba nerviosa y todo ante el gran Seungcheol.

—Traje algo para desayunar.—ella intentó cambiar de tema aunque se seguía sintiendo observaba por el.—aunque no estoy segura que te guste, seguro tú solo comes cosas muy caras y exclusivas.—Seungcheol río mientras seguía observando como la chica acomodaba la comida en la mesa del centro de la sala.—y si vas a comer, te aseguro que no puse nada en ella.—agregó Haneul antes de dirigirse a la cocina para buscar cubiertos.

Aquello último hizo pensar a Seungcheol, nadie ni siquiera su familia jamás le había dicho aquello aún sabiendo que él desconfiaba hasta de lo que comía y aquel pequeño gesto había logrado conmoverlo un poco.

Deep End • SeventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora