29. Si puedo ser infiel, si quiero y que

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Un infierno… si…

Pobre Malfoy… Que después de haberse comido un buen trozo de carne fresca, suave y deliciosa… estar a dieta… es lo peor que le pudiera haber sucedido…

Y llegó echando maldiciones a su habitación en slytherin, pateando todo lo que encontraba a su paso (lástima que no estuvo Pansy en su camino) y rompiendo cuanto podía.

-¡Maldición, maldición, maldición! - Gritaba rabiando como un gato furioso - ¿Qué se cree esa mujer?

Tomo su baúl de ropa y lo volteó con una fuerza impresionante

-¿Draco? - Gimió Goyle desde la puerta

-¡LARGO DE AQUÍ! - gritó fúrico y casi sacando espuma

El chico mejor se fue, antes que Draco comenzara a enviar hechizos a diestra y siniestra.

-¡NO PUEDO CREER QUE ME HAGAS ESTO! - Berreaba el pobrecito rubio dando vueltas hablando solo - ¡DESPUES DE QUE HACES DE MI LO QUE QUIERES EN EL BAÑO, DE QUE ME HACES TODAS ESAS COSAS… INDECENTES QUE DICES QUE ME GUSTABAN, ME DICES QUE NI UNA VEZ MAS!

(¡Ay, pero que hipócrita!)

Respiró un par de veces con mucha dificultad, se apoyo en la pared y no pudo evitar lanzar un puñetazo, estaba decidido ¡Hermione Granger no iba a vencerlo! ¡El no recordaba del todo que le gustaran esos juegos sucios! Así que se reservaría el derecho…

¿Granger quería jugar?

¡Pues jugaría!

Le demostraría que el podía sobrevivir sin ella, sin su cuerpo, sin sus caricias y sin esas palabras sucias desconocidas para él, que ella le decía en esos momentos íntimos ¡Su vida no estaba en torno a pasar un rato de deseos insanos con ella!

-¡Muy bien Granger, entonces jugaremos!

¡Oh, cielos!

El problema era que… la señora Malfoy, al ser un supuesto "fruto prohibido" era lo mas apetitoso que había en Howgarts desde Fleur Delcour… porque la ex - castaña, ahora había adquirido tal seguridad para con los chicos…

Dejando a un lado a Harry y Ron que la miraban negados, ella se encontraba siempre rodeada de las hormonas masculinas más sexys del colegio…

Iván Sanpedro de Hufflepuff, un chico de sangre española, que tenia los ojos almendrados mas apetecibles, que si bien no era muy brillante, tenia una sonrisa que podías decirle si a todo… o su compañero de clases, Rob Vakulic, que tenia el cabello mas negro que la noche y con un rizado exquisito que cualquier chica querría acariciar…

O los Ravenclaws, comenzando con Líam Donovan que no perdía tiempo o Justin Finch-Fletchley el cual había sido premiado secretamente como el chico del cabello más increíble…

Claro, se Slytherin, ninguno se animaba a rondarle, aunque se muriera de ganas, sobre todo, por Draco y su reputación… pero no contaba con que había alguno que odiaba a Draco y deseaba verlo acabado en secreto…

-Señora Malfoy - dijo McGonagall en el gran comedor, mientras un chico dejó seis libros en la mesa - Estos son los libros que me pidió… ¿Los quiere todos o solo le dejo un par?

-Necesito todos… es para mi investigación - sonrió Hermione mientras terminaba su jugo

-¿Quieres que te ayudemos a llevarlos? - se ofrecio Harry

-No te preocupes - sonrió la chica - Ginny y tu tienen pendientes, yo puedo sola…

-Son muchos y son pesados - bufó Harry

Solo Quédate en Silencio. Primera Parte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora