39. Tenemos que sobrevivir

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Apenas Draco caminó con Hermione, los espectros que se encontraban volando los rodearon, girando muy rápido, provocando un mareo en los chicos, el viento helado les calaba los huesos, eran tan fuertes que les impedía avanzar, se escuchaban los lamentos y quejidos funestos estridentemente.

-¡MUERAN LOS TRAIDORES! - gritaban los espectros, y comenzaron a arrojar lenguas de fuego que Draco desviaba con su magia.

-¡Rictumsemptra! - hacia el encantamiento escudo y las lenguas de fuego, se desviaban y quemaban todo a su paso, la alfombra comenzaba a arder, y algunas cortinas.

-¡MUERAAAAAAN! ¡TRAIDORES! ¡GUSANOS! ¡MISERABLES! - y continuaban arrojando lenguas de fuego cada vez mas grandes, que inclusive ya les habían causado algunas quemaduras.

-¡Tengo que ayudarte! - gemía Hermione sacando su varita y apuntando, pero no podía ni sostenerla - sus manos le temblaban

-¡Tenemos que salir de aquí! - pensaba Draco desesperado - sobre todo, cuando llegaron a la sección en donde las figuras de metal los amenazaban con sus espadas filosas.

-¡ATAQUEN A LOS TRAIDORES! - gritó el espectro de la mujer y las estatuas alzaron sus lanzas.

-¡Sectumsemptra! - gritó Malfoy agitando con fuerza su varita - y el soldado de metal que iba al frente se tambaleó - y en la armadura aparecieron cortadas - se le volaron los brazos y su espada cayó al piso, junto con él.

-¡Expelliarmus! - trataba Hermione de ayudarle, pero conforme caminaban sentía que los ojos se le cerraban - quería desmayarse y se aterraba de solo pensar que Draco cargaría con ella y encima de todo - tendría que defenderse de sus atacantes.

-¡Chispa explosiva! - gritó Draco de nuevo agitando su varita - y de la punta salió una bola brillante de color Perla cargada de electricidad - que se incrustó en el pecho de otro soldado de hierro, haciendo explosión al instante, pero aún quedaban muchos - que se acercaban amenazadoramente.

Los ojos de Hermione... amenazaban con cerrarse cada vez más... y Draco pensaba que su fin estaba más cerca que nunca...

-¡Barrera Protectora! - gritó de nuevo el rubio protegiendo a Hermione del fuego, del aire helado, y de los espadazos que los soldados más próximos comenzaban a asestarle.

Encerrados en una burbuja invisible de protección, Draco miraba a todas partes tratando de encontrar una solución - ¡tenemos que salir de aquí!

-Draco... tengo sueño - gimió Hermione débilmente

-¡Aguanta cariño! - susurró el rubio sintíendo que no podría sostener por mucho tiempo, la barrera de protección.

-Sácame de esta pesadilla - susurró la castaña.

-¡Si, voy a sacarte de aquí, cueste lo que cueste! - dijo entre dientes - ¡Pero tienes que hacer un último esfuerzo!

-¿Cómo? - cuestionó Hermione.

-¡Tendrás que correr, yo te guío!

-¡No se si... pueda!

-¡Podrás Hermione ... vamos chiquita... haz el intento!

Hermione le miró a través de sus ojos nublados y sonrió, ambos se pusieron de pie, él la sostuvo fuerte por la cintura, la barrera protectora a punto de extinguirse...

-¡Tunnel  Kraft! - gritó Draco azotando su varita y un rayo potente de luz salió de la punta - la luz formó como un túnel en espiral apartando con violencia a todos los soldados y los espectros.

Draco de inmediato jaló a Hermione a través del túnel... atravesando ese pasillo... quizá quedarían a salvo...

El rubio siguió  jalando  a Hermione por todo el túnel protector, pero un grupo de espectros que volaban alrededor de ellos, se juntaron y enviaron un hechizo para romperlo.

Solo Quédate en Silencio. Primera Parte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora