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Nuevo rumbo

EMILIO

De tanto tiempo sin ver el sol, ya había olvidado de cuántos días llevaba encerrado; lo único que me preocupaba era Joaquín... Él tenía que estar bien

-Ya despertaste ¿Quieres dormir otra vez?- Por más que quería conocer su voz, no podía...

X: Ya no estarás solo ¿Quieres estar con Joaquín?

Emilio: ¡Déjalo en paz! ¡El problema es conmigo!

X: ¡Error! Tu solo fuiste la carnada, el plato fuerte es Joaquín

Emilio: ¡Que lo dejes!

Sabía que era tarde cuando vi que llevaban a Joaquín desmayado hasta donde estaba...

Emilio: ¿¡Qué le hiciste!?

X: ¡Nada! Solo está desmayado

Me sentía totalmente inútil, no quería que le hicieran daño, pero no podía defenderlo. Una vez lo amarraron, pensaron que despertarlo con una tina de agua era buena idea

Emilio: ¡Déjalo!

Joaquín: ¡Estás bien, estás bien!

X: ¡Ay no! Dejen su romance para otro día

Joaquín: ¿¡Por qué no das la cara!?

Emilio: ¿Sabes quién es?

Joaquín: A él lo contrató tu papá; se dedica a eso... Él tuvo el plan perfecto el día de la fiesta por órdenes de Juan Osorio

Emilio: ¿¡De qué hablas!?

Joaquín: ¿¡Le dices tú o le digo yo!?

Sin pensarlo, aquella persona se quitó la capucha y nos dio la cara... La cara que ya conocíamos...

Emilio: ¿¡Tú!?

Diego: ¿¡Y quién más!?

Joaquín: ¡¿Qué ganas haciendo esto?!

Diego: A ti, la historia en donde decía que Emilio te enamoraría ¡Era mía!

Joaquín: ¡Pero tú eras novio de hermana!

Diego: ¡Pero te amaba a ti!

Emilio: ¡Estás enfermo! ¡Estás loco!

Diego: ¡Tu echaste todo a perder! ¿¡Por qué te enamoraste de Joaquín!? ¡Es mío!

Joaquín: ¡Yo no soy un objeto ni tuyo ni de él!

Emilio: ¡Ese fue tu mayor defecto! ¡Creer que Joaquín era de tu propiedad!

Diego: ¡Claro! Con todo esto se me estaba olvidando un detalle

Sabía que Joaquín estaba igual que yo ¿¡Porque Dalexa estaba ahí!?

Emilio: ¡Ella no tiene nada que ver en esto!

Diego: O sea ¿Si es importante para ustedes?

Joaquín: ¡Déjala!

Diego: Dejaré que hablen y decidan quién de ustedes tres se va a ir. ¿La despiertan? No quiero hacerlo a mi manera

Después de millones de gritos entre Joaquín y yo, logramos despertarla

Dalexa: ¿Qué estoy haciendo aquí?