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¿Cambio de planes?

NARRADOR

Después de terminar las grabaciones, ambos pasaron a una pastelería y compraron el mejor pastel de todos y unos frapuccino para Gael y Dalexa...

Joaquín: Ha decir verdad termine cansado

Emilio: Y fue tu primer día Joaco

Joaquín: ¡Lo sé! Solo es cuestión de que mi ritmo de vida se vuelva acostumbrar

Emilio: Así es, ya verás que... ¡mierda! (lo mencionó entre dientes, pero lo suficientemente alto para que escuchará Joaquín)

Al fondo de la calle y a pesar de estar oscura, se podía observar perfectamente a María en compañía de Abel...

Joaquín: Emi, es mejor que nos vayamos por favor

Emilio: ¡Me quema la sangre el simple hecho de saber que ese idiota está con él!

Joaquín: ¡Tienes que serenarte por favor!

Duró más en darle el consejo Joaquín que Emilio el caminar directo a ellos, su compañero de actuación sabía que esto no pintaba nada bien por lo que se fue atrás de él...

Emilio: ¡¿Me quieres decir cuáles son tus verdaderas intenciones con ella idiota?!

María: ¡Emilio por favor!

Abel: ¡¿Qué te pasa?! ¡Te juro que tengo mejores intenciones que tú porque yo no traiciono a quién me ama!

Joaquín: ¡Emilio, vámonos ya!

Emilio: ¡Yo no quiero que andas con este imbécil María!

María: ¡¿Por qué no?! ¿Qué conoces de él para que hables tan seguro de que me hará daño?

Abel: Anda, contesta; yo tengo mi mente tranquila ¿Y tú Emilio? Porque mejor no te vas con tu novia y a nosotros nos dejas en paz

Emilio: ¡No estoy hablando contigo Abel! María, necesito que te alejes de él antes de que te lastime por favor

María: ¿Más que tú? ¿Me pueden lastimar más de lo que TÚ me lastimaste? Por fin creo en el amor y llegas a imponer cosas que ¡Ya no te corresponden!

Abel: Es mejor que recojas tu poca dignidad y te vayas por donde viniste ¿De acuerdo?

Joaquín: Vámonos de aquí, en el departamento hablamos de todo Emilio

Emilio: ¡Quedas advertido idiota!

Abel: ¡Te sugiero que dejes de decirme así o lo vas a pagar muy caro!

Emilio: ¡¿Me estás amenazando?! ¡Porque deberías de saber que no te tengo miedo!

Abel: Pues deberías...

Emilio: ¡A una mierda como tú jamás le tendría miedo! ¡JAMÁS!

Eso fue suficiente para que se encendieran los humos en el lugar y los golpes entre Abel y Emilio surgieran. Por una parte se escuchaba a María gritar que se despertaran y por otra a Joaquín tratando de separarlos...

Poco les duró la pelea cuando un grito en modo de estruendo se escuchó por todo el lugar

-"¡Basta carajo!"- en cuanto los cuatro escucharon eso, reinó el silencio total