¿Qué es la toxicidad en una relación?
La respuesta a esa pregunta me estaba causando un terrible malestar.
Cuando caemos en el mismo agujero del que aseguramos jamás volver, es el momento en que tenemos que alzar la cabeza y mirar la luz sobre nosotros.
Natalia era la personificación del caos que había estado ocasionando los últimos años; era la fuerza con la que había estado golpeando al mundo y ahora el mundo me estaba golpeando a mí. Por mucho tiempo me burlé del amor y ahora era el amor quien se reía en mi cara.
La soledad que me acompañaba esa noche en aquella habitación vacía, se estaba haciendo más pesada. A pesar de que Natalia se había marchado hacía varios minutos, mi corazón seguía golpeando fuertemente mi pecho. Me sentía en un bucle de tiempo el cual comenzaba con mis estúpidos sentimientos hacia Natalia y terminaba justo cuando decidía no seguir más con aquella relación enfermiza que no tenía ni pies ni cabeza. El problema era que el fin, no era más que el mismo comienzo en cuanto la chica arrebata mi realidad con aquellos feroces besos y placenteras caricias. Me estaba dejando dominar por mis instintos... Aunque si lo pensaba detenidamente, lo físico no era lo único que me atraía de la chica. He de aceptar que mi primera impresión fue bastante fuerte; Natalia es de esas mujeres que no puedes ignorar si la tienes enfrente, su belleza es simplemente cautivante, pero como todos sabrán, la apariencia física va acompañada de la apariencia personal como lo es su forma de pensar y de actuar, y en todos esos aspectos, la chica estaba más que bien. Su fuerte personalidad y esa aura misteriosa fue lo que me atrapó en aquel juego de seducción, y era precisamente eso lo que me estaba alejando. Estaba en medio de una decisión que sólo podía resolverse con un sí o un no; la cuestión era saber responder a la pregunta correcta.
La mayor parte de aquella peculiar noche, mi mente no dejó de pensar. Un fuerte huracán surcaba en mi cabeza trayendo diferentes recuerdos y experiencias que no me permitían concentrarme en algo en específico. Tenía un problema que no quería soltar y eso sólo estaba haciéndome hundir en la más profunda oscuridad por lo que no podía ver la salida... O tal vez no quería hacerlo.
En cuanto la alarma destrozó mis oídos, me levanté. No quería estar más tiempo a solas; tenía que callar las voces que no paraban de gritar a favor o en contra de mi patética situación. Tal vez si buscaba mi vida antes de Natalia, podía llegar a encontrar la respuesta que tanto necesitaba.
Con el tiempo a mi favor, logré desayunar con calma en compañía de mi padre quien, sorpresivamente, aquella mañana había decidido ir a trabajar más tarde para poder pasar tiempo conmigo. Aquella confesión me tomó fuera de base. No estaba acostumbrada a esas atenciones por su parte, pero por otro lado, no pude evitar la pequeña emoción que sentí en mi interior al darme cuenta que mi padre estaba cumpliendo su palabra y nada me hacía más feliz.
En el instituto, la sonrisa en mi rostro no pasó desapercibida para Melannie así que me vi obligada a relatar con lujo de detalles el peculiar desayuno familiar.
Mi estúpida cara de felicidad no se esfumó hasta la hora del receso donde se vio opacada gracias a la presencia de Erick y Natalia quienes al vernos se fueron acercando a nosotros como siempre lo hacían. Aquel día no tenía ganas ni fuerza para soportarme a la insoportable parejita, así que justo antes que llegaran a nuestra mesa, me disculpé con los chicos con la excusa que tenía que ir al baño y salí rápidamente de la cafetería.
Como había hecho anteriormente, ese día comencé a entrenar mucho antes que la clase comenzara con algunas compañeras que al parecer tampoco querían perder tiempo. El campeonato estaba a sólo dos semanas de dar inicio y teníamos que empezar a entrenar con más ímpetu por lo que podrán suponer la crueldad del entrenamiento de ese día.
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Juego de Adicciones
Teen FictionJulianne, chica rebelde, conflictiva, adicta al alcohol, al sexo y a la marihuana, tremendamente sexy y amante del control, el prototipo perfecto de la chica imperfecta, pero eso a ella no le interesaba, lo único importante en su vida era divertirse...