Mientras pueda

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⭐Darren⭐


Me he enamorado de nuevo e incluso más de lo que ya le amo. Nicol tiene ese toque inocente y contraproducente que me hace perder la cabeza con solo una mirada. Escuchar su voz fue una dulce melodía que llegó a mi corazón y sacudió mis huesos. Oír por sí misma que me ama, pone mi mundo patas arriba y la felicidad que siento es indescriptible. Es algo que no puedo creer aún; ella estando a mi lado, besar sus labios, probar su piel, escuchar los latidos de su corazón, es mucho más de lo que llegué a pensar durante años. Esperé tanto por su amor, que escuchar decirme todo eso, me da una taquicardia impresionante.

Al llegar al hotel que había reservado la noche anterior, Nicol cayó profundamente dormida. Sé que nunca ha bebido y creo que se pasó de cervezas; en el camino no dejó de decirme lo mucho que me ama y lo mucho que me deseaba. Es una mujer ebria y por más que ella quiera hacerlo, no puedo aprovecharme de su estado. No sería lo mismo.

— Osito — murmura con los ojos cerrados, remuevo su cabello hacia un lado y contemplo su hermoso rostro.

— Descansa, mi amor — abrió los ojos por pocos segundos y sonrió antes de volver a quedar dormida.

Los suspiros se escapan por sí solos de mi boca. Acaricio su mejilla y sonrío; muy pronto será completa y eternamente mía. No importa si su padre no está de acuerdo o si el mío llegue a aparecer para cuando se entere; de eso estoy seguro. Nada de eso me importa ya, por primera vez y después de tanto tiempo seré feliz a su lado, justo como lo soñé muchas veces. Me acurruco a su lado y oliendo su dulce perfume le acompaño al descanso. Espero poder brindarle más días así.

DÍAS DESPUÉS.

— Hoy es la cirugía de la Sra. Porter, mi amor. Tendrás que regresar a casa sola — dije quitándome la bata mientras Nicol arregla varios documentos —. Tampoco sé a qué horas acabe.

— No te afanes, osito. Tomaré un taxi y en cuanto a la cirugía, espero que todo vaya bien — sonrió.

— Gracias, mi amor — tomé el maletín y dejé un suave beso en sus labios antes de salir hacia la clínica.

Manejé por treinta minutos hasta la clínica, según llegué, de inmediato me puse manos a la obra. La nariz de la Sra. Porter estaba demasiado torcida; no había de otra que practicarle la cirugía. La misma tardó pocas horas. Una vez terminé, fui a comer algo en la cafetería de la clínica, ya estaba empezándome a dar migraña.

— ¿Cómo ha ido todo en casa? — Aranza se sentó enfrente mío con un café en sus manos —. ¿Ya hablaron con mi padre?.

— En la casa bien, lo de tu padre sigue igual; tu madre ha dicho que no quiere saber nada de Nicol. ¿No crees que es un poco injusto con ella? Dile la verdad a tu padre, Aranza.

Suspiró.

— Ya lo sé, sé que debo decirle. De hecho, sabes que un mes me casaré con Sammy, pues haremos una cena para que ellos vengan y poder decirle.

— Es bueno saber eso, aunque Nicol no diga nada, a simple vista se nota lo afectada que está.

— No es de menos, siempre han sido muy unidos. Me siento fatal con todo lo que ha pasado y gran parte es mi culpa.

— No te eches la culpa, Aranza. Entiendo perfectamente tus miedos, sin embargo debes afrontar la realidad. Habla con el corazón.

— Si no me gustaran las mujeres, te amaría, guapetón — bromeó y reímos —.Mi hermana no puede estar en mejores manos. Prometo que arreglaré el mal entendido.

— Hazlo por ella, no por mí — sonrió y comimos entre una charla grata.

Me dirigí hacia el auto y Lucy me sorprendió al estar de pie junto a el. ¿Y ahora que es lo que quiere está mujer? Debí imaginar que no se daría rendida tan fácil.

— ¿Qué quieres, Lucy? — pregunté al acercarme a ella.

— ¿No entiendo porque siempre estás a la defensiva conmigo? — negó con una sonrisa —. Da igual, supongo que nada será como antes.

—  ¿Que quieres? ¿No quedamos claros el otro día? — sonrió fingida y enarqué una ceja. Su comportamiento ya me está cansando.

— Te estuve esperando en el restaurante, ¿ya no lo vas a comprar? También te he llamado y tú mujercita no quiso pasar mi llamada. Te cuida muy bien.

— Yo pensé que no lo ibas a vender, pues ese día no estabas muy segura, ¿cambiaste de opinión?.

— Jamás cambiaré de opinión sobre ti — sonrió con malicia.

— No mal interpretes mis palabras. Sabes que me interesa mucho el restaurante, pero si no estás dispuesta a comportarte como una verdadera mujer de negocios, es mejor dejar todo hasta ahí.

— Pero que humor, ya no puedo jugarte una broma porque te lo tomas a mal — ríe y me quedo totalmente serio —. Hasta en eso te cambió, antes eras divertido.

— Si solo has venido a eso, discúlpame; tengo muchas cosas que hacer — pasé por su lado pero me aguantó por el brazo.

— Tranquilo, vine para hacerte una oferta, es todo — apretó la mano suavemente y asentí.

— Te escucho.

— Tomemos un café, ¿sí?.

Lo pensé por unos segundos y asentí. Fuimos a una cafetería cerca a la clínica, ella ordenó una café.

— ¿No vas a comer nada?

— No, ya comí, gracias.

— Bueno, como te decía; que te parece dar el 10% de lo que has ofrecido. El inmobiliario prácticamente está nuevo, hace poco hicieron la remodelación. El terreno también está algo sobrevalorado e investigué y sería la oferta más conveniente. Ambos ganamos.

— Un 5% y lo compro ya — me miró por pocos minutos y desvío la mirada.

— Trato hecho — sonreí y estiró la mano. Algo dudoso la estreché —. Siempre es un placer hacer negocios contigo — Apretó mi mano e inclinó su cuerpo en la mesa —. Te estaré esperando en casa, allí cerramos el negocio con el abogado, ¿te parece?.

— Está bien — no le veo problema alguno —. Llámame para cuando tengas todo listo.

Me levanto e hizo lo mismo.

— Perfecto — inesperadamente me da un abrazo. Me quedo quieto sin saber que hacer —. Te he extrañado mucho.

— No comiences, Lucy — me separo un poco y me mira a los ojos.

— Mientras pueda siempre trataré de recuperarte. Estoy segura que me vas a amar — negué, y nuevamente me tomó por sorpresa, pero está vez con un beso en los labios.

— No vuelvas a hacer un cosa así — le advertí separándome y limpiando mi boca —. Soy un caballero, pero eso no quiere decir que debas aprovecharte de eso. En cuanto al negocio, mi hermana irá en mi lugar, al fin de cuentas, es para ella no para mí.

Salí con toda la rabia de ahí, Nicol no le agradará en lo absoluto lo que acaba de pasar. Espero y crea en mí, sabía que solo venía a causar problemas en mi vida.

Quiero Amarte[En Físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora