Inolvidable

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⭐Nicol⭐


— Mi cielo, si no hubieras intervenido, seguramente le habría partido la cara a esa muñequita — confieso, y ríe conduciendo por la carretera.

— La violencia no te queda bien, mi amor. No debes de rebajarte hasta ese nivel.

— Aveces, solo aveces es bueno para que aprendan a respetarte — lo veo negar y rio.

— Bueno, ya no hablemos más de ello, ¿sí? — asiento mirando por la ventana. Pero necesito saber que clase de relación tenían y si debo preocuparme de algo o no.

— ¿Puedo preguntarte una cosa más?.

— Sí, solecito. Dime.

— ¿Ustedes eran amigos y algo más o tenían una relación? — desvíe la mirada a él y por pocos segundos nuestros ojos se encontraron.

— Tuvimos una relación por algunos meses; cosa que no funcionó. A Lucy la conozco desde niño y mi padre siempre quiso comprometerme con ella.

— ¿Es ella la mujer que te engañó? — negó.

— No, ella era una amiga, la veía como una hermana más. Lucy siempre estuvo conmigo en ese momento tan duro de mi vida, luego apareciste tú y, mi mente no pudo olvidarte — calló por pocos segundos, y me quedé mirándolo fijamente —. Un año después me di una oportunidad con ella, ya sabes, tratando de convencerme que solo eras una fantasía estúpida; pero no pude, soñaba contigo estando con ella. En resumen, nuestra amistad se arruinó porque nunca llegué a amarla como ella lo hacía. Pero no puedo ser tan egoísta con una persona que no me genera absolutamente ningún tipo de sentimientos, ¿para qué brindarle un nada a costa de un engaño?. ¿Me entiendes, solecito? Mi corazón y mi alma solo te pertenecen a ti, y solo contigo quiero estar por el resto de mi poca existencia.

Ríe y mi corazón late con mucha fuerza. ¿Cómo puedo dudar de sus sentimientos? Si me ha demostrado todo ese amor con hechos y palabras. Lo observo reír y me pierdo en su imagen, luce muy tranquilo y relajado, como si de verdad nada le preocupara. Supongo que la tal Lucy no se dará por vencida, pues lucía muy molesta cuando Darren dijo aquellas cosas; pero casi me da un infarto al escuchar como se le insinuaba tan descaradamente, y estallé cuando lo hizo en mis narices. Si Darren no me hubiera detenido, seguramente estaríamos en otro lugar y no yendo hacia la playa.

— No hay nada de que preocuparse, princesa. Esa mujer no significa nada para mí — añade, ¿acaso lee las mentes? Asiento mordiendo mi labio inferior.

— Tienes razón, no hablemos más de ella — rio nerviosa y asiente —. ¿Ya falta poco para llegar? Muero por conocer la playa.

Parezco una pequeña niña, pero la emoción me gana. Nunca antes había estado en un lugar tan hermoso como este.

— Unos cuantos kilómetros y llegamos — asegura y echo la cabeza hacia atrás, mientras el aire golpea mi rostro.

El calor es algo del cuál me he ido acostumbrando de a poco, aunque me gusta más el frío; Miami es un lugar del cuál no quiero irme nunca. Efectivamente, a pocos kilómetros Darren estacionó el auto y bajamos del mismo tomados de la mano, y caminamos despreocupadamente hasta llegar a la playa, el auto quedó un poco retirado de esta.

Al llegar a la suave arena blanca quedé más que impresionada del lugar. En mi mente no me lo había imaginado de esta manera e incluso creía que eran lugares poco concurridos; pero me he llevado una sorpresa al ver la cantidad de personas que toman el sol, juegan al voleibol o nadan un poco más allá de la orilla.

— Hay veleros — digo emocionada, Darren tira de mi mano y caminamos hasta la tienda que hay allí.

Me quedé escogiendo unos lentes de sol mientras Darren no sé que cosas hacia. Después que pagué por ellos, me topé con que estaba hablando con un hombre.

— Vamos, mi amor — tomó mi mano y le seguí hasta que llegamos dónde se hallaban los botes.

Cada día vivo un sueño diferente con este hombre. Él esta empeñado en hacerme ver, que mi vida es de ensueño y que nada parece real, y más sin embargo; aquí estamos en un bote observando desde las aguas cristalinas lo hermoso de esta playa. Lo mejor que me ha podido pasar en la vida, es ser amada por un hombre tan cariñoso como lo es Darren. Todo lo planifica de tal manera que me vuelve loca.

— ¿Te gusta, solecito? — asiento con una sonrisa.

— Es muy hermosa, ¿sabías que has hecho uno de mis sueños realidad? — sonríe ladeado y enlaza nuestras manos.

— Ahora que empezamos una vida juntos, quiero hacer cada uno de ellos realidad. Para eso estoy, para darte todo lo que mereces — besa mi mano y sonrío. Las lágrimas quieren invadir mi rostro y me niego a sustituir la sonrisa por un par de lágrimas.

Demasiado tarde, la felicidad que siento en el pecho no me permite hablar, pues no sé sí reír o llorar por la emoción que siento.

— Eres tan tierno, mi osito sexy — sonríe ladeado y me tira un guiño —. ¿Quién no te amaría? Eres el hombre perfecto que todas las mujeres desearían tener. ¿Eres real o no?.

— ¿Quieres comprobar por ti misma que soy real? — sugiere pícaramente, y sonrío como respuesta —. Volvamos, el tiempo se nos acaba y debemos ir a otro lugar.

Volvemos a la orilla y luego de entregar el bote, caminamos por un sendero; a pesar del bullicio de las personas, la paz y la tranquilidad se pueden respirar. Esto buscaba hace mucho tiempo, estar tranquila y feliz.

Una vez en el auto nos adentramos al pueblo que queda muy cerca a la playa, no tenía conocimiento a dónde íbamos, y tampoco quería preguntar; solamente me estoy dejando llevar por él. Me hace sentir bien que haya pensado en nosotros  y pasar un rato agradable. Sin duda alguna, este será uno de los días que nunca olvidaré, siempre quedará en mi mente como un día inolvidable; desde que abrí los ojos, no ha dejado de darme amor y eso me pone el corazón a mil de la felicidad. Cada detalle hace que se clave profundamente en mí, y que esos sentimientos me hagan estremecer los huesos, es un claro indicio que estoy jodidamente enamorada de Darren.

Quiero Amarte[En Físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora