Quiero Amarte[En Físico]

Borrón y cuenta nueva

🌟Darren🌟

Ese día marcó mi vida para siempre. En verdad que mi descuido me costó bastante. Al principio creí que no sucedería nada, pero el ver cómo mi vida por poco y se apaga, me hizo entender y comprender muchas cosas que antes no le tomé importancia. A lo lejos escuchaba la desesperada voz de Nicol y más me dolía el pecho, era como si una llama de fuego me quemara y se expandiera por todo mi pecho. Al instante que caí inconsciente, sentí como el último aliento se iba de mi boca. No recuerdo absolutamente nada de lo que sucedió hasta que desperté después de la operación. Ahí, en ese momento, fue que comprendí la gravedad del asunto. La vida me dió una oportunidad más para seguir con la mujer que amo.

¿Y como no amarla? Si cada día ha estado al pendiente de mí. Es tan dedicada y hermosa cada que cuida y vela por mí. Siento como cada día y cada noche se desvela por cuidar mis sueños. Al principio pensé que solo sería una carga más en su vida, y en cierto modo en eso me he convertido. Ha dejado sus estudios de lado por dedicarse de lleno a mi recuperación, eso es algo que no me hace sentir bien del todo. Quiero que ella cumpla cada uno de sus sueños, yo no quiero ser esa persona que por mi estúpidos descuidos la detenga cada cierto tiempo.

He pensado mucho y creo que ya va siendo hora que deje el trabajo de la clínica. Aunque sea mi vida entera, debo cuidarme y con dos trabajos que me consumen demasiado no lo puedo hacer. Es suficiente que me mantenga con el consultorio, al fin de cuentas ese siempre fue mi sueño, tener mi propio lugar y poder brindarle mi ayuda a quien lo necesite.

— Sr. Brant, ¿cuénteme? — pregunté siguiendo sus pasos hasta quedar fuera de la casa.

— Primero que todo quiero ofrecerle una disculpa por lo que sucedió aquel día en su casa. No me comporté como debía y juzgué sin conocer la relación que tiene con mi hija.

— No se preocupe, Sr. Brant. Entiendo su punto de vista, pero a la que debe decirle esas palabras es a Nicol. Su hija ha estado muy afectada por su indiferencia hacia ella.

Se quedó callado mirando a la nada y asintió desviando la mirada a mí. Sus ojos notan cansancio y algo de tristeza.

— Lo sé, sé que cometí el peor error de mi vida, que fue el juzgar a mi propia hija. Pero en ese momento no pensé que las cosas fueran a como son en realidad. Quería hablar primero con usted y agradecerle por todo lo que ha hecho por mis hijas. Aranza me ha contado la verdadera relación que tiene con ella, y lo feliz que se siente al tener a un buen amigo como lo es usted. En cuanto a Nicol, no conozco mucho de su relación, pero solo me basta con ver en sus ojos el amor hacia ella. Al fin de cuentas, un padre quiere lo mejor para sus hijas. Mis hijas lo son todo para mí, ellas son el motor que me ha mantenido en pie hasta el día de hoy — suspiró profundamente —. No tengo cara para mí pequeña, pero así como actúe mal también debo reconocer mis errores. Y es que aveces no nos damos cuenta de ellos, creemos que por ser padres, no los cometemos, y la verdad es que nos hacemos los ciegos para no parecer idiotas frente a los demás.

— Sr. Brant, es de humanos equivocarse. Pero también es de persona reconocer y aprender de cada error. Muchas veces le dije a Aranza que hablara con la verdad, solo que sus miedos eran más grandes. Hable con Nicol, sé que ella le va a perdonar.

— Lo hare. Conozco el gran corazón de mi niña, y el odio no hace parte de ella. He visto cada lágrima que ha derramado a causa de los prejuicios y las burlas; me sentí el peor de los hombres al ver como lloró por mi culpa. Ahora veo a una Nicol muy segura de sí. Incluso, se ha atrevido a usar vestidos que la hacen ver hermosa. Nunca la hemos visto así.

Cómo me gustaría que mi padre fuera como el Sr. Brant, y reconociera el error de juzgarme.

— La llamaré para que puedan hablar con tranquilidad.

— Una cosa más, ¿cree que no me he dado cuenta del anillo que rodea su dedo? — sonrió, y mi corazón se agitó un poco.

— Hace más de un mes le pedí matrimonio y ella aceptó. Con todo lo que ha sucedido no nos ha dado tiempo de hacer público nuestro matrimonio, supongo que ya tendremos nuestro momento.

— Ya todos lo sabemos, es un anillo que no pasa desapercibido para nadie — sonrió, y respiré tranquilo —. Solo le voy a pedir una cosa; siga cuidando de mi niña como lo ha hecho hasta ahora.

— De hecho, es ella quien cuida de mí — reí.

— No le quito más tiempo, Darren. Sé que no debe hacer mucho esfuerzo y ya se ha mantenido mucho de pie. Recuerde que debe seguir fuerte para mi hija — golpeó mi hombro y asentí.

— Gracias, Sr. Brant — negó con una sonrisa.

— ¿Todo bien por aquí? — Nicol se ve realmente preocupada.

— Sí, hija. Todo está bien.

— Es que ya se han demorado mucho — sonrió nerviosa y tomé su mano.

— Mi amor, todo está bien. Iré a felicitar a tu hermana y a Sammy — asintió y dejé un beso en su frente —. Permiso.

🌟Nicol 🌟

Al instante que Darren cruzó la puerta entrando nuevamente en la casa, mi padre me abrazó fuertemente.

— Te pido perdón, mi amor. Nunca quise tratarte de esa manera tan cruel... — susurró, e inmediatamente enrrollé mis brazos en su espalda. El calor que me brinda su cuerpo me hace muy feliz, mi padres son lo más importante que tengo en la vida —. Perdóname, hija.

— No tengo nada que perdonarte, papá. Todo fue un mal entendido — su corazón late tranquilamente mientras besa repetidamente mi cabeza —. Qué bueno que ya todo se aclaró.

— Solo las quiero ver felices y yo mismo me encargué de arruinar su felicidad — negué con un nudo en la garganta.

— No, papá. Hagamos borrón y cuenta nueva, ¿sí? Tampoco fui sincera y oculté mi relación con Darren.

— Como la pedida de mano — su pecho vibro por la risa.

— Pronto lo íbamos a anunciar, papá.

— Ya no es necesario, mi amor.

— En eso tienes razón.

Nos quedamos abrazados en completo silencio, y fue entonces que cerré los ojos y un fuerte mareo me invadió por completo.

— Papá, veo un poco borroso...

— ¿Qué? — fue lo único que escuché de su parte, antes de desvanecerme en sus brazos.