Epílogo

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🌟Darren🌟


Valió la pena esperar tantos años por la única mujer que he amado verdaderamente. Aún recuerdo las noches en las que cuidé de sus sueños. Las tantas veces en las que deseé tener unos años menos, solo para poder tomar su mano y besarla por largos minutos. La sonrisa inocente y pura que me mostraba cada que nos cruzábamos por los pasillos de la casa, me cautivó. No me importó el hecho de que era una niña aún, pues sabía que nuestros  caminos quizás estaban escritos a estar juntos, y nuestras historias colisionaron maravillosamente; mi prohibido amor, es y será la mujer que acompañará mi vejez.

— ¿Nervioso? — inquirió mi padre estando a mi lado. Nuestra relación va por el buen camino, y eso es algo gratificante de saber.

— Un poco, papá. Mi sueño se ha hecho realidad — confesé, ya falta poco para que mi solecito haga su entrada.

— Ya sé, esperar a la mujer que amas en el altar es una verdadera agonía. Sientes que tus entrañas se contraen con cada segundo que pasa — reí, de hecho, así me siento —. Pero todo eso se quita en el momento que la ves cruzar la puerta, con el hermoso vestido que adorna su cuerpo y la bella sonrisa que aparece en sus labios, mientras que a paso lento se acerca a ti.

— Ay, pero que poeta te has vuelto, mi amor — mi madre llegó a nuestro lado —. Pero tú padre tiene razón, tesoro. Sé que serás muy feliz, incluso más de lo que ya lo eres. Al fin ya tienes el sol de tus ojos a tu lado, mi amor. Y hablando de soles, ahí viene...

Dejó un beso en mi mejilla antes de tomar su lugar al lado de mi padre. La melodía empezó a sonar al tiempo que mi sol traspasó las puertas de la capilla de brazo de su padre. Sonrió, la hermosa sonrisa que me dió desde lejos, puso a mi débil corazón como loco. La tela blanca se ajusta a su silueta perfectamente, y la hace ver la más hermosa perla que hayan visto mis ojos. Es un hermoso diamante que adquirí en una noche de sufrimiento. Nuestro tesoro se asoma mucho más, y más mi corazón se altera. Tengo la dicha de ser padre, este sentimiento de felicidad es inigualable. Por supuesto que sí, valió la tan larga espera, pues hoy será mía ante los ojos divinos de Dios.

— Te entrego a mi hija, Darren. Cuídala justo como lo has hecho. Te llevas mi más grande tesoro — dijo su padre dándome a su pequeña hija para siempre.

— Siempre la voy a cuidar y amar. Primero muerto antes de causar algún daño a el solecito que me brinda calor cada día — tomé la mano de Nicol y nos quedamos viendo hasta que el padre empezó la ceremonia.

Aferrado a su mano me dediqué a contemplar su sonrisa y sus lágrimas felices. Cada una me nubla de satisfacción, cada una hace que la ame más de lo que ya lo hago. Nicol Brant es la niña de mis ojos, la mujer que está incrustada en lo más profundo de mi ser.

— Se manifiesta que los novios se casan por voluntad propia, que serán fieles y que su matrimonio será guiado por los mandamientos de la iglesia católica y por valores afines a los fundamentos de esta fe. Le concedo la palabra a la novia para que diga sus votos — dice el padre.

Frente a frente me encuentro con Nicol, sus manos tiemblan al igual que el hermoso brillo de sus ojos me hechizan.

— Yo, Nicol Brant, te tomo a ti, Darren Ferreira; como esposo y me entrego a ti por el resto de mi vida. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad.  Gracias por enseñarme a amar, mi amor. Me brindaste lo mejor de ti, para hacerme feliz, y en tan poco tiempo entraste en mi corazón. Y es que esto que siento por ti es tan fuerte, que no hay nada que pueda quebrantar mi amor por ti. Solo le pido a Dios que te proteja día a día, y que nos brinde la salud necesaria para recibir a nuestro hijo al mundo. Te amo, osito de mi vida.

Quiero Amarte[En Físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora