— La botellita—
Hace rato que el telón se había levantado. Los alumnos estaban más que emocionados, algunos esperaban presenciar la emotiva actuación del ciervo por segunda vez y otros simplemente se saltaban unas cuantas clases; sin embargo, fue una no tan grata sorpresa ver a Bill en el lugar de Louis (en especial para el club de periodistas que esperaban una excelente foto del antes mencionado).
Por otro lado, los actores parecían muy satisfechos con su trabajo, después de todo, se habían podido adaptar a la situación a la perfección. Sin embargo, cierto carnívoro no estaba precisamente contento. Legoshi no había apartado la mirada de Bill ni por un mísero segundo. De hecho, maldecía mentalmente al tigre, tachándolo de hipócrita y miserable. Aún recordaba el mareo, las sensaciones de impotencia que lo recorrió al ver la sonrisa nauseabunda y tétrica del más alto, teniendo entre las garras la pequeña botella, mientras presumía con descaro.
Por otra parte, Bill no podía más con los nervios. Sentía (irónicamente) todas las miradas sobre él, sólo que, para él eran miradas decepcionadas; era algo obvio, él se tenía que limitar a estar en la sombra de alguien como Louis, no podía quitarle su "trono" de la noche a la mañana.
—Ellen—dijo con cierta dificultad agachando un poco la cabeza—, pronto todo esto se terminará...
Legoshi comenzó a caminar con determinación hasta el escenario. Sus compañeros lo miraban extrañados, sentían que algo no estaba bien, pero no era momento de preguntas.
—¿Eres tú el último demonio?—la fuerte voz de Bill resonó en el teatro dándole la bienvenida al lobo—
No hubo respuesta, en su lugar, el joven lobo corrió hasta donde estaba el tigre y tras pensarlo al menos por un segundo, le propinó un fuerte puñetazo en el rostro, sin remordimiento alguno; Todo el público quedó sorprendido, algunos murmuraban y otros alagaban el esfuerzo de los actores y del club en sí, por tan maravillosa obra.
La pequeña botellita de cristal voló por el escenario delicadamente, hasta caer a los pies de cierto joven que apretaba sus muletas con furia.
—¿Esto es lo que querías?—le susurró Legoshi, mientras lo golpeaba con fuerza—
La única imagen en su mente era Louis, sólo él y el hecho de que esa sangre podía ser suya. Pero también se recriminaba ¿con qué cara hacia él eso?
Regresó en sí al sentir como Bill tomaba uno de sus puños después de no haberse resistido.
—Suficiente—escupió también con rabia, pero susurrando—.
Tomó el puño del lobo y se levantó, Legoshi quería oponerse, quería librarse de ese agarre, pero Bill lo envolvió entre sus brazos antes de que pudiera si quiera procesar la situación por completo; se tragó un quejido de dolor al sentir las garras del tigre arañar su espalda sin piedad alguna.
—Esta bien—pensó por un momento—.
—¿No podías dejar el tema?—preguntó el más alto, sintiéndose tal vez superior—pudiste oler la sangre de ciervo, ¿cómo? ¿lo mataste?
—¿Q-qué..?
—¡No eres rival para mí, demonio!—gritó, en un intento por calmar al público—, incluso creí que lo entenderías por ser un carnívoro. Pero no—aún tenía las garras en la espalda del contrario—, son marcas de amistad, porque a pesar de todo, sé que ahora comprendes.
Las gotas espesas y carmesí comenzaban a caer, escapando de las manos de Bill y de la espalda de Legoshi, manchando la madera del escenario. Pero gracias a la distanciamos, realmente nadie podía notarlas.
—Ni siquiera te puedes mantener de pie, ¿no?—volvió a decir—date por vencido y listo.
Legoshi se había cansado, toda la adrenalina de antes se había disipado y ahora, sólo quedaba un lobo débil. Bill lo dejó caer finalmente y con una sonrisa victoriosa se dignó a pisarle el pecho.
—Yo soy el héroe—dijo en un tono macabro—, y tú eres patético.
Alzó su espada falsa contra el lobo pero esta salió volando de su mano. Sorprendido se dio la vuelta para toparse con alguien que hizo que se helara la sangre.
—¡Estoy harto de ti impostor!—gritó Louis, completamente indignado—
Dio la vuelta apuntándole al tigre con su espada.
—Yo me encargo, Legoshi—le susurró rápidamente—, no dejes que vean tu espalda.
Ahí estaba una vez más, Louis el ciervo del age de él para salvarle la espalda, literalmente.
—Conozco tus pecados—exclamó nuevamente arrojando de manera discreta la pequeña botella ante el terror de Bill—, ¿no deseas probar mi sangre también? Para que así te conviertas en el verdadero Adler.
Bill lo miraba con genuino terror, para finalmente irse por la parte del escenario por la que Louis había llegado.
El de astas se dió la vuelta y miró al lobo que aún yacía en el suelo y sin vacilar le extendió su mano.
Para este momento, la gente del público no podía más con la explosión de emociones y lo rápido que pasaban las cosas, razón por la cual la mayoría ya se había levantado y aplaudía con emoción al par que se encontraba aún en escena.
—Que ironía—pensó el más bajo—ayer Adler terminó la obra con el amor que no pudo tener—se detuvo—y hoy termina con... ¿él?
El telón por fin cayó.
(...)
Tomó a Legoshi del brazo con brusquedad, misma que le arrancó un quejido al mencionado. Caminó entre las miradas atónitas y las preguntas preocupadas de su club. Iba directo al único camerino disponible. Se topó con Bill, quien con pena trataba de explicar lo sucedido, pero Louis se limitó a golpearlo con su espada y de paso dejarla tirada en el suelo.
Abrió la puerta del camerino casi de una patada y empujó al lobo dentro mientras cerraba la puerta con enfado; Legoshi le miró expectante, sabía perfectamente que había metido la pata hasta el fondo.
—¿Y?—exclamó demandante—¿no planeas defenderte?—se giró para ver al lobo que por la brusquedad se hallaba en el suelo—, de verdad confié en ti, ¡Confié en los dos!
—Tenía sangre de ciervo—contestó con timidez callando al otro—, habló como si no hubiera sido nada.
Louis lo miró con más calma, estaba bien, podía dejarlo pasar, sólo por ahora, mañana cuando su espalda estuviera un poco mejor podía gritarle cuánto quisiera.
—Ya lo sé—se limitó a responder—, lo hablaré mañana con él.
Se acercó al lobo y nuevamente le extendió la mano, igual de sincera que la última vez. Pero se sorprendió cuando Legoshi tiró de él, y luego envolviéndolo en un abrazo un tanto extraño. Louis quedó más que sorprendido por la acción y naturalmente al ser alguien poco acostumbrado a ese tipo de gestos se resistió. Aunque poco a poco se acostumbró a los brazos del contrario.
—Realmente actuó como si eso no fuera nada, pero no era así...—realmente sentía pena, pero el calor de Louis lo calmaba un poco, le hacía sentir mucho mejor—Louis...
El mencionado se separó lo suficiente como para poder ver el rostro apenado de Legoshi que un pelo más y se ponía a llorar. Algo, no sabía qué lo llevó hacer aquel movimiento tan arriesgado.
Sus labios de pronto se unieron en un tímido e inexperto beso (por parte de Legoshi). El lobo estaba sorprendido, más por el hecho de que Louis fue quien tomó tal decisión, que por el beso en sí. Mientras este colocaba sus manos en los hombros del lobo buscando profundizar aquel momento, pero también sabía que tenía la espalda literalmente arañada y no podía darse el lujo de estar ahí por mucho tiempo.
Aunque ese fuera su deseo egoísta.
Tras unos segundos que para ambos fueron eternos, finalmente se separaron y se miraron.
—Vendas—dijo Louis—necesitamos vendas.
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𝘾𝙖𝙘𝙚𝙧𝙞́𝙖 | 𝗟𝗼𝘂𝗶𝘀 × 𝗟𝗲𝗴𝗼𝘀𝗵𝗶 | 𝗕𝗲𝗮𝘀𝘁𝗮𝗿𝘀
FanfictionLegoshi dejó salir sus instintos más primitivos una noche cualquiera, era una situación cualquiera, pero él había atacado a alguien. Y ese alguien no era "cualquiera". Después de atacar a Louis ¿qué le pasa? ¿a caso quiere compensarlo? ¿o es algo má...