𝘾𝙖𝙘𝙚𝙧𝙞́𝙖 | 𝗟𝗼𝘂𝗶𝘀 × 𝗟𝗲𝗴𝗼𝘀𝗵𝗶 | 𝗕𝗲𝗮𝘀𝘁𝗮𝗿𝘀

d i e z

— ¿Paz? —

—¿Qué haces?—preguntó el ciervo señalando el agarre del lobo, quién rápidamente le soltó—

—Iba… a preguntarte algo—respondió rascando su nuca con pena—pero está bien, buenas noches.

El ciervo arqueo una ceja ante el comentario y sin más, decidió dejar que el carnívoro alzara sus cosas. Se alejó a paso lento, más dormido que despierto a decir verdad. Su pie solía, realmente dolía.

—¿Estás bien?—escuchó aquella molesta pero suave voz detrás de él—

—Sí, ya lárgate—respondió con fastidio quedándose parado—.

—Si necesitas ayu-

—¿No escuchaste, Legoshi..?—replicó después de suspirar y asentir—

¿Debía contarle?
Es decir, podía llegar seguro, su habitación no quedaba muy lejos. Pero también era muy seguro que iba a lastimarse más de lo que ya estaba, ¿por qué era tan idiota y no iba a la enfermería?

—Solo ayúdame—indicó alzando su brazo, en señal de que quería apoyarse en el lobo, el cual aceptó casi sin vacilar—.

—¿Estás bien? ¿Quieres ir a la enfermería?

—Solo es un mareo—mintió con descaro, pues, sabía lo ingenuo que el lobo podía ser—, no me he sentido muy bien, ya se me pasará.

—Sí tú lo dices.

—Nunca me equivoco, pulgoso.

Legoshi pasó su brazo por la espalda del mayor, mientras el contrario pasaba su brazo por sus hombros.
Para el carnívoro, era una victoria. Siempre escuchaba como sus compañeros se quejaban, pues no podían acercarse a la chica que les gustaba y él ¡estaba abrazado con Louis!

Aunque bueno, eso no era del todo una victoria, el ciervo no tenía ni la más remota idea de sus sentimientos y lo veía como un amigo o un compañero. O lo que sea ni él lo sabía realmente.

—Despacio y con buena letra—se dijo para luego sonreír levemente—

Tierno a su modo, así podía describir a  Louis a la perfección. Todas las chicas a su alrededor, lo amaban, pero ellas solo conocían una parte del herbívoro, una parte muy amable. Sin embargo todos en el club de drama lo conocían casi a la perfección, llegando a odiarlo.
Y aún así, Legoshi se sentía sumamente especial por conocer a Louis a la perfección, especial por ser "el más cercano" al ciervo y poder compartir tantos momentos con él.

Ya casi había olvidado el incidente.

—¿Qué tienes?—la voz demandante del ciervo lo saco de sus pensamientos justo a tiempo—, me da miedo verte tan callado, animal.

—¿Eh? No—rió levemente con algo de pena—, estaba pensando en mi examen—

—No deberías pensar tanto en eso, a la derecha en el siguiente pasillo—exclamó—, ajá, no deberías agobiarte así, de lo contrario no vas a pasar.

—Tienes razón, voy a tranquilizarme.

—Escucha—llamó con una voz más serena—si pasas tu examen te compro el almuerzo por una semana y si no lo pasas vas a tener que cantar una canción frente a todo el club.

Eso era una completa estupidez, ¿Qué va de comprar un almuerzo a hacer el ridículo frente a todo su club? Eso lo ponía en una obvia desventaja, ya que Louis saldría relativamente bien parado sea cual sea el resultado. Solo un imbécil podría aceptar tal cosa.