𝘾𝙖𝙘𝙚𝙧𝙞́𝙖 | 𝗟𝗼𝘂𝗶𝘀 × 𝗟𝗲𝗴𝗼𝘀𝗵𝗶 | 𝗕𝗲𝗮𝘀𝘁𝗮𝗿𝘀

V e i n t i c u a t r o

— Sólo nosotros dos —

Dos semanas habían pasado desde aquella noche en la que los jóvenes habían llegado a ese estúpido mercado.

Semanas en las que también, Louis había aprovechado para cargar con trabajo y tareas a todos en el club, a quiénes la escuela ya había agarrado como sus muñequitos para hacer cualquier evento, y bueno, estaba bien, literalmente ese era su trabajo; aunque también lo utilizaba como excusa para evitar al carnívoro. Pues no sabía cómo debía sentirse hacia él, es decir, por un lado no podía culparlo.

Él no tenía idea de lo que había pasado ahí como para odiar el lugar (sin embargo el simple hecho de ser herbívoro era razón de sobra para odiarlo), y, por otro lado no sabía si el lobo realmente no había querido ir o si la curiosidad le había podido más.

¡Oh, Louis en que dilemas te metes!

Y bueno, también estaba el joven carnívoro quien había sido mucho más idiota, más que nunca en su vida entera.

No había mañana en la que no se reprochara a sí mismo y a su estupida bocota.
Si tan sólo se hubiera quedado callado, todo sería mejor.

Después de todo, él era excelente guardando secretos oscuros, ¿no?
Casi había matado a Louis y ahora estaba detrás de él babeando como un bebé.

Ah, la revista. Claro.

La había dejado debajo de su colchón, sin valor suficiente para abrirla.

—Oye, ¿seguro que estás bien?—preguntó curioso, sabía que su amigo no solía prestar mucha atención en clase, pero eso era demasiado—

Sacudió la cabeza al escuchar la voz contraria, como regresando a la realidad—Claro, sólo estaba pensando en mi almuerzo—mintió con una leve sonrisa forzada—.

—Amigo, no sé en qué tanto estás metido—replicó Jack casi susurrando, mirando fijamente a la profesora—, pero me ofende muchísimo que no me lo cuentes.

Legoshi río levemente, ¿qué más podía contarle? Había decidido llevarse lo de Louis a la tumba.

—¿Es por él?—murmuró nuevamente ciertamente nervioso—¿problemas de pareja?

—Por enésima vez, Jack—respondió con fastidio—no somos pareja.

—¿Entonces es por eso?

Legoshi le regresó una mirada molesta y se alejó del canino con intención de retomar el hilo de la clase. Eso era imposible, ya que habían pasado al rededor de cuarenta minutos y la clase ya estaba por terminar, por lo que decidió regresar a sus múltiples y agobiantes pensamientos.

—Mira, nunca he estado en una relación—continuó algo apenado y con miedo de que su amigo se molestara aún más—, pero si estoy seguro de que la comunicación es la base de todo.

Legoshi lo miró interesado.

—Tal vez debas... ya sabes, hablar.

—Es un cabeza dura.

—¿Qué puede salir mal?—animó chocando sus codos disimuladamente—

—Todo—replicó tajante, pero igualmente convencido—, pero tienes razón.

—Normal en mí—bromeó tomando sus cosas ya que la clase había finalizado—, cómprale algo bonito, digo, de paso.

—Ya te dije que no somos pareja.

—No lo entiendo—replicó caminando hasta la puerta, pero aún conservando un tono discreto—¿a qué le tienes miedo?

"¿A qué le tienes miedo?"
Miedo.