q u i n c e

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La obra —

Por fin, después de tantos días de espera y arduo trabajo, finalmente el tan esperado día de la obra había llegado.

Desde muy temprano todos los involucrados en la obra se encontraban en el teatro, ya que ese día no se presentarían a clases. Razón por la cual Legoshi se había logrado escapar del interrogatorio seguro de Jack.

Por otro lado, en un solitario y medio aburrido cuarto, un joven y adolorido ciervo trataba de minimizar el dolor que su tobillo le daba; ahora sí, aquel dolor, combinado con el estrés seguramente serían un problema que no podría seguir ocultando. De manera graciosa, la preocupada voz del molesto lobo sonó en su mente a modo de regaño, sacándole al menos un suspiro.

¿Qué dirías tú?—pensó rápidamente—¿serías capaz de alzarme la voz, idiota?

Había llegado a un punto en donde ya ni le importaba en qué pensaba. Sólo quería presentar la maldita obra e ir a la enfermería y tal vez, si se encontraba de humor contarle al carnívoro y disfrutar los muchos cuidados que seguramente le daría.

Es como un enfermero personal—rió ciertamente más calmado—no, no, es un guardaespaldas sin paga.

Sonrió mientras se levantaba para observar el traje de Adler.

—Solo serán unos minutos, Louis, sabes que puedes más que eso.

(...)

—Y luego me tragué dos sándwiches más pero estaba muy lleno y vomité—exclamó Legoshi a la joven conejita que le sonreía atenta mirándolo con adoración, mientras él recordaba aquel momento—me alegro de que Jack estaba a mi lado y no frente a mí.

—Eres una enciclopedia de historias raras, Shi—respondió haciendo sonreír al lobo por el apodo—, eres muy interesante.

—Y aún no has oído la vez que me tragué una pluma de Dom—sonrió con orgullo—, aún tengo el sabor.

Haru rió fuerte y tomó el brazo del lobo.

—Ay, eres increíble—dijo después de respirar—así que... ¿cómo te sientes hoy?

—¿Por qué lo dices?

—¿Por la obra?

—¡Ah, eso! Me siento muy tranquilo, gracias—respondió—Louis dijo que hacíamos un excelente trabajo.

Frunció el ceño—Eso es obvio, no tenias que esperar a que Louis se los dijera.

—Bueno, es difícil de convencer y que diga que no hacemos una basura ya es algo—respondió nuevamente—de todos modos, viniendo de él es un gran alago.

—¿Dependes de alguien como Louis?

—¿Qué? No, Haru, solo dije que...—suspiró pesadamente —olvídalo, ¿irás a la obra?

—Claro que sí, tonto, quiero ver qué tan bien iluminas—bromeó más tranquila—.

—¿Crees que me caiga del barandal?

—Caerías sobre Bill

Ambos rieron a carcajadas.
Eran aquellos momentos y detalles que Haru apreciaba y eran también la razón para levantarse temprano.

(...)

Finalmente la hora había llegado.
Los miembros del periódico estudiantil se encontraban presentes con cámaras en mano o tomando notas, mientras el grupo no oficial de admiradoras de Louis se sentaba en la primera fila y luego estaban los demás alumnos quienes eran un poco más neutrales.

𝘾𝙖𝙘𝙚𝙧𝙞́𝙖 | 𝗟𝗼𝘂𝗶𝘀 × 𝗟𝗲𝗴𝗼𝘀𝗵𝗶 | 𝗕𝗲𝗮𝘀𝘁𝗮𝗿𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora