𝘾𝙖𝙘𝙚𝙧𝙞́𝙖 | 𝗟𝗼𝘂𝗶𝘀 × 𝗟𝗲𝗴𝗼𝘀𝗵𝗶 | 𝗕𝗲𝗮𝘀𝘁𝗮𝗿𝘀

t r e s

— Vigilantes —

La semana transcurrió tranquila, los ensayos eran de lo más interesante, Louis encarnaba a la perfección el papel de Adler. Había algo en sus movimientos que lo hacía único, diferente a la resto, el herbívoro tenía la facilidad de convertir los duros y salvajes movimientos de Adler en movimientos llenos de elegancia y gracia. Era engañoso, parecía delicado pero, por experiencia de Legoshi, el ciervo estaba lleno de fuerza y determinación.

Solo que, había algo raro (además de la venda que le cubría el brazo) parecía que los movimientos y ensayos le llegaban a doler. Hacia muecas a la hora de saltar o agacharse, quizá estaba muy cansado, claro, eran muecas muy discretas.

—¡Legoshi!—llamó Kai sacando bruscamente de sus pensamientos al mencionado—su majestad quiere verte.

Era muy fácil notar el fastidio en las palabras del animal, ser sacado del equipo de actores tan repentinamente molestaría a cualquiera.

—¿Quién?—Legoshi se hizo el tonto, disfrutaba hacer enojar a su amigo—

—¡Louis! ¿Quién más?—repitió con más enfado—solo el niño de oro tendría una oficina.

—¿Te dijo qué quería?

—No, solo me dijo que quería verte—se giró poniendo las manos en el barandal—¿Por qué te llevas tanto con él? ¿son amigos?

—No, solo lo ayudo.

Y tras eso caminó en dirección a la oficina.
Pero justo iba pasando cuando el herbívoro salió, lo miró unos segundos.

—Disculpa, ya no es necesario que vengas, sigue trabajando—caminó en dirección a Legoshi y colocó su mano en el pecho del más alto, más bien, le golpeó levemente y se retiró.
Legoshi notó que había dejado en papel en su pecho.

"𝘝𝘦𝘯 𝘢 𝘭𝘢𝘴 𝘥𝘰𝘤𝘦 𝘢 𝘭𝘢 𝘧𝘶𝘦𝘯𝘵𝘦"

El lobo se sorprendió por el mensaje, pero bien sabía que no dejaría plantado al ciervo, se giró para ver si le podía preguntar, pero no vio a nadie. Y sin más regresó a trabajar.
No podía evitar sentir algo de incomodidad estando con Kai, parecía estar molesto por su "amistad" con Louis, no importaba las veces que le dijera que solo se trataba de un compañero.

—Claro, eres el único al que llama—era la respuesta del contrario—

—Di lo que quieras—contestó el lobo al final—solo lo ayudo, es mi trabajo.

—Pareces su perro faldero—replicó cruzado de brazos—¿hace algo por ti a cambio?

—No tiene que hacer nada—repusó el lobo comenzando a irritarse—él solo quiere que la obra sea perfecta y tú y yo estamos para eso.

—¿Y por qué no me llama a mi?—dijo alzando una ceja—

—Porque estás indignado—exclamó con una leve sonrisa burlona—.

—Ya sé qué te pasa—replicó chasqueando los dedos—

—¿Ah sí?—dijo alzando los hombros, listo para una tontería—

—Tienes a Louis puesto en un altar—exclamó ante un gruñido del contrario—¿qué? Es la verdad, es como cuando las chicas se enamoran, sienten que él es perfecto y no le ven los errores—se recargó en el barandal nuevamente a un lado de Legoshi—y tú eres el fan número uno de Louis.

Suspiró para luego mirar al más bajo—Fan o no, tenemos trabajo qué hacer.

                                    (…)