Capítulo 1: Atrapada

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Siempre me ha gustado pasear por este bosque. En aquel entonces lo consideraba como el lugar más relajante del mundo. Aquel donde iba cuando necesitaba un poco de soledad y para ser realmente sincera, es lo que más necesitaba en este momento. 

Acabo de terminar mis estudios, pude ahorrarme unos años por los reconocimientos que ganaba... Pero admito que tengo algo de miedo de incorporarme al mundo laboral... Nuevos códigos, nuevas reglas, muchas responsabilidades...

Se estaba tranquilo aquí, un pájaro construía su nido sobre mi cabeza, sin preocuparse de mi presencia. Un poco más lejos, una mariquita se paseaba sobre una de las hojas de un pequeño arbusto. Recuerdo igualmente a una ardilla que trepaba por un árbol, seguramente asustada por el ruido de mis pasos.

Fue en ese momento en el que me fijé en unas setas de una especie que nunca había visto hasta ese momento. Estaban dispuestas de una manera extraña. Curiosa, me aproximé para observarlas más de cerca. Estaban colocados de tal manera que formaban un círculo perfecto y la hierba del centro daba la impresión de ser más fresca que aquella sobre la que había caminado hasta ahora. ¡Era un lugar de ensueño para descansar!

En cuanto posé los pies en el círculo, unas luciérnagas aparecieron y se pusieron a revolotear en torno a mi.

_____________: ¡¿Pero qué es esto?!

He parpadeado varias veces para acostumbrarme a la luz deslumbrante. De nuevo podía distinguir algunas formas y colores a mi alrededor, sin embargo... El bosque había dejado paso a una cosa completamente diferente, a años luz de todo lo que había podido conocer o ver durante toda mi vida.

 El bosque había dejado paso a una cosa completamente diferente, a años luz de todo lo que había podido conocer o ver durante toda mi vida

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_____________: ¡¿Dónde estoy?!

Giré varias veces sobre mí misma, esperando encontrar una explicación a todo esto, hasta casi marearme... Después, me quedé viendo el extraño cristal en el centro de esa inmensa habitación.

_____________: Es magnífico.

Como atraída por la débil luz que emanaba, me acerqué. Subí los escalones con mi mano por delante. Mis dedos temblaron cuando llegué a su altura...

 Mis dedos temblaron cuando llegué a su altura

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Eldarya Lo trae en la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora