Eldarya Lo trae en la sangre

Capítulo 36: Relación

Cuando Ezarel entró en la habitación... todo cambió. Por fin nos pertenecíamos plenamente el uno al otro. Me deleitaba con cada parcela de ese cuerpo nervioso que me abrazaba con fuerza, colmándome a la perfección. Después perdí pie... atrapada por un sentimiento que me era desconocido hasta ahora. Era intangible, y sin embargo incontrolablemente real.

_____________: Ezarel...

Me desperté sobresaltada. Ezarel ya no estaba allí. Miré a mi alrededor: me encontraba efectivamente en mi habitación y... en el suelo estaban mis ropas así como su chaqueta.

Observé mi cuerpo con atención. Un sentimiento extraño se apoderaba de mí: el de haber cambiado a pesar de todo. No pude retener algunas sonrisas al recordar lo que habíamos hecho la noche anterior. Pero sobre todo, tenía ganas de que volviese...

Fue entonces en ese momento en el que la duda se apoderó de mí: ¿por qué se había ido? ¿Por qué no seguía a mi lado? Habíamos vivido juntos un momento mágico e intenso... comenzaba a dudar seriamente... ¿era posible que hubiese cambiado de idea una vez más?

Me vestí, asolada por aquella duda estúpida que me consumía, justo cuando Ezarel entró de nuevo en la habitación, con la sonrisa en los labios.

Ezarel: Sab...

_____________: ¡Ezarel!

Me he lanzado a sus brazos, vestida solamente con las bragas y un top.

Ezarel: Vaya, ¡menudo recibimiento!

_____________: ¿Dónde estabas?

Ezarel: Eh... estaba fuera. ¿Creías que no volvería?

_____________: No, para nada. Yo...

Ezarel: ¡Eres adorable! Te lo prometo, no me iré.

Ezarel ha depositado un beso en mi frente y se ha sentado en el borde de la cama. No me había dado cuenta de que había traído bebidas calientes.

Ezarel: Te he hecho un té negro llamado Sizhe Song Zhen, espero que te guste.

Probé el té que Ezarel me había hecho amablemente y sin sorpresa, identifiqué aromas a miel.

Me respondió tímidamente... con moderación, incluso. Incliné la cabeza hacia un lado como para preguntarle el porqué de esa actitud prudente y contenida. El elfo apartó la mirada y se frotó la nuca con nerviosismo.

_____________: ¿Qué pasa?

Ezarel: Nada... solo es un poco raro. Me cuesta un poco creer que seas... mi novia.

_____________: Yo...

Ezarel: ¿A no ser que me equivoque? ¿Puede que no quieras esa etiqueta?

Me he lanzado a sus brazos para besarlo una vez más.

Ezarel: Sabes, entendería que no quisieses estar conmigo oficialmente.

_____________: ¿Por qué quieres que sea oficial? ¿Tú, Ezarel? ¿Te emparejarías conmigo?

Ezarel: Creo que fui bastante claro ayer por la noche, ¿no?

_____________: Es verdad...

Ezarel: Entonces, ¿estamos juntos?

He sentido mariposas en la boca del estómago... una mezcla de angustia y miedo.

_____________: Sí.

Ezarel ha avanzado hacia mí para besarme y me ha tumbado en la cama. Con un beso infinitamente tierno, me llevó a otro mundo: el suyo. Un mundo que ya había visto el día anterior cuando nos habíamos ofrecido el uno al otro.