Capítulo 18: Celos

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*Punto de vista de Leiftan*

Un tiempo después de tu regreso de la tierra de los kappas y la desaparición de Yvoni, me vengo enterando que los fenghuangs han sido atacados por un grupo de mercenarios humanos que pretendía robar la flauta de Hameln-Weser...

Pero fracasaron, una vez más habían brillado por su incompetencia y crueldad. Los humanos... los odiaba tanto. Por supuesto, tú eres diferente a ellos.

Esos acontecimientos nos condujeron a una noticia aún más atroz... Huang Hua y su corte iban a venir... Tenía que hacer todo lo posible para contener mis emociones y hacer como si fuera un mojigato asustado ante Miiko.

Leiftan: ¿Cómo?

Miiko: Sí, Huang Hua acaba de informarme... No tienen idea de quiénes son los culpables.

Leiftan: ¡Qué atrocidad! ¿Cómo están los fenghuangs?

Miiko: Han sufrido muchos daños materiales... y muchísimas muertes.

Leiftan: ¡Debemos brindarles el máximo apoyo que podamos!

Miiko: No hace falta decir que Huang Hua es una de mis mejores amigas.

Leiftan: Voy a informar a Ykhar. En cuanto a las cenizas de Yvoni, ¿qué quieres hacer con ellas?

Miiko: He llamado a alguien, debería estar por llegar.

Me pregunto a quién le ha encomendado la misión... Fui a avisar a Ykhar y cuando iba a regresar a la sala de Cristal he visto a  _____________ salir... No me digas que...

Leiftan: ¿Miiko? ¿Es a _____________ a quien le pediste que recogiese las cenizas de Yvoni?

Miiko: Sí, nadie más quería ocuparse de ellas.

Leiftan: Pedirle eso ha sido inapropiado.

Miiko: Ella ha aceptado cuando le di opción.

Leiftan: Sabes muy bien que se siente fuera de lugar aquí y hará lo que sea por tener uno.

Miiko: No dramatices.

Leiftan: Te aprovechas de ella, es intolerable.

Sin darle la oportunidad a Miiko de contestar le di la espalda. Miiko... Pagarás todo. No vale mucho más que los demás faeries. No puedo dejar que _____________ haga su misión sola, debo encontrarla y acompañarla.

Milagrosamente fuiste tú quién me encontró y estuve encantado de oír que me propusieras acompañarte. Por supuesto, ¡acepté! Esta misión no era nada fácil, recoger las cenizas de una persona que habías visto morir, sin duda era demasiado para ti.

Pero conservaste la dignidad y valentía. 

Conociste a Karenn. Su inesperada llegada me molestó, esperaba poder disfrutar de ese momento de intimidad contigo... Después de acompañarlas al CG, decidí regresar a mi habitación, triste....

¡Venga, Leiftan! Ya tendrás muchas otras oportunidades de pasar tiempo con ella.

El tiempo pasó a una velocidad estrepitosa, estaba muy ocupada tras la ausencia provisional de los chicos. Además su regreso no pasó desapercibido.

Vaya, hay gente trabajando en el cerezo... ¿Qué...?

Aferrada a su cuello, parecías más feliz que nunca... Mi corazón se rompió en mil pedazos... Al instante.

Sentí cómo la ira iba creciendo. El espectáculo me resultaba insoportable y decidí irme. ¿Por qué?

En cuánto llegué a mi habitación le di un puñetazo a la pared, dejando una huella visible de mi enfado.

Eldarya Lo trae en la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora