Destinos Alterados

16.- Secuelas

Tom se agachó para asistir a su amigo, que aún yacía desmayado en el piso. Levantó su vista para preguntarle algo a su padre pero éste le ganó de mano.

– Soy un inefable. Deberías llamarme el Conde – Tom asintió.

– ¿Estás bien? – Le preguntó, observando sus heridas.

– Sí, solo rasguños. ¿Y tú? – Le preguntó James.

– Estoy bien. Llegó usted justo antes de que sucediera algo peor, pero igualmente nos aplastaron contra la pared –

James asintió. "Accio Varitas" Pensó, y diez de ellas volaron en su dirección. Le dio la suya a Tom (y también la de Nott). El resto eran de los profesores y de los agresores.

– Creo que los otros atacantes se han ido. ¿Puedes ir a ver cómo están tus profesores? –

Tom accedió al pedido del inefable y se agachó en el cuerpo del profesor Slughorn. James fue hacia el cuerpo del Spellfuhrer; estaba inconsciente y con una fractura en su columna. Notó además, con un encantamiento de diagnóstico, que sangraba internamente. "Impedimenta" Murmuró con su varita sobre el cuerpo.

James se percató de que su hijo lo miraba con curiosidad.

– El hechizo hará más lento el sangrado hasta que podamos llevarlo a un sanador. Lo necesitamos vivo – Explicó.

Tom pareció aceptar eso sin cuestionamientos.

– El profesor Slughorn fue aturdido al igual que la profesora Merrythought –

– Los ayudaremos pronto – Le dijo a su hijo. Éste parecía sobrellevar bien la situación, aunque su rostro estaba un poco verde. Había sido demasiado para un chico de doce años. – Despertaré a Slughorn. ¿Por qué no te sientas al lado de tu amigo por el momento? –

Tom fue hacia Nott y se sentó pesadamente contra la pared. Canuto se le acercó y se acostó a su lado, al igual que Nagini.

– Ennervate! – Ante el hechizo revividor, Slughorn reaccionó; a James le resultó extraño ver a la versión joven de su profesor de pociones.

– Profesor, ¿puede escucharme? – Horace abrió lentamente sus ojos.

– ¿Qué ha sucedido? ¿Se han llevado a alguno de mis estudiantes? –

– Fueron detenidos antes de que pudieran hacerlo. ¿Qué ha ocurrido aquí? – Cuestionó James.

– Estaba en mi oficina con Galatea trabajando en un proyecto. Las alarmas de las protecciones sonaron y fuimos al Vestíbulo. Allí vimos a algunos yendo hacia las mazmorras – Contó Slughorn. – ¿Cómo han podido entrar a la sala de Slytherin? – Preguntó con un tono lastimero de voz.

James indicó con su cabeza hacia el cuerpo maltrecho de Gaunt.

– Trajeron a un descendiente de la línea de sangre de Slytherin. Él pudo abrir la entrada –

– ¿Un... heredero de Slytherin? ¡Pero si su línea directa se había perdido! –

– No perdida, sólo oculta – Respondió James. – Merrythought y dos atacantes necesitan atención médica. ¿Dónde están los demás profesores? –

– En el salón de profesores creo – De repente seis Aurores en sus túnicas rojas entraron a la sala común de Slytherin con sus varitas listas. Viendo al inefable, éstos se relajaron un poco.

– ¿Status? – Demandó James.

– Cuatro equipos de Aurores están cubriendo Hogwarts. Un equipo de medi-brujos viene en camino – Dijo el líder de ellos. – ¿Ha asegurado el área?–