9.- Historias Reveladas

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1 de Enero de 1938

James tomó su desayuno en la mesa de la cocina. La casa estaba silenciosa, algo extraño para la residencia Evans. Sin embargo mientras disfrutaba de su té leyendo el Profeta el llanto de un bebé quebró la paz.

"Esa niña podría superar a una Banshee" Pensó. Dobló el periódico y se levantó, esperando llegar hasta la bebé antes de que Sarah despertase.

– Amo James, la pequeña se ha despertado – Dijo Cillie, la elfina doméstica, apenas apareció justo frente a él.

– Sí Cillie, la escuché. ¿Puedes preparar el desayuno mientras levantó a su majestad de su cuna? –

– Sí amo James – Dijo la elfina con una corta y estridente risotada.

La elfina había sido recomendada por Elizabeth Potter; entre las ocasionales desapariciones de James por sus asignaciones para el departamento de Misterios y las labores de Sarah como sanadora, la contratación de Cillie fue un alivio para ellos.

Elizabeth había ordenado a los elfos de la mansión Potter que localizaran un elfo desempleado. Cillie era la nieta del jefe de elfos de los Potter, y James le ofreció un sueldo y libertad; la pobre elfo casi muere de un susto, por lo que James tuvo que cambiar su propuesta y comunicarle que guardaría dinero por si lo necesitaba y que le prometía ofrecerle la libertad cuando ella lo quisiera.

James se asomó en la cuna y levantó a su hija.

– Shhhh Katie, despertarás a tus hermanos –

– Demasiado tarde – Se dio vuelta para ver a Tommy (Llámame Tom!), que ya tenía once años, asomado en sus piyamas y frotándose los ojos.

– La pequeña dama tiene una sirena de alarma en su garganta –

– ¿Y su compañero de desastres? – Le preguntó sonriendo.

Tommy se dio vuelta y miró hacia la cuna en el otro rincón.

– Michael todavía duerme. Es capaz de dormir durante un terremoto –

– Debe haber desarrollado alguna clase de defensa natural por dormir en la misma habitación que Katie – Murmuró James, sorprendido.

James terminó de cambiar a su hija de diez meses, nacida el 20 de febrero de 1937 y cinco minutos más joven que su hermano Michael. Katie había sacado el cabello rubio de su madre y los ojos verdes de su padre, mientras que Michael tenía su cabello negro y revuelto; sus ojos eran raros: uno era verde y el otro azul como los de Sarah.

Katie siempre llamaba la atención de los demás, mientras que Michael solía entretenerse a sí mismo. La niña no aceptada que su pequeño hermano menor estuviera fuera de su vista, y a veces parecía que lo dominaba.

James pudo sentir un pulso de felicidad de Tom. Tommy como nombre desapareció el día que se enteró que tendría hermanos. Ahora no permitía que siguieran llamándolo Tommy ya que como iba a ser un hermano mayor debía ser Tom. Asimismo, James y Sarah habían sido recategorizados, de tío y tía a mamá y papá.

La felicidad que James había sentido desde Alemania había sido por el momento en el que Sarah le contó sobre que tendría hermanitos. El vínculo se había reconstruido, y James creía que había sido por esa gran emoción; no parecía tan fuerte como la anterior, pero si estaba cerca de Tom James podía sentirlo.

– Cillie está haciendo el desayuno. Vamos – Dijo James con la bebé en brazos.

Tom sonrió.

– Sería tonto que nos lo perdiéramos* – James sonrió también, mientras se dirigían a la cocina.

*Cillie, se pronuncia igual que sillie en ingles lo cual significa tonto, es un juego de palabras.

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