Destinos Alterados

19.- Discusiones de verano

7 de Julio de 1940

James maniobraba dificultosamente entre los vientos que soplaban sobre Hogsmeade. El sol apenas había asomado desde el horizonte ese domingo por la mañana y nadie del pueblo parecía haberse despertado aún.

Su Firebolt respondía tal como estaba acostumbrado, a diferencia de las escobas de esa época que tenía que utilizar. Su velocidad y maniobrabilidad eran incomparables, y sentado sobre ella lamentó tener que mantenerla oculta en su baúl. Disfrutó de una hora de vuelo cargado de adrenalina sobre Hogsmeade, el bosque prohibido y Hogwarts.

James había tenido que ampliar mágicamente su casa, y ahora tenía seis habitaciones. Tom había elegido la más lejana a la pequeña que usaban para los bebés Ron e Hypatia: (James no lo culpaba ya que dos bebés llorando toda la noche podía ser una pesadilla).

El año había sido duro para Tom, aunque académicamente había sido muy bueno (de hecho mejor que cualquier año de Harry Potter). Se había ganado las vacaciones y necesitaba descansar de toda la política y especulaciones del último año. Los gemelos, que ya tenían tres años y medio, se la pasaban pululando por la casa llenos de energía y molestar a su hermano mayor parecía ser su juego favorito.

La cicatriz le reflejaba a James lo mucho que Tom disfrutaba a los gemelos, y cuando sus pequeños hermanos y Canuto jugaban en su habitación usando su baúl del colegio como escondite, Tom los echaba haciéndose el enojado pero James sabía que se divertía viéndolos. Lo único que parecía molestarle un poco era la forma en que Nagini y Canuto parecían hacer algunas cosas como si fueran cómplices.

Katie y Michael llenaban la casa de ruidos. Eran buenos niños pero se las arreglaban para generar siempre algún tipo de caos; James no era de gran ayuda en su disciplina: siempre reía ante sus ocurrencias en vez de ponerse firme.

Los gemelos solían trabajar en conjunto y habían alcanzado alguna clase de división laboral: Katie ideaba y Michael ejecutaba. Ni Sarah ni James sabían quién era el que dominaba de los dos: Katie era la que se robaba la atención pero Michael ejercía cierto poder en la tranquilidad del anonimato.

Los nuevos gemelos eran bellos y tiernos. Hypatia era rubia con los ojos verdes de su padre, mientras que Ronald tenía los ojos azules de Sarah y el cabello negro y enmarañado típico de los Potter, aunque con un par de mechones pelirrojos que sorprendía a James.

Hermione y Ron hubiesen apreciado que sus nombres se relacionen con los gemelos, especialmente su antigua amiga. La Hypatia original fue la última bibliotecaria de la gran biblioteca de Alejandría, asesinada por una muchedumbre cristiana que quería destruir la biblioteca por contener conocimiento pagano. Terminó siendo conocida como la santa patrona de los bibliotecarios. Qué mejor homenaje para Hermione?

La casa de la familia Evans tenía, además, visitantes frecuentes. Edward Nott era el más asiduo, y Mary Greengrass y Laura Parkinson a menudo iban a socorrer voluntariamente a Sarah con los dos pares de gemelos. Además, Ela y Janek habían sido alojados en una pequeña casa de Hogsmeade, por lo que también visitaban seguido a la casa.

Sarah le confió cierta vez a James que la ayuda que recibía de Mary y Laura era una vieja tradición de las familias de sangre pura: asistir a la madre del muchacho en el que estaban interesadas. James casi se ahoga en su propio té al escuchar eso; no podía ver mucho de Daphne y Pansy en ellas, pero no podía sacarse de la cabeza la imagen de esas estudiantes de su época que tanto detestaba. Mary y Laura eran quizá sus futuras tías en la línea de tiempo anterior. A James le explotaba la cabeza cada vez que pensaba en los líos del tiempo pasado y futuro.

Se dio cuenta súbitamente que el viento lo estaba empujando lejos del pueblo y que en muy poco tiempo sus habitantes se despertarían. No podía dejarse ver con una escoba del futuro, por lo que muy a su pesar aceleró y enfiló hacia abajo, hacia su casa. Iba a ser un largo día.