Destinos Alterados

7.- Detrás de las líneas enemigas

15 de Junio de 1936

James se sentó en el extremo del banco de una larga mesa en una cantina alemana, desapercibido por la bulliciosa muchedumbre. Cualquiera vería a un alto y rubio hombre disfrutando de sus cervezas, pero internamente la situación era distinta.

¿Cómo es que me dejé arrastrar a esto, por Merlín? Pensó James. Esta no es mi guerra, ya he tenido la mía... debería estar en casa con Sarah y Tommy.

Las razones por la intranquilidad de James estaban sentadas cuatro mesas más allá de él. Tres sujetos vestidos con sobretodos negros ocupaban una mesa y no parecían participar del bullicio generalizado. No era lo que podrían hacer lo que estaba molestándolo sino quiénes eran. Gestapo.

A ciencia cierta, solo dos eran de la Gestapo. El tercero era un mago, un miembro del Ejército Oscuro, el grupo de seguidores fieles a Grindelwald que operaban en casos especiales. Los miembros muggles de la Gestapo habían sido encantados para que no divulgaran a nadie sobre la existencia de los magos de ese grupo.

Una diferencia básica entre Voldemort y Grindelwald era táctica. Voldemort se valió del terror y de los ataques al estilo guerrilla para tomar el poder de la Inglaterra mágica. Grindelwald y su Ejército Oscuro colaboraban con sus contrapartes muggles en la guerra abiertamente, proveyendo protecciones mágicas al ejército alemán muggle (Wehrmacht). Las fuerzas de Grindelwald aún no estaban listas del todo para la guerra abierta. Si bien muchos ya sabían sobre las intenciones del señor oscuro, los ministerios mágicos de las naciones europeas creían que por el momento era conveniente mantenerlo en calma.

El Ministerio de magia alemán había elegido a Grindelwald como Canciller en 1932. Era un misterio para James cómo un mago inglés había podido llegar al puesto de Ministro. Ya era conocido como un mago oscuro antes de su elección, y no dudó en moverse rápido para consolidar su poder para el bien de la comunidad mágica.

Su aliado, Hitler, parecía imitar el ascenso al poder de Grindelwald. Algunos en el Ministerio inglés llegaron a creer que Hitler estaba bajo el influjo del maleficio Imperio, pero un equipo altamente calificado de Aurores pudo arreglárselas para acercarse al líder muggle durante un meeting nazi. Utilizando Legilimancia, determinaron que Hitler no estaba bajo ningún control mágico. Él y Grindelwald eran simplemente dos personas malvadas, y ahora sus seguidores trabajaban en conjunto por la causa común.

James esperó pacientemente por una hora luego de que los hombres de la Gestapo llegaran a la cantina, y luego se levantó de su lugar. Se dirigió a la salida y mantuvo su escudo de Oclumancia mientras pasaba por la mesa de los tres sujetos. Basándose en un truco que pudo aprender durante su propia guerra contra Voldemort, James mantuvo su personaje encubierto por fuera de sus protecciones mentales: si el mago del Ejército Oscuro utilizaba Legilimancia en él, solo vería a un trabajador muggle pensando en irse a su casa luego de beber unos tragos.

James no pudo sentir ningún intento de legilimancia sobre él, pero de cualquier forma mantuvo su actuación durante todo el camino hacia el Gasthaus (hospedaje) en donde estaba hospedando durante la misión.

¿Por qué acepté esto? Pensó por enésima vez, respirando con alivio la frescura del aire nocturno de Múnich.

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Flashback

20 de Abril de 1936

James estaba en su oficina de la Fundación Phoenix, revisando el papeleo que le había dejado la señora Catchbottom. Estaba satisfecho con la bruja, ya que parecía administrar la Fundación como si fuera de ella misma. A su vez el staff era competente y eficiente, por lo que los niños parecían contentos.