Pasaron un par de semanas y dos canciones cliché, varios intentos por leer el libro que me había dado Sam, 6 clases de Noel y un par de ensayos después, me encontré en ese momento.
—¿Entonces? ¿Qué debo esperar? —le pregunté a Sam.
—Usualmente es una mezcla entre dos medicamentos, sí es un poco doloroso después del tratamiento.
—¿Un poco? —pregunté.
—Cada persona reacciona diferente.
—En serio, me impresiona cuánto sabes de esto.
—También sé de política —dijo Sam y se acomodó la gorra—. Y de religión, pero no te interesan esos temas.
Negué con la cabeza.
Era día de terapia de Grace y Sam cumpliría su promesa de acompañarme. Salimos de la escuela y nos dirigimos a mi casa para esperar a la mamá de Grace, ya le había comentado de mi acompañante y Grace misma estaba encantada con la idea; no sé si lo decía en serio o no le quedaba de otra.
—¡Hola! —saludó emocionada Dana a Sam.
—Hola —saludó Sam riendo de su emoción.
—Deberías visitarnos más seguido, Jace no deja de hablar de ti.
La miré enojado.
—Sí, me imagino —dijo Sam bromeando.
Nos sentamos en la mesa de la cocina y pusimos a calentar rollos de pollo para comer, Sam se quitó la gorra, tenía el cabello aún más corto, estaba casi rapada.
—¿Qué pasó con tu cabello? –pregunté.
—Nada, me ha crecido la cabeza, Kate.
—Jace.
Rio.
—Me lo rasuré. ¿Cómo que qué pasó?
—O sea, sí. ¿Pero por qué?
Sam se encogió de hombros.
—Es más cómodo.
Comimos rápido y nos fuimos a la sala a platicar. Dana se nos unió y se emocionó (como lo hacía con cualquier cosa) al verla con su cabello así.
—¡Se ve supercool! —exclamó.
—Gracias —sonrió Sam—. Así no tengo que preocuparme por peinarlo.
—De todos modos, no lo haces, siempre traes una gorra —dije.
—¡Jace! —gritó Dana—. Así no le vas a gustar.
—Vas por mal camino, Katherine —dijo Sam.
—¿No que no te gustaba tu nombre? —preguntó Dana.
—No me gusta —respondí.
—Ni se nota cuando sonríes —dijo Dana.
Sam se carcajeó y casi de inmediato, sonó el timbre, mi modo de extrema relajación se convirtió totalmente en tensión.
Abrí la puerta con las manos temblorosas, Grace había tocado y se veía... Se veía bien; pasó un momento a la sala, saludó fervientemente a Sam, luego a Dana y al final, me abrazó a mí.
Me dedicó una sonrisa de oreja a oreja un tanto incómoda y, aunque lo mejor era mantener mis límites claros, sentí lindo y le sonreí de vuelta. Nos subimos a la camioneta, después de que Sam se presentara con la mamá de Grace.
Durante el camino, Sam y yo nos pusimos audífonos mientras Grace hablaba con su mamá acerca de su escuela y de cómo se recuperaría en calificaciones al regresar de tratamientos. Cuando, finalmente, llegamos al hospital, la mamá de Grace se quedó en la sala común y subimos los tres a oncología.
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Preguntas Frecuentes
Teen FictionEste no es tu típico cliché de friends to lovers, en realidad Sam y yo no podríamos ser más diferentes y solo somos amigos por esto del Apocalipsis Zombi. ¡De verdad! Nada ocurrirá entre nosotros. Como decía, este es mi último año de preparatoria...