Se cumplía una semana sin saber de ella. Como ya no había escuela, no había salido en todo el día de mi casa y mis padres solo hablaban de que la universidad sería genial y que debía pensar también en ello, pero yo solo tenía una cosa en la cabeza, una sola persona.
Mis pensamientos estaban hechos una telaraña y, aunque los temas variaban, Sam era una constante. Chris ya no estaba, Becca tampoco y, de pronto, tenía miedo, todo había comenzado desde cero, como el primer día, solo que ahora Sam no llegaría a salvar el día, ya no llegaría para hacerme sentir seguro y para ser rara conmigo. Estaba solo y esa familia que habíamos creado, aunque «junta» estaba dispersa en realidad. Suspiré.
No podía dormir, era viernes por la noche y estaba en el borde de mi cama escuchando música y viendo videos en internet para distraerme cuando de pronto vi de lejos en mi estantería, la llave de la biblioteca. Agaché la cabeza al recordar todo lo que significaba.
Le mandé un mensaje a Sam.
-«Hey. ¿Estás ahí? Solo quería saber cómo estás, cómo van las cosas; ya sabes, desde la semana pasada que te fuiste que no hablamos y te extraño, Sam».
Suspiré de nuevo y mandé otro.
-«Ya sé que quizá estoy exagerando, pero bueno, se avecina el apocalipsis zombi y necesito saber cuándo te veré de nuevo».
Y otro.
-«Extraño molestarte y que me molestes, extraño que estés aquí y verte leer...».
«Y verte leer...». Borré la última parte antes de enviarlo y pulsé «Enviar». Entonces no sé qué fuerza se apoderó de mí porque respiré profundo y escribí de nuevo lo que había acabado de borrar, le anexé otras cosas.
-«Y extraño verte leer y tu risa, y no besarte, y callarme siempre lo hermosa que te ves, y salir contigo, y ser tu mejor amigo y maldita sea, te extraño, Samantha». «Enviar».
Salí de la casa con la excusa de que iba a caminar un rato y, de cierta manera, era verdad. Me calenté las manos con el aliento y las metí en las bolsas del pantalón mientras caminaba hacia el centro. Hacia la biblioteca.
Se tornaba cada vez más de noche y empezaba a darme miedo que pasara algo, pero no podía sacarme la sonrisa de Sam de la cabeza y por alguna razón, sentí que estar allá, me haría estar más cerca de ella.
Cuando por fin llegué a la cafetería, ya estaba cerrada, cosa que era extraña a esa hora. Golpeé la puerta, sin embargo, nadie respondió, así que intenté forzar la cerradura, la golpeé, intenté romper el seguro, pero nada funcionaba hasta que, en un intento desesperado, me lancé contra la puerta, esta tronó y me dejó pasar, la empalmé detrás de mí y seguí mi camino.
Cada cosa era un recuerdo, los sillones donde nos sentamos cuando Noel nos enseñó la biblioteca por primera vez, todas las veces que habíamos entrado y salido solo para leer, bueno, ella a leer y yo a fingir hacerlo y verla sonreír al lado de la ventana, utilizando hojas de árbol como separadores, además, verla escribir sus cosas secretas y cuando se recargaba en mis piernas acostada para leer, se me hizo un nudo en la garganta. Había mucho silencio y casi podía escuchar mi corazón acelerarse. Avancé.
Abrí la puerta de atrás y crucé el patio, como era una manzana comercial, había un oscuro absoluto y un frío impresionante, la soledad me rodeaba y aun así caminaba hacia ella. No había ni un alma en las ventanas vecinas, pero igual tenía una sensación de miedo, quizá no por otra cosa, era extraño no ir con ella.
Finalmente, llegué a la entrada de la biblioteca, con el celular me alumbré y abrí la puerta, crujió como siempre al abrirse. Había luna llena esa noche y podía ver las estrellas por las ventanas, como aquella tarde que pasé con Sam ahí mismo. La luna se veía imponente y alumbraba casi todo el lugar sin necesidad de electricidad, de hecho, lucía mejor iluminada que de día. En cualquier otra ocasión, me hubiera dado cierto temor ir ahí solo de noche, pero esa vez era diferente, subí a la repisa de «Preguntas frecuentes» y me senté en la mesa de madera, no se veía mucho por la ventana más que los edificios solitarios de enfrente y sobre ellos, el cielo estrellado, sin embargo, tenía un aura agradable que me recordaba tanto a la sensación de haber conocido a Sam.
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Preguntas Frecuentes
Teen FictionEste no es tu típico cliché de friends to lovers, en realidad Sam y yo no podríamos ser más diferentes y solo somos amigos por esto del Apocalipsis Zombi. ¡De verdad! Nada ocurrirá entre nosotros. Como decía, este es mi último año de preparatoria...