La vida es una sinfonía que se arma de sonidos y silencios, y para apreciarla, hay que saber escuchar con el mismo ánimo los acordes mayores y los menores, llorar cuando nos toca y sonreír aun cuando el ritmo marca su final.
Era el último día de clases antes de terminar el semestre, unos días después del concierto y recibí una llamada, un silencio en la canción. Era Grace y notaba que ya se le empezaba a ir mucho el aire.
-Hola, Jace.
-Hola, Grace. ¿Todo bien?
-Todo... Todo bien.
-¿Qué pasa?
-Nada, solo hablaba para ver cómo estaban Sam y tú -me hizo sonreír.
-Excelente, hoy terminamos semestre, Sam está muy emocionada de poder leer más y de que estaremos más tiempo juntos -la escuché sonreír también con una exhalación.
-¿Crees que podamos vernos?
Por un momento dudé.
-Sí, claro. ¿Estás bien?
-Sí, creo que sí. Te voy a ver a tu casa.
-Está bien.
Aguardé sin saber qué esperar, sentado en la sala. Era uno de esos momentos que se sienten como de película, en los que nada parece real y, aunque fuera algo muy común (hablar con Grace, considerando que Sam y yo la acompañábamos a casi todas sus terapias), había algo en la forma en la que había pedido venir que se sentía extraño.
Finalmente, escuché el timbre sonar, me paré y abrí la puerta, Grace estaba parada ahí. Había perdido muchísimo peso y se veía blanca, a pesar de ya ser blanca, su piel parecía leche y las ojeras de sus ojos la hacían ver distinta, estaba acostumbrado a verlas crecer y ella solía decirme que era parte del tratamiento y que se mejoraría, pero ese día se veían especialmente tristes.
-¿Puedes dos horas? -preguntó. Asentí y ella le dio una seña a su mamá para confirmar que regresara por ella en ese tiempo. La invité a sentarse en la sala.
No podía dejar de mirarla, algo en ella me estaba matando, era como una parte de mí, mal. Me senté enfrente de ella.
-¿Estás bien? -pregunté.
-Terminé con Greg.
-¿Qué? ¿Por qué? Acababan de comenzar.
-Hace dos meses, sí. Bueno, casi.
-¿Y?
-Es que no es justo.
-¿Qué?
-Que soporte todo esto.
-¿De qué hablas?
-De... -Grace quebró la voz- que el tratamiento me hace tener muchos cambios de ánimo.
-Es un efecto secundario y él está igual, seguro...
-No, él está bien, quizá mejor que nunca, o al menos eso dice; prometió que estaría para cuidarme.
Una parte de mí me decía que esto no iba para bien y en ese momento recibí un mensaje de Sam, pero dejé el celular en la mesa para escuchar a Grace.
-¿Y entonces?
-Lo quiero -dijo-. No me mal entiendas, pero tengo que arreglar un par de cosas antes y no es justo que él tenga que soportarlas, aunque él quiera.
-¿Cómo va el tratamiento, hablando de eso?
-No lo sé. No siento mucho avance.
-Debes dejarlo actuar.
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Preguntas Frecuentes
Teen FictionEste no es tu típico cliché de friends to lovers, en realidad Sam y yo no podríamos ser más diferentes y solo somos amigos por esto del Apocalipsis Zombi. ¡De verdad! Nada ocurrirá entre nosotros. Como decía, este es mi último año de preparatoria...