En la primera sesión de grabación de Bianca, todos estábamos nerviosos, no porque pudiera existir algún imprevisto, sino porque, por primera vez, escucharíamos las canciones con la voz que debía ser. Becca no había podido venir, pero había mandado sus mejores deseos por mensaje de texto.
Sam estaba emocionada, sin embargo, no dejaba de recordarme con la mirada que debía contarle a Chris acerca de grabarle algo a Grace. Bianca estaba casi temblando, era la primera vez que se paraba frente a un micrófono de grabación profesional y, aunque no estábamos precisamente en los Blackbird Studios en Nashville, supongo que imponía.
Chris le puso enfrente las hojas con las letras de las canciones que habían compuesto principalmente él y Becca y se puso sus audífonos, Bianca se puso unos también. Sam y yo nos quedamos en el marco de la puerta mientras veíamos cómo Chris, con ínfulas de productor musical, le pedía a ella que repitiera una y otra vez la canción para tener las mejores «tomas».
-¿Cómo te sientes? -preguntó Sam.
-Bien. Bastante bien. ¿Y tú?
-Mejor -sonrió-. Mamá se ve feliz.
-Eso es bueno.
-Vaya que sí.
Bianca seguía cantando e intentando alcanzar un tono que humanamente era casi imposible de lograr, bueno, no tanto, pero al menos sí para ella. Chris se veía bastante serio y después de como cuarenta minutos, se quitó los audífonos.
-¿Quieren escuchar? -preguntó Chris.
-No, vine aquí solo a escuchar a Bianca a capela, ya me voy -rio Sam-. Sin ofender, Bianca.
La chica rio. Sam la observó con una mirada sarcástica y Chris le dio un pequeño golpecito a la barra espaciadora, los monitores de su computadora (que resulta que son como bocinas, pero con más fidelidad o algo así) empezaron a resonar en su habitación y... Y la verdad es que sonaba increíble.
Nos quedamos en silencio los cuatro mientras terminaban todas las canciones, los solos de guitarra sintética que unos minutos después se convertirían en solos reales tocados por mí tenían muchísima energía y, aunque sonaba increíblemente pop, la melodía de cada una se pegaba de forma directa en la parte más profunda del cerebro.
-Falta producción y todo, van a sonar mejor, ahorita suena hueco, pero...
-Suenan increíble -dijo Sam seria, interrumpiendo a Chris.
-¿Tú crees? -preguntó Chris.
-Absolutamente. Te volaste la barda, Bianca.
-Gracias, Sam -dijo Bianca agradecida.
Sam me dio un golpecito en el brazo.
-¿Y ahora? -pregunté.
-Por adelantado, por si cuando te hagas famoso me dejas de hablar -bromeó Sam.
-Yo creo que, si el chico ganara un Grammy, te lo dedicaría a ti -dijo Chris.
-¿Sí? -preguntó Sam, riendo.
-Ya veremos -bromeé también.
-Yo sé que sí -se murmuró a sí misma.
Chris miraba a Bianca con cierta alegría y, aunque trataba de ocultarlo, estaba CASI seguro de que le gustaba muchísimo, sin embargo, ella no le seguía la corriente.
-Es hora de las guitarras, Jace -dijo Chris.
-¿Ya me puedo ir? -preguntó Bianca.
Chris agachó un poco la cabeza.
ESTÁS LEYENDO
Preguntas Frecuentes
Teen FictionEste no es tu típico cliché de friends to lovers, en realidad Sam y yo no podríamos ser más diferentes y solo somos amigos por esto del Apocalipsis Zombi. ¡De verdad! Nada ocurrirá entre nosotros. Como decía, este es mi último año de preparatoria...