Preguntas Frecuentes

16

Fui a casa de Chris para grabar las guitarras y voces de la última parte del disco, seguía con lo de Grace en la cabeza, y tampoco me podía sacar a Sam de la mente. Empecé a dudar si Dana tenía razón, o más bien, si todos tenían razón.

-¿Listo? -me preguntó Chris-. Tierra llamando a Jace. ¿Hay alguien ahí?

Me volví a concentrar en el presente, asentí y tomé la plumilla entre los dedos para empezar a grabar el solo de las últimas canciones del álbum. Chris golpeó la barra espaciadora y, aunque empezaba bastante bien, terminamos grabando cada solo en cinco tomas porque siempre tenía que surgir un error, hasta mi motricidad estaba fallándome, así que dejamos una canción para después. Luego vinieron las voces, no me sentía muy cómodo cantando, pero lo hice, más por no decepcionar a Chris; sin embargo, al terminar la última canción, me quedé perdido otra vez.

-¿Te sientes bien? -preguntó Chris.

-No -contesté-. Creo que no.

Chris paró la música y se quitó los audífonos.

-¿Alguna vez has tenido miedo de perder a alguien? -pregunté.

-Pues cuando era chico tenía un hámster y siempre se perdía y...

-¡No! -exclamé-. Hablo de alguien, en serio. No de perder «perder», hablo de perder para siempre...

-¿Morir?

Asentí.

-¿Qué pasó con Grace? -Chris se portó más serio. Yo exhalé.

-Quiere dejar el tratamiento.

-No, no jodas. Dile que no, si lo hace no se va a mejorar.

-Duda que esté funcionando.

-Pregúntale a Sam, ella sabe más de eso...

-¿Tú cómo sabes? -le pregunté.

-Lee mucho -contestó Chris, era viable.

-Me prometió que no lo haría, pero, aun así.

Dejé la guitarra a un lado.

-Y la besé.

-Ay, no seas idiota -exclamó Chris-. ¿Por qué? ¿Qué no tiene novio?

-No, ya no.

-Volver con tu ex es como recalentar comida que lleva caduca meses, no sirve y te revuelve el estómago después de un rato.

-No voy a regresar con ella... -dije.

-¿Y por qué la besaste?

-Porque, en ese momento, hermano, sentí que se iría para siempre.

-Aun así, no enciendas corazones que no vas a cuidar.

-Pero ella me engañó cuando anduvimos...

-¿Y? Ese fue su error, no tiene por qué ser el tuyo. ¿Ya sabe Sam?

-No.

-¿Le vas a decir?

-No sé. ¿Por qué tendría que saber? Vio lo de Bianca, por cierto, lo siento por eso.

-No pasa nada, pero, no sé, hermano, quizás esto sí es importante...

Tomé la guitarra de nuevo.

-No lo volveré a hacer.

-Entonces no le dirás.

-No.

-Vale, pero no juegues con ella.

-No lo haría. Con nadie, menos con Sam.

Chris regresó a su lugar en la computadora y grabamos el último solo en ocho tomas. Él me notó desanimado, así que me pidió esperar y bajó por una caja de cervezas.