Resurrección

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Luis Fonsi ft Juan Luis Guerra_Llegaste tú.
_Tu cuna es mi abrazo, tu suspiro una canción que me arrulla como el viento_

~Narra Miley~

Oficialmente tenía las manos más congeladas que Elza, aunque obtuve la adorable calefacción al meterlas por debajo del pulóver de Jesse y recostar mi cabeza a su espalda.

No quería ir a casa, para nada, ese sentimiento de sentirme protegida por su cuerpo tan flaquito era especial, mi corazón palpitaba tan rápido que yo misma escuchaba mis propios gritos internos indicándole que no frenara, que siguiera rumbo a Marbella o Santorini, no importa a donde fuera, simplemente alejarnos de todos.

—¿Cómo sabes dónde vivo?—Me atreví a preguntar.

—Sé mucho de ti Miley Ashley,  me he puesto a investigar un poco—Respondió mirándome por encima del hombro con una sonrisa tétrica.

Okey, bájame de esta moto por favor, tengo miedo.

—¿Y eso lo tengo que tomar como un halago o me estás acosando?—Pregunté frunciendo el seño mientras aparcaba la moto frente a mi casa.

En serio estaba asustada.

—No sé, lo que quieras pensar. ¿Y no me vas a invitar a subir? Quiero saber dónde duermes.

—¿Para qué? ¿Para darte la oportunidad de raptarme en la noche y amanecer en el sótano de tu casa, amordazada y violada veinte veces al día y cuando te aburras me asesines un mes después? No, gracias, prefiero una vida más normal.

—Unas veinte veces me resultaría muy poco, con unas treinta y cinco me conformo, por ahora.

—Mongo—Sonreí finalmente dándole un golpe en el pecho—Además, a mi padre no le gustaría que su hija llevara desconocidos a su habitación.

—¡Jaja! ¿Así que desconocido? Vale, pos lo tendré en la próxima cita que tendrás con este desconocido.

Estoy soñando, definitivamente estoy soñando.

—Espera, ¿me estás invitando a salir de nuevo?—Fruncí el seño—¡Pos claro si es lo más obvio que existe!—Grité finalmente alzando los brazos dejándolos caer en el exterior de mis muslos—¿Cuánto te pagaron eh? ¡Dímelo cabrón! ¡¿Cuánto dinero te pagó Verónica para obligarte a salir conmigo?!—Gritaba eufórica como siempre con las manos en la cintura formando mi clásico drama—¡Es que lo sabía! ¡Tenía que ser ella! ¡Es que soy tonta!

—¡Pss! ¡Oye! ¡¿Qué rayos hablas?! ¡¿Crees que necesito dinero!? Además ¿Creés que alguien necesitaría dinero para interesarse por ti?—Me alzó la voz, parece que eso lo molestó mucho.

—Aunque no lo creas, sí.¿Es que no me ves o qué?

—Por supuesto que te veo, eres una de las chicas más lindas que he conocido.

Clásico comentario de los hombres para bajarnos las bragas. Pero no importa, continúa.

—Te dije una vez que eras diferente, yo no quiero una chica como Kloe, te quiero a ti, una niña tímida que tiene los labios más ricos de toda América—Terminó de hablar y me besó.

Okey eso no me lo esperaba.

—Emm, gracias, supongo.

Estaba nerviosa, no me juzguen.

—Mira te tengo un regalo, para que no duermas sola esta noche—Sonrió y metió su mano en el bolsillo.

Sacó una preciosa bola blanca de cristal y cuando comenzó a agitarla aparecieron pequeños copos parecidos a la nieve formando un "Buenas noches"

Miley AshleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora