El diario de Jesse

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Harlem_Someday Soon.
_Algún día pronto estarás en llamas y me pedirás un vaso de agua. Diré: No, puedes dejar que esa mierda se queme.

/3 AÑOS ANTES/

BELGRANO, ARGENTINA●

~Narración~

—¡Sammy!—Gritó Jesse entrando por la puerta de la casa tirando su casco al sofá.

Una chica mulata salió en ropa interior del pasillo con una toalla envuelta en la cabeza frunciendo el ceño observándolo.

—¿Desde cuándo tienes las llaves de mi casa?—Preguntó dudosa secando su cabello.

—Tengo tres copias—Contestó a paso rápido caminando delante de ella, la miró, pero siguió su camino. Ella giró los ojos en blanco y volvió a la habitación.

De un momento a otro Sammy sintió un fuerte estruendo en la cocina. Dió un saltito en el lugar del susto y volvió a concentrase en su pelo frente al espejo.

Pero los ruidos se hacían más constantes, calderos al suelo y los cajones de maderas se habrían y se cerraban sin cesar.

—Joder—Suspiró cansada negando con la cabeza—¡Están aquí!

—¡¿QUÉ?!—Gritó Jesse frustrado.

Volvió a suspirar poniendo nuevamente los ojos en blanco.

—La Mari, que está aquí—Respondió girando su rostro en dirección al chico que se asomaba al cuarto.

La habitación era sencilla, una cama, dos mesitas de noche a cada lado, un clóset de pared al lado y al frente de la cama estaba Sammy frente al espejo.

Entró rápidamente pasando por su espalda agachándose en la mesita de la izquierda. La abrió con brusquedad y comenzó a revolcar entre pomitos pequeños blancos con pastillas y bolsitas de nylon.

—¡Ja!—Sonrió victorioso dándole un besito a la bolsa. Cerró la gaveta y al pasar por donde estaba la chica le propinó una nalgada que hizo que se asustara.

—Tienes que controlar esa miedo a todo—Soltó Jesse señalándola sin dirigirle la mirada.

—Odio cuando haces eso—Contestó mordiendo su labio inferior de la rabia.

—¡Eso no es lo que decías cada noche en mi cama!—Gritó desde el salón.

—Que romántico eres—Soltó un sarcasmo.

Finalmente terminó y quitó la toalla dejando a la luz su preciosa cabellera larga y rizada. Abrió su clóset, seleccionó un vestido negro y lo dejó colgando en su hombro.

Al volver a la sala se encontró con una escena desagradable para muchos, pero tolerante para ella. Jesse estaba doblado contra la barra, distribuyó el polvo de la bolsa en línea recta y pegó su nariz a la misma, succionando casi todo el contenido que su nariz pudo absorber. Dio una gran arcada abriendo la boca dejando salir todo el aire de sus pulmones. Con dificultad se dejó caer en el sofá, dejando reposar su cabeza al mueble estirando sus manos sobre la cabecera del mismo.

Ella se acercó, se dobló de igual forma y pasó la lengua por el filo de su labio superior, quitando la poca muestra de droga que quedaba. Él sonrió psicópata y mojó sus labios.

—¿Qué te pasó ahora?—Preguntó la chica pasando su dedo índice por la meseta chupándolo después—. O mejor dicho, ¿A cuál jodiste ahora?

Miley AshleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora