Jacuzzi

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Tate McRae_You broke me first.
_Tal vez no te guste hablar demasiado de ti, pero deberías haberme dicho que pensabas en alguien más_

                         ~Narra Miley~

Abrí mis ojos y estaba en posición horizontal, envuelta en una manta blanca que me cubría hasta la cintura.

Desperté con un puto dolor en todo mi cuerpo como si hubiera corrido una maratón. Me recordó a ese día de la prueba de educación física, cuando corrías todo el campo de fútbol para cumplir un récord que ponía el profesor, que ni él mismo podría romper.

Cabrón.

Nunca me gustaron los profes de educación física, con sus monitos deportivos y sus abrigos de tela.

Bueno, eso no viene al caso ahora, sino que había tenido finalmente sexo. No es que estuviera desesperada por tenerlo, pero joder, ya me quitaría un poco ese peso de la virgencita del colegio.

¡Pos toma! ¡Desvirginada y por Jesse!

Tenía que haberme grabado para mostrárselo a Kloe, y restregárselo en su puta cara llena de maquillaje.

Me había levantado esa mañana demasiado alegre y activa para mi gusto, no era así, joder primera vez y mira como estás. Deberías calmarte princesa.

—¡Buenos díaass!—La dulce voz de Jesse inundó mis tímpanos. Venía entrando por la puerta con una bandeja de plástico con comida, pensando yo que sería el desayuno.

—Ay no, la escena del desayuno—Abrí los ojos haciéndome la sorprendida.

—¿Qué?—Preguntó sentándose de lado en la cama metiéndome una manzana en la boca.

Eso me recordó algo...

Miley, por favor, relájate, deja de pensar en eso.

Lo siento, el trauma de la primera vez.

—¿Por qué en todas las películas y libros juveniles cada vez que un chico tiene sexo con una virgen, le hace el desayuno a la mañana siguiente?—Pregunté con la boca llena.

De inmediato se atoró con un sorbo de jugo y comenzó a reír.

—No es la primera vez que hago desayunos a vírgenes—Recarcó restregándome su perfecta pero irritante vida sexual.

Gracias Jesse, por decirme que no soy la única, eres muy amable.

—Sí, ya me di cuenta—Lo miré alterada pero él ni cuenta se dio.

—¿Me quieres hacer explotar con todo esto?—Señalé la bandeja.

—Por supuesto, te voy a engordar hasta que revientes y ningún otro chico te mire.

—Concepto básico de los hombres—Dije y el sonrió negando con la cabeza—. A este paso voy a reprobar el año si sigo faltando al colegio.

—No te preocupes yo te pago la universidad.

—Jaja si claro y ¿Quién me enseña las asignaturas?

—Yo te puedo enseñar biología humana—Susurró acercándose a mis labios.

¡Uy, lo que ha hecho!

—Te salvas que estoy cansada, sino... Bueno ya sabes.

—Si cada vez que te folle te vas a cansar así no me servirías como novia, lo siento.

—¡Pues págate una Stripper!—Grité súper alterada cruzando los brazos.

—Vaale, no te molestes, te tengo una sorpresa—Dijo subiendo y bajando con rapidez sus cejas.

Miley AshleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora